Bronquitis aguda

PorSanjay Sethi, MD, University at Buffalo, Jacobs School of Medicine and Biomedical Sciences
Revisado/Modificado may. 2023
Vista para pacientes

La bronquitis aguda es la inflamación del árbol traqueobronquial, comúnmente después de una infección de las vías aéreas superiores en ausencia de trastornos pulmonares crónicos. La causa casi siempre es una infección viral. El patógeno rara vez es identificado. El síntoma más común es la tos, con fiebre o sin ella, y tal vez la producción de esputo. El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos. El tratamiento es sintomático; los antibióticos generalmente no son necesarios. El pronóstico es excelente.

(Véase también Tos en los niños).

Con frecuencia, la bronquitis aguda es un componente de una infección respiratoria de las vías aéreas superiores causada por rinovirus, parainfluenza, virus influenza A o B, virus sincitial respiratorio, coronavirus o metaneumovirus humano. Bacterias, como Mycoplasma pneumoniae, Bordetella pertussis y Chlamydia pneumoniae, causan menos del 5% de los casos; estos a veces ocurren en brotes. La bronquitis aguda forma parte del espectro de la enfermedad producida la infección por SARS-CoV-2, y las pruebas para este virus son apropiadas. La fiebre, las mialgias, el dolor de garganta, los síntomas gastrointestinales y la pérdida del olfato y el gusto son más frecuentes con el virus SARS-CoV-2 que con otros.

La inflamación aguda del árbol traqueobronquial en pacientes con trastornos bronquiales crónicos subyacentes (p. ej., asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, bronquiectasias, fibrosis quística) se considera una exacerbación aguda de ese trastorno en lugar de la bronquitis aguda. En estos pacientes, la etiología, el tratamiento y los resultados difieren de los de la bronquitis aguda.

Perlas y errores

  • La tos aguda en pacientes con asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, bronquiectasias o fibrosis quística normalmente debe ser considerada una exacerbación de ese trastorno en lugar de una bronquitis simple aguda.

Síntomas y signos de la bronquitis aguda

Los síntomas consisten en tos no productiva o levemente productiva acompañada o precedida por síntomas de infección respiratoria de las vías aéreas superiores. La duración típica de los síntomas antes de la presentación es de alrededor de 5 días o más. La disnea subjetiva es el resultado de dolor torácico causado por molestias musculoesqueléticas que se manifiestan durante la tos o una sensación de opresión torácica relacionada con broncoespasmo y no se debe a hipoxia.

Los signos a menudo están ausentes, pero puede haber roncus dispersos y sibilancias. El esputo puede ser claro o purulento. Las características del esputo no se corresponden con una etiología particular (es decir, viral o bacteriana). Puede haber fiebre, si bien la fiebre alta o prolongada es inusual y sugiere influenza, neumonía o COVID-19.

Cuando se resuelve, la tos es el último síntoma en desaparecer y a menudo tarda 2 a 3 semanas o incluso más tiempo.

Diagnóstico de la bronquitis aguda

  • Evaluación clínica

  • A veces, radiografía de tórax para descartar otros trastornos

El diagnóstico se basa en la presentación clínica. Las pruebas microbiológicas suelen ser innecesarias. Sin embargo, los pacientes con signos o síntomas de COVID-19 deben ser evaluados para SARS-CoV-2. Las pruebas de diagnóstico para influenza y pertussis también deben considerarse si hay una alta sospecha clínica basada en la exposición y/o las características clínicas.

A los pacientes que se quejan de disnea se les debe realizar oximetría de pulso para descartar hipoxemia.

La radiografía de tórax se realiza si los hallazgos sugieren neumonía o enfermedad grave (p. ej., mal estado general, alteración del estado mental, fiebre alta, taquipnea, hipoxemia, crepitaciones, signos de consolidación o derrame pleural). Los pacientes ancianos son la excepción ocasional, ya que pueden tener neumonía sin fiebre ni hallazgos a la auscultación, presentando en cambio alteración del estado mental y taquipnea.

En general, la tinción de Gram del esputo y el cultivo no son de utilidad. A las muestras nasofaríngeas se les pueden hacer la prueba de la gripe y la tos ferina si estos trastornos se sospechan clínicamente (p. ej., tos ferina, tos persistente y paroxística después de 10 a 14 días de la enfermedad, sólo a veces con el silbido característico y/o arcadas, la exposición a un caso confirmado). Las pruebas para detectar la infección por Mycoplasma y Chlamydia no afectan el tratamiento, por lo que no se recomiendan. La prueba del panel viral generalmente no se recomienda porque los resultados no afectan el tratamiento.

La tos se resuelve en el transcurso de 2 semanas en el 75% de los casos; en el otro 25%, la resolución puede tardar hasta 8 semanas. Los pacientes con tos que empeora después de una mejoría inicial y aquellos con tos que persiste durante > 8 semanas deben someterse a una evaluación adicional, incluso con una radiografía de tórax. La evaluación de las causas no infecciosas de tos crónica, como asma, secreción posnasal y enfermedad por reflujo gastroesofágico, por lo general se puede basar en la presentación clínica. La diferenciación del asma tusígeno puede requerir pruebas de la función pulmonar.

Tratamiento de la bronquitis aguda

  • Alivio de los síntomas (p. ej., paracetamol, hidratación, tal vez antitusivos)

  • Agonistas beta-adrenérgicos inhalatorios para las sibilancias

La bronquitis aguda en pacientes sanos es una de las principales causas de uso excesivo de antibióticos. Casi todos los pacientes necesitan sólo tratamiento sintomático, como paracetamol e hidratación. La evidencia que apoya la eficacia del uso de rutina de otros tratamientos sintomáticos, como antitusivos, mucolíticos y broncodilatadores es débil. Solo se debe considerar la indicación de antitusivos si la tos es angustiante o interfiere con el sueño. Los pacientes con sibilancias pueden beneficiarse con el uso de agonistas beta2 inhalados (p. ej., salbutamol) durante unos pocos días. No se recomienda un uso más amplio de beta 2-agonistas porque son comunes los efectos adversos como temblor y nerviosismo. No se establecieron indicaciones claras para los mucolíticos.

Aunque algunos estudios han demostrado algunos beneficios sintomáticos con el uso de antibióticos en la bronquitis aguda, la baja incidencia de causas bacterianas, la naturaleza autolimitada de la bronquitis aguda y el riesgo de efectos adversos y resistencia a los antibióticos argumentan en contra del uso generalizado de antibióticos. La educación del paciente y la demora en la prescripción (recién indicada si no hay mejoría después de al menos un par de días) ayudan a limitar el uso innecesario de antibióticos. De manera típica, no se emplean antibióticos orales, salvo en pacientes con tos ferina o durante brotes conocidos de infección bacteriana (micoplasma, clamidia). Un macrólido como azitromicina, en dosis de 500 mg por vía oral una vez, luego 250 mg por vía oral una vez al día durante 4 días o claritromicina 500 mg por vía oral 2 veces al día durante 7 días es la opción preferida.

Perlas y errores

  • Tratar la mayoría de los casos de bronquitis aguda en pacientes sanos sin el uso de antibióticos.

Conceptos clave

  • La bronquitis aguda es viral en > 95% de los casos, a menudo parte de una infección de las vías aéreas superiores.

  • Diagnosticar la bronquitis aguda principalmente por la evaluación clínica; hacer radiografía de tórax y/u otras pruebas sólo en los pacientes que tienen manifestaciones de una enfermedad más grave.

  • Tratar la mayoría de los pacientes sólo para aliviar los síntomas.

quizzes_lightbulb_red
Test your KnowledgeTake a Quiz!
¡Descargue la aplicación  de los Manuales MSD!ANDROID iOS
¡Descargue la aplicación  de los Manuales MSD!ANDROID iOS
¡Descargue la aplicación  de los Manuales MSD!ANDROID iOS