Preeclampsia y eclampsia

PorAntonette T. Dulay, MD, Main Line Health System
Revisado/Modificado oct. 2022
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Datos clave

La preeclampsia consiste en la aparición de hipertensión arterial o el empeoramiento de una hipertensión arterial preexistente que va acompañada de un exceso de proteínas en la orina y que se desarrolla después de 20 semanas de gestación. La eclampsia son convulsiones que se producen en las mujeres con preeclampsia y que no tienen otra causa.

  • La preeclampsia puede causar que la placenta se desprenda y/o el bebé nazca antes de tiempo, aumentando el riesgo de que este presente problemas poco después de nacer.

  • Las manos, los dedos de las manos, el cuello y/o los pies de la mujer pueden hincharse y, si la preeclampsia es grave y no se trata, puede sufrir convulsiones (eclampsia) o lesión orgánica.

  • Dependiendo de la gravedad de la preeclampsia, el tratamiento puede incluir actividad modificada (reposo en cama), hospitalización, fármacos para bajar la tensión arterial o la provocación del parto.

  • Se administra sulfato de magnesio por vía intravenosa para prevenir o detener las convulsiones.

Las complicaciones del embarazo, como la preeclampsia y la eclampsia, son problemas que aparecen solo durante el embarazo. Pueden afectar a la mujer, al feto o a ambos y presentarse en diferentes momentos del embarazo. Sin embargo, la mayor parte de las complicaciones del embarazo se pueden tratar con buenos resultados.

Entre el 3 y el 7% de las mujeres embarazadas desarrollan preeclampsia. En la preeclampsia, el aumento de la presión arterial se acompaña de la pérdida de proteínas por la orina (proteinuria). La preeclampsia puede causar repentinamente convulsiones (eclampsia). Menos del 1% de las mujeres con preeclampsia grave desarrollan eclampsia. Si no se trata con rapidez suele ser mortal.

La preeclampsia (con o sin eclampsia) aparece después de la semana 20 de embarazo y por lo general antes del final de la primera semana después del parto. Una cuarta parte de los casos ocurren después del parto, por lo general dentro de los primeros 4 días, pero a veces hasta 6 semanas después del parto.

¿Sabías que...?

  • La preeclampsia y la eclampsia pueden aparecer después del parto.

Síndrome HELLP (Hemolysis, Elevated Liver enzymes, Low Platelet count)

El síndrome HELLP aparece en 1 o 2 de cada 10 mujeres con preeclampsia o eclampsia graves. El síndrome HELLP (Hemolysis, Elevated Liver enzymes, Low Platelet count) consiste en:

  • Hemólisis (degradación de los glóbulos rojos o eritrocitos)

  • Elevados niveles de enzimas hepáticas que indican una lesión del hígado

  • Un bajo número de plaquetas, que hace que la sangre disminuya su capacidad de coagulación y aumente, así, el riesgo de hemorragia durante y después del parto

La mayoría de las mujeres embarazadas que padecen de Síndrome de HELLP tienen hipertensión arterial y proteínas en la orina, pero algunas no presentan ninguna de las dos características mencionadas.

Causas de la preeclampsia y eclampsia

Se desconoce la causa de la preeclampsia. Pero es más frecuente entre las mujeres que

Síntomas de la preeclampsia y eclampsia

Algunas mujeres con preeclampsia no presentan síntomas. En otras, la preeclampsia causa acumulación de líquidos (edema), especialmente en las manos, dedos, cuello, y la cara y alrededor de los ojos, pero también en los pies. Los anillos ya no les entran en los dedos. Las mujeres pueden aumentar de peso rápidamente, a veces más de unos 2 kg por semana.

Pueden aparecer diminutos puntos rojos (petequias) en la piel, lo que indica sangrado cutáneo.

Si es grave, la preeclampsia puede dañar órganos como el cerebro, los riñones, los pulmones, el corazón o el hígado. Los síntomas de la preeclampsia grave incluyen los siguientes:

  • Dolores de cabeza intensos

  • Visión distorsionada

  • Confusión

  • Reflejos hiperactivos

  • Dolor localizado en el cuadrante superior derecho del abdomen (sobre el hígado)

  • Náuseas y/o vómitos

  • Dificultad respiratoria

  • Menor volumen de orina

  • Presión arterial muy elevada

  • Accidente cerebrovascular (con muy poca frecuencia)

Si aparece el síndrome HELLP (Hemolysis, Elevated Liver enzymes, Low Platelet count), puede causar síntomas similares; el síndrome HELLP (Hemolysis, Elevated Liver enzymes, Low Platelet count) puede aparecer antes de los síntomas de preeclampsia.

Si una mujer embarazada sufre una nueva cefalea que no cede ni se alivia con paracetamol (acetaminofeno) o bien su anillo ya no le cabe en el dedo, debe llamar a su médico.

¿Sabías que...?

  • Si el anillo de unamujer embarazada ya no cabe en su dedo, debe llamar a su médico.

La preeclampsia puede causar pocos síntomas perceptibles durante cierto tiempo y de repente empeorar y causar convulsiones (eclampsia).

Los bebés pueden ser pequeños porque la placenta funciona de forma inadecuada o porque han nacido antes de tiempo. Pueden incluso morir. Los bebés de mujeres con preeclampsia son 4 o 5 veces más propensos a tener problemas poco después del nacimiento que los bebés de mujeres que no sufren esta complicación, dependiendo de lo pronto que nazca el bebé y de cuánto pese en el momento del parto.

En raras ocasiones, la preeclampsia puede hacer que la placenta se desprenda antes de tiempo (llamado desprendimiento de placenta). Si se produce preeclampsia y/o desprendimiento de placenta, el bebé puede nacer antes de tiempo, lo que aumenta el riesgo de que presente problemas poco después del nacimiento.

Diagnóstico de preeclampsia y eclampsia

  • Evaluación médica, incluyendo medición de la presión arterial

  • Análisis de sangre y orina

Los médicos diagnostican preeclampsia cuando una mujer presenta las características siguientes:

  • Síntomas característicos del trastorno, como dolor de cabeza, hinchazón alrededor de los ojos y, especialmente, hinchazón de las manos

  • Aumento de la tensión arterial durante el embarazo

  • Presencia de proteínas en la orina

Los médicos realizan análisis de sangre y orina para confirmar el diagnóstico, determinar la gravedad de la preeclampsia y comprobar la lesión orgánica.

También monitorizan al feto. Comprueban la frecuencia cardíaca del feto. Se realiza una ecografía para revisar otros signos de bienestar del feto, como la cantidad de líquido amniótico y el tamaño del feto, los movimientos, la respiración y el tono muscular.

Tratamiento de la preeclampsia y eclampsia graves

  • Por regla general, hospitalización y, algunas veces, fármacos para tratar la hipertensión arterial

  • Parto, según la gravedad de la preeclampsia y el bienestar y la edad del feto

  • Algunas veces se administra sulfato de magnesio para prevenir o detener las convulsiones

La mayoría de las mujeres con preeclampsia y todas las que sufren eclampsia son hospitalizadas. En algunos casos, las mujeres con preeclampsia grave o con eclampsia a menudo son ingresadas en una unidad de cuidados especiales o una unidad de cuidados intensivos (UCI).

El parto es el mejor tratamiento para la preeclampsia, pero los médicos deben sopesar el riesgo de un parto prematuro frente a la gravedad de la preeclampsia y el bienestar del feto (por ejemplo, si el feto está creciendo normalmente o está en peligro).

Si es necesario, la mujer recibe en primer lugar un tratamiento con medicamentos para reducir la presión arterial (antihipertensivos) y medicamentos para controlar las convulsiones. A continuación se provoca el parto lo antes posible en las situaciones siguientes:

  • El embarazo ha durado 37 semanas o más

  • Eclampsia

  • Preeclampsia grave si la gestación ha durado 34 semanas o más

  • Empeoramiento del daño orgánico en la mujer

  • Síndrome HELLP (Hemolysis, Elevated Liver enzymes, Low Platelet count)

  • Problemas en el feto

Si el parto se puede demorar, en gestaciones de menos de 34 semanas, las mujeres reciben corticoesteroides para ayudar a madurar los pulmones del feto. Se pueden administrar corticoesteroides durante las semanas 34 a 36 del embarazo si la mujer no los ha recibido en etapas previas del embarazo y presenta signos vitales estables.

Preeclampsia que no causa síntomas graves

Si la preeclampsia no causa síntomas graves y ocurre antes de las 37 semanas de embarazo, las mujeres afectadas pueden recibir tratamiento ambulatorio. Se les aconseja modificar sus actividades. Por ejemplo, se les aconseja dejar de trabajar, si es posible, permanecer sentadas la mayor parte del día y evitar el estrés. Además, estas mujeres deben visitar a su médico al menos una vez a la semana.

Sin embargo, la mayoría de las mujeres con preeclampsia son hospitalizadas, al menos al principio. En el hospital son monitorizadas estrechamente para comprobar que ni la mujer ni el feto corren el riesgo de sufrir problemas graves. Es posible que vuelvan a su domicilio, pero en ese caso deben ser evaluadas frecuentemente por su médico. Si vuelven a su domicilio, deben acudir al consultorio médico para someterse a una cardiotocografía en reposo dos veces por semana como mínimo. En la cardiotocografía en reposo, se controla electrónicamente la frecuencia cardíaca del feto mientras permanece inmóvil y mientras se mueve. El líquido amniótico se mide al menos una vez a la semana. Los análisis de sangre empleados para evaluar la preeclampsia se suelen realizar una vez a la semana.

Si la preeclampsia no se agrava, se suele inducir el parto y el bebé nace a las 37 semanas de gestación.

Preeclampsia y eclampsia graves

Tan pronto como se diagnostican eclampsia, las mujeres reciben sulfato de magnesio por vía intravenosa para prevenir o detener las convulsiones. Si las mujeres sufren preeclampsia grave, se les puede administrar sulfato de magnesio para prevenir las convulsiones.

Si las mujeres tienen convulsiones después de recibir el sulfato de magnesio, se les da un medicamento anticonvulsivo (diazepam o lorazepam) por vía intravenosa. Además, se les puede administrar un medicamento para reducir la presión arterial (hidralazina o labetalol). Estos fármacos se administran por vía intravenosa.

El bebé puede nacer por cesárea, que es la manera más rápida, a menos que el cuello uterino esté lo bastante dilatado para permitir un nacimiento rápido por la vagina. Un parto rápido reduce el riesgo de complicaciones para la mujeres y para el feto. Si el embarazo ha durado 34 semanas como mínimo y se diagnostica preeclampsia grave, se recomienda provocar el parto.

Antes de las 34 semanas de gestación, los médicos pueden tener a la mujer en observación, por lo general en el hospital, si piensan que este enfoque es seguro. En estos casos pueden administrarse corticoesteroides para ayudar a que los pulmones del feto maduren.

Si aparece el síndrome HELLP, se provoca el parto de inmediato, sin importar cuánto tiempo haya durado el embarazo.

Después del parto

Después del parto, a las mujeres que han sufrido preeclampsia o eclampsia grave se les administra sulfato de magnesio durante 24 horas y se las controla cuidadosamente porque corren un mayor riesgo de sufrir crisis convulsivas. El sulfato de magnesio puede administrarse o no a mujeres sin preeclampsia grave.

Una vez de que las mujeres terminan de tomar sulfato de magnesio o si no lo han tomado, pueden reanudar la actividad que puedan tolerar.

La duración del ingreso hospitalario depende de si aparecen complicaciones. La mayoría de las mujeres embarazadas se encuentran bien después del parto y generalmente pueden irse a su casa al cabo de 2 días después de un parto vaginal o al cabo de 3 a 4 días después de un parto por cesárea. Algunas mujeres pueden necesitar medicamentos antihipertensivos durante la totalidad o parte del período de 6 semanas posteriores al parto (llamado período posparto), según lo elevada que sea su presión arterial.

La mayoría de las mujeres que han sufrido preeclampsia o eclampsia deben ver al médico cada 1 o 2 semanas después del parto, además de la visita de rutina a las 6 semanas. Si los resultados de los análisis de sangre o de orina son anormales, las pruebas deben repetirse en la visita de las 6 semanas. Si los resultados siguen siendo anormales, es posible que se derive a la mujer al especialista.

Si la presión arterial sigue siendo elevada entre 6 y 8 semanas después del parto, el problema puede ser una presión arterial elevada crónica (hipertensión). En tal caso, la mujer debe acudir a un internista o a su médico de atención primaria.

En embarazos futuros, la toma de una dosis baja de aspirina (una aspirina infantil) una vez al día a partir del 1r trimestre puede reducir el riesgo de recurrencia de la preeclampsia.

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