La deshidroepiandrosterona (DHEA) es un esteroide producido en las glándulas suprarrenales y convertido en hormonas sexuales (estrógenos y andrógenos). Los efectos de la DHEA en el organismo son similares a los de la testosterona. La DHEA se puede sintetizar a partir de algunos ingredientes del ñame mexicano, pero no se recomienda comer dicha planta porque el cuerpo humano no puede transformar los ingredientes en DHEA.
Se comercializa una versión sintética de la DHEA en forma de comprimidos, cápsulas, polvos, cremas de uso tópico y geles.
(Véase también Introducción a los complementos dietéticos.)
Beneficios atribuidos a la DHEA
Los complementos con DHEA se usan para mejorar el estado de ánimo, la energía, la sensación de bienestar y la capacidad de funcionar en situaciones de estrés. Otros usos son los siguientes:
Aumento del deseo sexual
Un sueño nocturno profundo
Reducción de los niveles de colesterol LDL
Aumento de la fuerza muscular y la densidad mineral ósea
Disminución de la grasa corporal
Alivio de la depresión
Mejora del aspecto de la piel envejecida
Tratamiento de la infertilidad en mujeres sometidas a reproducción asistida
Se ha utilizado un óvulo o supositorio de DHEA con receta para tratar la atrofia vaginal.
En los hombres mayores puede reducirse la grasa corporal. En las mujeres mayores con disminución de la función de las glándulas suprarrenales, la DHEA puede mejorar la calidad de vida y aliviar la depresión, aunque probablemente existan tratamientos de medicina complementaria y alternativa más eficaces.
Sus defensores también le atribuyen un retraso en el envejecimiento, una mejora del rendimiento cerebral en personas con enfermedad de Alzheimer y una disminución de los síntomas del lupus eritematoso sistémico (lupus).
Muchos deportistas defienden que la DHEA aumenta la masa muscular y mejora el rendimiento atlético, pero su uso está prohibido por numerosas organizaciones de deporte profesional.
Pruebas científicas para la DHEA
Muchas de las propiedades medicinales atribuidas a la DHEA no han sido probadas. Sin embargo, algunas pruebas científicas indican que puede aliviar la depresión (aunque no como tratamiento de primera línea), mejorar el aspecto de la piel envejecida y mejorar la fertilidad de las mujeres que se someten a reproducción asistida.
Los estudios han encontrado pocas pruebas científicas de un efecto beneficioso de los suplementos de DHEA sobre la función cognitiva de las personas de mediana edad o mayores que no sufren demencia.
Efectos secundarios de la DHEA
Teóricamente, la deshidroepiandrosterona (DHEA) puede provocar acné, dolor de cabeza, cambios de humor, agrandamiento de las mamas en los hombres y vellosidad en las mujeres. Puede disminuir el colesterol HDL (el colesterol "bueno"), aumentar los triglicéridos y empeorar el síndrome de ovario poliquístico (PCOS, por sus siglas en inglés). También puede estimular el crecimiento de los cánceres de próstata, hígado y mama. Sin embargo, estos efectos no han sido comprobados.
Interacciones farmacológicas con la DHEA
La DHEA puede aumentar el sangrado en personas que toman anticoagulantes. La DHEA ha desencadenado manía en personas que toman antidepresivos. La DHEA puede antagonizar los efectos antiestrogénicos del tamoxifeno, los inhibidores de la aromatasa (como el anastrozol) y el fulvestrant. La DHEA puede aumentar las concentraciones de triazolam (una benzodiazepina utilizada para dormir) y disminuir la efectividad de la vacunación con el bacilo de Calmette-Guérin (BCG) contra la tuberculosis.
Recomendaciones para la DHEA
Los suplementos de DHEA por regla general no se recomiendan porque sus beneficios declarados no han sido comprobados y puede tener efectos secundarios perjudiciales, así como varias interacciones farmacológicas. El uso por parte de los deportistas está prohibido. Los niños no deben usar DHEA.