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La medicina de cuidados críticos se especializa en el cuidado de los pacientes en estado más grave. Estos pacientes deben ser tratados por personal especializado en una unidad de cuidados intensivos. En algunos hospitales existen unidades separadas para distinto tipo de patologías (p. ej., pacientes cardíacos, trasplante, trauma, quirúrgicos, neurológicos, pediátricos o neonatos). En las unidades de cuidados intensivos, la relación enfermeros:pacientes es elevada para poder brindar el servicio intensivo necesario, que incluye el tratamiento y la monitorización de parámetros fisiológicos.
El paro cardiaco es el cese de la actividad mecánica del corazón que resulta en la ausencia de circulación sanguínea. El paro cardíaco interrumpe el flujo sanguíneo a los órganos vitales, privándolos de oxígeno, y, si no se trata, produce la muerte. El paro cardiaco súbito es el cese inesperado de la circulación dentro de un corto período de iniciados los síntomas (a menudo sin previo aviso).
La ventilación con bolsa-válvula-máscara (BVM, tipo ambú) es el método estándar para proporcionar rápidamente ventilación de rescate a pacientes con apnea o insuficiencia respiratoria grave.
La cricotirotomía, sea quirúrgica tradicional o percutánea utilizando un alambre guía, se realiza a través de una incisión a través de la piel y la membrana cricotiroidea a través de la cual se introduce una vía aérea artificial en la tráquea. La cricotirotomía se realiza típicamente de forma urgente, cuando la intubación endotraqueal está contraindicada o no se puede lograr por otros métodos de inserción del tubo, y los métodos no definitivos de manejo de la vía aérea y ventilación (p. ej., dispositivos extraglóticos como una máscara laríngea) no ventilan adecuadamente ni oxigenan al paciente.
La canulación de la arteria femoral bajo guía ecográfica utiliza ecografía en tiempo real (dinámica) para guiar la punción arterial y un alambre guía (técnica de Seldinger) para enhebrar un catéter a través de la arteria femoral y dentro de la aorta distal.
La canulación intraósea es la colocación de una aguja resistente a través del hueso cortical y dentro de la cavidad medular para infundir en forma urgente líquidos y hemoderivados en pacientes críticos.
El lavado peritoneal diagnóstico (LPD) es un procedimiento de emergencia invasivo utilizado para detectar el hemoperitoneo y ayudar a determinar la necesidad de laparotomía después de un traumatismo abdominal. Se introduce un catéter en la cavidad peritoneal, seguido de aspiración del contenido intraperitoneal, a menudo después de su dilución con cristaloides.
El paro respiratorio y el paro cardíaco son dos entidades distintas pero, sin tratamiento, una lleva inevitablemente a la otra. (Véase también Insuficiencia respiratoria, Disnea e Hipoxia).
La insuficiencia respiratoria aguda es un deterioro de la oxigenación, de la eliminación de dióxido de carbono o de ambas, que pone en peligro la vida. La insuficiencia respiratoria puede deberse a una alteración del intercambio de gases o a una disminución de la ventilación. Las manifestaciones comunes son disnea, uso de los músculos accesorios de la respiración, taquipnea, taquicardia, diaforesis, cianosis, alteraciones de la consciencia y, sin tratamiento, finalmente obnubilación, paro respiratorio y muerte. El diagnóstico es clínico y se complementa con mediciones de gases en sangre arterial o venosa y radiografía de tórax. El tratamiento suele requerir una unidad de cuidados intensivos e implica la corrección del trastorno subyacente, oxígeno suplementario y asistencia ventilatoria si es necesario.
La sepsis es un síndrome clínico de disfunción de órganos potencialmente letal causada por una respuesta desregulada a la infección. En el shock séptico hay una reducción crítica de la perfusión tisular; puede producirse una insuficiencia aguda multiorgánica, que afecta los pulmones, los riñones y el hígado. Las causas más comunes en pacientes inmunocompetentes incluyen muchas especies diferentes de bacterias grampositivas y gramnegativas. En pacientes inmunocomprometidos las causas pueden ser bacterias u hongos poco comunes. Los signos incluyen fiebre, hipotensión, oliguria y confusión. El diagnóstico es en primer lugar clínico, combinado con los resultados del cultivo que muestran la infección; el reconocimiento y el tratamiento precoz son fundamentales. El tratamiento consiste en una restitución agresiva de líquidos, administración de antibióticos, la resección quirúrgica de los tejidos infectados o necróticos y drenaje del pus, y tratamiento sintomático.
El shock es un estado de hipoperfusión de los órganos que produce disfunción y muerte celular. Los mecanismos pueden incluir una disminución del volumen circulante, disminución del gasto cardíaco y vasodilatación, a veces con derivación de la sangre que saltea los lechos de intercambio capilar. Los síntomas incluyen alteraciones del estado mental, taquicardia, hipotensión y oliguria. El diagnóstico es clínico, incluyendo medición de la presión arterial y en ocasiones marcadores de hipoperfusión tisular (p. ej., el lactato sanguíneo, déficit de bases). El tratamiento consiste en la reanimación con líquidos, incluyendo hemoderivados si es necesario, corrección de la enfermedad subyacente, y a veces vasopresores.