Neumonitis y neumonía aspirativa

PorSanjay Sethi, MD, University at Buffalo, Jacobs School of Medicine and Biomedical Sciences
Revisado/Modificado sep. 2022
Vista para pacientes

La neumonitis y la neumonía aspirativa son causadas por la inhalación de sustancias tóxicas y/o irritantes, más comúnmente grandes volúmenes de secreciones de las vías aéreas superiores o contenido gástrico, hacia los pulmones. Pueden producirse una neumonitis química, una neumonía bacteriana o una obstrucción de las vías aéreas. Los síntomas consisten en tos y disnea. El diagnóstico se basa en la presentación clínica y los resultados de la radiografía de tórax. El tratamiento y el pronóstico difieren de acuerdo con la sustancia aspirada.

(Véase también Generalidades sobre la neumonía).

La aspiración puede causar inflamación del pulmón (neumonitis química), infección (neumonía bacteriana o absceso pulmonar) u obstrucción de las vías aéreas. La microaspiración de pequeñas cantidades de secreciones de las vías aéreas superiores es común; sin embargo, este material aspirado es eliminado por mecanismos normales de defensa pulmonar. El término neumonía aspirativa se utiliza cuando la capacidad para proteger la vía aérea inferior se ve comprometida y/o se aspira un gran volumen. La asfixia por inmersión también puede causar inflamación de los pulmones.

Los factores de riesgo para la aspiración incluyen:

Fisiopatología

Neumonitis química

Muchas sustancias son directamente tóxicas para los pulmones o estimulan una respuesta inflamatoria cuando se aspiran; el ácido gástrico es el más común de estas sustancias, pero otros son los productos derivados del petróleo (sobre todo los de baja viscosidad, como la vaselina sólida) y los aceites laxantes (como los aceites minerales, de ricino y la vaselina líquida). Los productos derivados del petróleo y los aceites laxantes pueden causar neumonía lipoidea. El queroseno y la gasolina aspirados también causan neumonitis química (véase Envenenamiento con hidrocarburos).

El contenido gástrico produce daño sobre todo debido al ácido, aunque los alimentos y otros materiales ingeridos en gran cantidad (p. ej., carbón activado para el tratamiento de sobredosis) son nocivos. El ácido gástrico produce una quemadura química de las vías aéreas y los pulmones que lleva a broncoconstricción rápida, atelectasia y edema. Este síndrome puede resolverse en forma espontánea, en general en el transcurso de unos días, o puede progresar a un síndrome de dificultad respiratoria aguda. La sobreinfección bacteriana se produce en aproximadamente el 25% de los pacientes.

Neumonía aspirativa

Las personas sanas suelen aspirar pequeñas cantidades de secreciones orales, pero los mecanismos de defensa normales usualmente eliminan el inóculo sin secuelas. La aspiración de cantidades más grandes o en un paciente con alteraciones de las defensas pulmonares a menudo causa neumonía y/o absceso pulmonar. Los pacientes mayores tienden a aspirarse debido a trastornos asociados con el envejecimiento que alteran la consciencia (p. ej., uso de sedantes) y otros trastornos (p. ej., trastornos neurológicos, trastornos de la deglución). Ocasionalmente también puede producirse un empiema (véase Derrame pleural).

Los patógenos entéricos gramnegativos y anaerobios de la boca son la causa más frecuente de la neumonía aspirativa.

Signos y síntomas

Los síntomas y signos incluyen

  • Tos

  • Fiebre

  • Disnea

  • Molestias torácicas

La neumonitis química causada por contenidos gástricos produce disnea aguda con tos que a veces es productiva con esputo espumoso rosado, taquipnea, taquicardia, fiebre, crepitantes difusos y sibilancias. Cuando se aspira aceite o vaselina, la neumonitis puede ser asintomática y se detecta por casualidad en la radiografía de tórax o puede manifestarse con fiebre leve, pérdida de peso gradual y presencia de crepitantes.

Diagnóstico

  • Radiografía de tórax

Para la neumonía aspirativa, la radiografía de tórax muestra un infiltrado, con frecuencia pero no exclusivamente, en los segmentos pulmonares declives, es decir, los segmentos basales superior o posterior del lóbulo inferior o el segmento posterior del lóbulo superior. Para el absceso pulmonar relacionado con aspiración, la radiografía de tórax puede mostrar una lesión cavitaria. La tomografía computarizada (TC) con contraste es más sensible y específica para el absceso pulmonar y mostrará una lesión redonda llena de líquido o con un nivel hidroaéreo. La neumonitis y la neumonía aspirativa se distinguen por su curso clínico pero son indistinguibles en los estudios de diagnóstico por imágenes.

En pacientes que aspiran aceite o vaselina, los hallazgos radiográficos pueden variar; la consolidación, la cavitación, los infiltrados intersticiales o nodulares, el derrame pleural y otras alteraciones pueden ser lentamente progresivos. Una TC puede mostrar la atenuación de la grasa dentro de las opacidades y los nódulos de consolidación.

Los signos de aspiración continua pueden incluir carraspeo frecuente o una tos que suena húmeda después de comer. A veces no se encuentran signos y la aspiración continua solamente se diagnostica mediante un esofagograma de bario modificado realizado para descartar un trastorno de la deglución subyacente.

Algunos pacientes con neumonitis y neumonía aspirativa de causa desconocida deben ser evaluados en busca de un trastorno deglutorio subyacente.

Tratamiento

  • Antibióticos

El tratamiento es sintomático, a menudo con oxigenoterapia y ventilación mecánica. A menudo se administran antibióticos (beta-lactámico/inhibidor de la beta-lactamasa o clindamicina) a pacientes con aspiración gástrica observada o confirmada debido a la dificultad para excluir la infección bacteriana como factor contribuyente o principal; sin embargo, si los pacientes mejoran en forma rápida, los antibióticos pueden suspenderse. Los pacientes con casos aparentemente leves también pueden ser controlados sin iniciar antibióticos.

Deben evitarse las sustancias tóxicas que pueden causar neumonía lipoidea. Informes anecdóticos sugieren que los corticoides sistémicos pueden ser beneficiosos en pacientes con aspiración de aceite o vaselina.

Para la neumonía aspirativa, se recomienda un beta-lactámicos/inhibidor de beta-lactamasas, con clindamicina reservada para pacientes alérgicos a la penicilina (1). Si la aspiración se produce en el ámbito hospitalario, se puede utilizar un carbapenémico o piperacilina/tazobactam; se agregan fármacos eficaces contra Staphylococcus aureus resistente a la meticilina si hay factores de riesgo para ese patógeno. La duración del tratamiento suele ser de 1 a 2 semanas.

El tratamiento del absceso pulmonar se hace con antibióticos y a veces, con drenaje percutáneo o quirúrgico. Muchos profesionales continúan el tratamiento con antibióticos hasta que la radiografía de tórax muestra resolución completa o solo una pequeña anomalía estable y residual.

Referencia del tratamiento

  1. 1. Metlay JP, Waterer GW, Long AC, et al: Diagnosis and Treatment of Adults with Community-acquired Pneumonia. An Official Clinical Practice Guideline of the American Thoracic Society and Infectious Diseases Society of America. Am J Respir Crit Care Med 200(7): e45–e67, 2019. https://doi.org/10.1164/rccm.201908-1581ST

Prevención

Las estrategias para prevenir la aspiración son importantes para el cuidado y el resultado clínico general. Para los pacientes con deterioro del nivel de consciencia, puede resultar útil evitar la alimentación oral y los medicamentos orales y elevar la cabecera de la cama a > 30 grados. Deben suspenderse todos los sedantes. Se ha recomendado durante mucho tiempo que los pacientes con disfagia (debido a un accidente cerebrovascular u otras condiciones neurológicas) sigan dietas con texturas especializadas para intentar reducir el riesgo de aspiración; sin embargo, hay poca evidencia firme que avale su eficacia. Un logoterapeuta puede entrenar a los pacientes en estrategias específicas (retracción del mentón, etc.) para reducir el riesgo de aspiración. Para los pacientes con disfagia grave, a menudo se utiliza una gastrostomía percutánea o una sonda de yeyunostomía, aunque no está claro si esta estrategia reduce realmente el riesgo de aspiración porque los pacientes aún pueden aspirar secreciones orales y pueden tener reflujo de la alimentación por la sonda de gastrostomía.

La optimización de la higiene bucal y la atención regular por el dentista puede ayudar a prevenir el desarrollo de neumonía o absceso en pacientes que se aspiran repetidamente.

Conceptos clave

  • Algunos pacientes con neumonitis y neumonía aspirativa de causa desconocida deben ser evaluados en busca de un trastorno deglutorio subyacente.

  • La neumonía aspirativa debe ser tratada con antibióticos; el tratamiento de la neumonitis aspirativa es principalmente sintomático.

  • La prevención secundaria de la aspiración mediante diversas medidas es un componente clave de la atención de los pacientes afectados.

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