Introducción a las intoxicaciones o envenenamientos

PorGerald F. O’Malley, DO, Grand Strand Regional Medical Center;
Rika O’Malley, MD, Grand Strand Medical Center
Revisado/Modificado may. 2022 | Modificado sep. 2022
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Datos clave

La intoxicación o envenenamiento es el efecto perjudicial que se produce cuando una sustancia tóxica se ingiere, inhala o entra en contacto con la piel, los ojos o las membranas mucosas, como las de la boca o la nariz.

  • Entre las posibles sustancias tóxicas se incluyen medicamentos con y sin receta médica, drogas ilegales, gases, productos químicos, vitaminas, alimentos, setas, plantas y venenos de animales.

  • Algunos tóxicos no causan daño, mientras que otros pueden originar lesiones graves o la muerte.

  • El diagnóstico se basa en los síntomas, en la información obtenida de la persona intoxicada y los testigos, y a veces en los análisis de sangre y de orina.

  • Los medicamentos siempre se deben mantener en sus envases originales que los niños no puedan abrir y fuera de su alcance.

  • Los tratamientos consisten en apoyar las funciones corporales de la persona, evitar la absorción adicional del veneno, aumentar su eliminación y, a veces, administrar un antídoto específico.

Más de 2 millones de personas sufren algún tipo de intoxicación cada año en los Estados Unidos. Los fármacos, con prescripción médica o sin ella, y las drogas ilegales son una fuente común de intoxicaciones graves y muertes relacionadas con las intoxicaciones (véase Intoxicación por paracetamol [acetaminofeno] y Intoxicación por aspirina [ácido acetilsalicílico]). Entre otros productos tóxicos comunes cabe citar los gases (por ejemplo el monóxido de carbono), los productos domésticos de limpieza (véase Intoxicación por sustancias cáusticas), los productos para la agricultura, ciertas plantas, los metales pesados (por ejemplo el hierro y el plomo), las vitaminas, los venenos de animales y los alimentos (especialmente ciertas especies de setas y pescado y marisco). Sin embargo, casi cualquier sustancia ingerida en grandes cantidades puede ser tóxica.

Envenenamiento accidental

Las intoxicaciones son las causas más frecuente de accidentes no mortales en el hogar. Los niños, debido a su curiosidad y tendencia a explorar, son especialmente vulnerables a la intoxicación accidental en el hogar, al igual que las personas mayores, a menudo debido a una confusión con los fármacos que deben tomar. Debido a que los niños a menudo comparten píldoras y sustancias encontradas, los hermanos y compañeros de juego también pueden haber resultado envenenados. También las personas hospitalizadas resultan vulnerables a la intoxicación accidental (por errores con fármacos), así como los trabajadores industriales (por su exposición a productos químicos tóxicos).

Envenenamiento deliberado

La intoxicación puede también ser intencionada, en caso de asesinato o suicidio. La mayoría de los adultos que intentan suicidarse por intoxicación toman más de un fármaco en combinación con el consumo de alcohol. La intoxicación puede ser utilizada para reducir a una persona (por ejemplo, para perpetrar una violación o un robo). En raras ocasiones, los progenitores con un trastorno psiquiátrico envenenan a sus hijos para causarles una enfermedad y así obtener atención médica (un trastorno llamado trastorno facticio impuesto sobre otro, anteriormente llamado síndrome de Munchausen por poderes).

Síntomas de las intoxicaciones

Los síntomas causados por la intoxicación dependen del tóxico, la cantidad ingerida, la edad y el estado previo de salud de la persona que lo ha tomado. Algunos tóxicos no son muy potentes y causan problemas solo por una exposición prolongada o por una ingestión repetida de grandes cantidades. Otros tóxicos son tan potentes que una única gota sobre la piel puede causar síntomas graves.

Algunos tóxicos provocan síntomas en cuestión de pocos segundos, mientras que otros lo hacen solo tras varias horas, días o incluso años. Algunos tóxicos provocan pocos síntomas evidentes antes de haber producido lesiones en órganos vitales, como los riñones o el hígado, a veces de forma permanente.

Las toxinas ingeridas y absorbidas generalmente provocan síntomas en todo el organismo, a menudo porque privan a las células de oxígeno o activan o bloquean las enzimas y los receptores. Los síntomas pueden consistir en cambios en la conciencia, la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la respiración y muchos otros, dependiendo de los órganos afectados.

Las sustancias cáusticas o irritantes lesionan las membranas mucosas de la boca, la garganta, el tracto gastrointestinal y los pulmones, causando dolor, tos, vómitos y dificultad para respirar.

El contacto cutáneo con toxinas puede causar diversos síntomas, por ejemplo, erupciones cutáneas, dolor y ampollas. Las exposiciones prolongadas pueden provocar dermatitis.

El contacto ocular con toxinas puede lesionar el ojo, causando dolor ocular, enrojecimiento y pérdida de visión.

Algunos productos atóxicos del hogar*

  1. Adhesivos

  2. Antiácidos

  3. Aceite de baño†

  4. Juguetes de bañera (que flotan)

  5. Lejía (concentración doméstica: menos del 6% de hipoclorito de sodio y menos del 0,5% de hidróxido de sodio)

  6. Cremas suavizantes para el cuerpo

  7. Jabones para baño de burbujas (detergentes)†

  8. Velas

  9. Carbowax (polietilenglicol)

  10. Carboximetilcelulosa (material deshidratante que se empaqueta junto a películas, libros y otros productos)

  11. Aceite de ricino

  12. Alcohol cetílico (también llamado aceite de palmitilo, una sustancia usada en ciertos productos cosméticos como champús y acondicionadores)

  13. Tiza (carbonato de calcio)

  14. Colonias

  15. Anticonceptivos

  16. Corticoesteroides (aplicados a la piel)

  17. Cosméticos

  18. Pinturas de cera o crayones

  19. Desodorantes

  20. Desodorantes, aerosol y refrigerante

  21. Crema y ungüento para la dermatitis del pañal

  22. Pilas (alcalinas)

  23. Suavizantes para la ropa

  24. Productos luminosas, como las barras o los collares luminosos

  25. Glicerol

  26. Glicerilmonoestearato

  27. Grafito

  28. Gomas (como la goma arábiga, agar-agar, y la goma india)

  29. Lociones y cremas para manos

  30. Peróxido de hidrógeno (medicinal al 3%)

  31. Incienso

  32. Marcadores indelebles

  33. Tinta (la cantidad de un bolígrafo)

  34. Sales de yodo

  35. Caolín

  36. Lanolina

  37. Mina de los lápices, «lead» (plomo, en inglés), pero que en realidad las minas son de grafito.

  38. Ácido linoleico

  39. Aceite de linaza (no hervido)

  40. Rotuladores

  41. Fósforos o cerillas

  42. Metilcelulosa

  43. Aceite mineral†

  44. Arcilla para modelar

  45. Periódicos

  46. Pintura (acuarelas o con base acuosa)

  47. Perfumes

  48. Vaselina

  49. Alimentos de origen vegetal (para el hogar)

  50. Glicoles de polietileno, tales como estearato de polietilenglicol

  51. Polisorbato

  52. Masilla

  53. Bolsitas (aceites esenciales, polvos)

  54. Cremas y lociones para el afeitado

  55. Sílice (dióxido de silicio)

  56. Jabón y derivados (incluido el jabón de manos)

  57. Esperma de ballena

  58. Almidón y apresto

  59. Ácido esteárico

  60. Protectores solares

  61. Talco (excepto cuando se inhala)

  62. Dióxido de titanio

  63. Pasta de dientes con o sin flúor

  64. Triacetina (un antifúngico)

  65. Vitaminas (preparados multivitamínicos para niños con o sin hierro)

  66. Vitaminas (preparados mutivitamínicos sin hierro)

  67. Cera o parafina

  68. Óxido de cinc

  69. Óxido de circonio

* Casi cualquier sustancia puede ser tóxica si se ingiere en cantidades suficientes.

† Las sustancias moderadamente viscosas (espesas), como los aceites y detergentes no son tóxicos si se ingieren, pero pueden causar importantes lesiones pulmonares si se aspiran o inhalan hacia los pulmones.

Primeros auxilios para las intoxicaciones (los envenenamientos)

La máxima prioridad a la hora de ayudar a una persona intoxicada es que los que se encuentren a su alrededor no se intoxiquen también.

Las personas expuestas a un gas tóxico deben ser alejadas de la fuente con la mayor rapidez, preferiblemente llevándolas al aire libre, aunque los intentos de auxilio deben ser realizados por profesionales. Hay que tener formación especial y tomar las precauciones convenientes para evitar ser afectados por los gases tóxicos o los productos químicos durante los intentos de socorro. (Véase también Introducción a los sucesos relacionados con las armas que causan víctimas en gran escala.)

En los casos de vertidos de sustancias químicas, a los afectados se les quita inmediatamente toda la ropa contaminada, incluyendo los calcetines, el calzado y las piezas de joyería. Debe lavarse la piel a fondo con agua y jabón. Si los ojos han resultado expuestos, deben enjuagarse abundantemente con agua o suero salino. Los encargados del auxilio deben tomar precauciones para no contaminarse.

Si la persona parece estar muy grave, es preciso ponerse en contacto con la asistencia sanitaria de urgencias (el 911 en la mayoría de zonas de los Estados Unidos). Los testigos han de proceder a la reanimación cardiorrespiratoria si es necesario. Si la persona no parece muy enferma, los testigos pueden ponerse en contacto con el centro de toxicología más cercano para obtener consejo. En los Estados Unidos, el centro de atención toxicológica local puede contactarse en el teléfono 800-222-1222. Para más información existe la American Association of Poison Control Centers (www.aapcc.org). Si la persona que llama o recurre a este tipo de servicio sabe o puede averiguar cuál es el tóxico y la cantidad ingerida, se puede iniciar el tratamiento en el lugar de la exposición si así lo recomienda el centro de intoxicaciones.

Se deben conservar y entregar al médico o al personal sanitario los envases de los productos tóxicos, drogas y todos los fármacos (incluso los que no necesitan receta) ingeridos por el intoxicado. El centro de intoxicaciones recomienda administrar a la persona intoxicada carbón activado antes de llegar al hospital y, ocasionalmente, puede recomendar que se le administre jarabe de ipecacuana para provocarle el vómito, especialmente cuando el hospital esté lejos. Sin embargo, salvo que se indique lo contrario, el carbón activado y el jarabe de ipecacuana no deben ser administrados en el lugar de exposición o por los primeros en atender al intoxicado (como el personal de ambulancia). El jarabe de ipecacuana tiene efectos impredecibles, a menudo provoca vómitos continuos, y es posible que no elimine cantidades importantes del tóxico en el estómago.

Diagnóstico de las intoxicaciones

  • Identificación del tóxico

  • A veces, análisis de orina y de sangre

  • En muy pocos casos, radiografías abdominales

La identificación del tóxico es útil para poder iniciar el tratamiento. El etiquetado de los frascos y la obtención de información procedente de la persona, sus familiares o sus compañeros de trabajo son los mejores medios para que el médico o el centro de intoxicaciones puedan identificar el tóxico. Si no se dispone de las etiquetas, a menudo los fármacos se pueden identificar por las marcas y los colores sobre el comprimido o cápsula. Es probable que las pruebas de laboratorio no identifiquen el tóxico, y muchos fármacos y tóxicos no pueden ser fácilmente identificados y cuantificados en el hospital. Sin embargo, algunas veces los análisis de orina y sangre pueden ser útiles para tal identificación. En ocasiones, los análisis de sangre pueden revelar la gravedad de la intoxicación, pero solo en el caso de muy pocos tóxicos.

El médico examina a la persona afectada en búsqueda de signos que sugieran un cierto tipo de sustancia. Por ejemplo, puede buscar marcas de aguja o rastros que indiquen que la persona afectada se ha inyectado fármacos o sustancias ilícitas (véase Consumo de drogas inyectables). También examina a la persona afectada para detectar síntomas característicos de ciertos tipos de envenenamiento o intoxicación. El médico busca rastros de fármacos o sustancias ilícitas en la piel de la persona afectada o bien la existencia de parches cutáneos para fármacos que se absorben a través de la piel y que pueden estar ocultos entre los pliegues de la piel, en el velo del paladar o debajo de la lengua.

En ciertas intoxicaciones, las radiografías abdominales muestran la presencia y localización de las sustancias ingeridas. Los tóxicos que suelen ser visibles en las radiografías son el hierro, el plomo, el arsénico y otros metales, así como los paquetes grandes de cocaína u otras drogas ilegales que se tragan los llamados correos de la droga o «muleros» (véase Correos humanos y contenedores humanos). Las pilas y los imanes también son visibles en las radiografías, al igual que colmillos, dientes, espinas cartilaginosas y otras partes de los animales que pueden desprenderse y permanecer incrustadas en el cuerpo después de un ataque animal o envenenamiento.

Pruebas de detección de drogas

Los estuches para identificar drogas en la orina se pueden comprar actualmente sin receta médica. La precisión de estos estuches puede variar significativamente. Por lo tanto, los resultados no deben considerarse como prueba de que se ha tomado, o no, una determinada sustancia. Estas pruebas se hacen mejor en la consulta con un profesional. Si se hace sin un profesional, deben comentarse los resultados con un profesional con experiencia en pruebas de detección de drogas. El profesional puede ayudar a la persona a interpretar los resultados de las pruebas y extraer las conclusiones pertinentes.

Prevención de las intoxicaciones o envenenamientos

El uso cada vez más generalizado de los envases con tapas de seguridad a prueba de niños ha reducido enormemente el número de muertes por envenenamiento entre los menores de 5 años. Para evitar la intoxicación accidental, los medicamentos y otras sustancias potencialmente peligrosas deben mantenerse en sus envases originales y en lugares fuera del alcance de los niños. Las sustancias tóxicas, tales como insecticidas y productos de limpieza, no deben ponerse en botellas de bebidas o copas, aunque sea durante un periodo de tiempo corto. Otras medidas preventivas son

  • El etiquetado claro de los productos para el hogar

  • El almacenamiento de fármacos (especialmente los opiáceos) y sustancias tóxicas o peligrosas en armarios cerrados con llave y fuera del alcance de los niños

  • El uso de detectores de monóxido de carbono

Los medicamentos caducados se deben eliminar mezclándolos con arena para gatos o alguna otra sustancia que no llame la atención y ponerlos en un contenedor de basura fuera del alcance de los niños. Las personas también pueden llamar a una farmacia local para obtener asesoramiento sobre cómo desechar los medicamentos correctamente. Se deben leer todas las etiquetas antes de tomar o administrar medicamentos o de utilizar productos para el hogar.

Limitar la cantidad de analgésicos sin prescripción en un único recipiente reduce la gravedad de las intoxicaciones, sobre todo con el paracetamol (acetaminofeno), la aspirina (ácido acetilsalicílico) o el ibuprofeno. Las marcas de identificación impresas en pastillas y cápsulas por el fabricante del medicamento pueden evitar la confusión y los errores de los farmacéuticos, de los profesionales de la salud y de otros.

¿Sabías que...?

  • En los Estados Unidos, el número de teléfono del centro de atención toxicológica es el 1-800-222-1222.

Tratamiento de las intoxicaciones

Algunas de las personas que han sufrido un envenenamiento deben ser hospitalizadas. La mayoría se recuperan totalmente con una atención médica rápida.

Los principios para el tratamiento de cualquier intoxicación son los mismos:

  • Mantener las funciones vitales como la respiración, la presión arterial, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca

  • Evitar que prosiga la absorción

  • Incrementar la eliminación del tóxico

  • Administrar antídotos específicos (sustancias que eliminan, inactivan o contrarrestan los efectos del tóxico) si los hay

  • Evitar la reexposición

El objetivo habitual del tratamiento hospitalario es mantener a la persona con vida hasta que el tóxico haya desaparecido o el organismo lo haya inactivado. A largo plazo, el hígado inactiva la mayor parte de las sustancias tóxicas y se excretan en la orina.

Tratamiento sintomático

Una intoxicación suele requerir un tratamiento, denominado tratamiento sintomático, para estabilizar el corazón, la presión arterial y la respiración hasta que desaparezca el tóxico o sea inactivo. Por ejemplo, una persona que esté muy soñolienta o comatosa puede necesitar una sonda de respiración introducida en la tráquea. La sonda se fija a un ventilador mecánico que mantiene la respiración de la persona. La sonda evita que el vómito entre en los pulmones y el respirador asegura una respiración adecuada.

De igual modo, puede ser necesario un tratamiento para controlar las convulsiones, la fiebre o los vómitos. Si un veneno causa fiebre alta, la persona necesitará ser enfriada, por ejemplo, con una manta de enfriamiento o a veces mediante la aplicación de agua fría o hielo sobre la piel.

Si los riñones dejan de funcionar será necesaria una hemodiálisis. Si la lesión hepática es extensa, puede requerirse un tratamiento para la insuficiencia hepática. Si el hígado o los riñones presentan una lesión permanente grave, puede ser necesario un trasplante de hígado o trasplante de riñón.

Eliminación del veneno o tóxico de los ojos y de la piel

Los venenos que han penetrado en los ojos o en la piel generalmente deben lavarse con grandes cantidades de solución salina o agua del grifo. A veces se utiliza agua y jabón en la piel.

Evitar la absorción del tóxico o veneno

Son muy pocas las sustancias tóxicas (venenos) ingeridas cuya absorción es tan rápida que impide que se puedan tomar medidas para mantenerlas fuera del torrente sanguíneo. Sin embargo, tales medidas son eficaces solo para ciertas sustancias tóxicas y situaciones.

El lavado gástrico (inducir el vómito o el vaciado gástrico) que antes se llevaba a cabo de forma rutinaria, ahora es habitualmente descartado, porque solo elimina una mínima cantidad de tóxico y puede causar complicaciones graves. El lavado de estómago rara vez mejora el pronóstico. Sin embargo, el vaciado gástrico se puede realizar en casos extremadamente raros si se trata de un veneno es muy peligroso (rara vez) o si la persona parece estar en muy mal estado.

En esta intervención, se inserta un tubo a través de la boca hasta el estómago. A través de este tubo se vierte agua en el estómago que luego se extrae (lavado gástrico). Este acción se repite varias veces. Si la persona está aletargada debido al tóxico, el médico coloca primero un tubo respiratorio de plástico en la tráquea a través de la boca (intubación endotraqueal). La intubación endotraqueal evita que el líquido procedente del lavado gástrico entre en los pulmones.

Los médicos solían administrar jarabe de ipecacuana, un medicamento que causa vómitos, a los niños que habían ingerido sustancias tóxicas. Sin embargo, este tratamiento no solía eliminar cantidades significativas de la sustancia ingerida. En la actualidad, los médicos utilizan el jarabe de ipecacuana solo para sustancias que son altamente tóxicas y cuando se requeriría mucho tiempo para llevar a la persona al servicio de urgencias. El jarabe de ipecuana no se administra para el lavado de estómago en el hospital debido a que sus efectos son incompatibles con el mismo.

El carbón activado a veces se da en los servicios de urgencias del hospital para las personas que han tragado venenos. El carbón activado se une al tóxico que queda en el aparato digestivo y evita que la sangre lo absorba. El carbón vegetal se suele tomar por vía oral si la persona está alerta y coopera. No se recomienda la introducción de carbón activado a través de un tubo colocado en la nariz o en la boca de personas que no cooperan o que están letárgicas. A veces, los médicos administran carbón cada 4 o 6 horas para ayudar a limpiar el organismo de la sustancia tóxica. El carbón activado no neutraliza todos los tóxicos. Por ejemplo, el carbón activado no se une al alcohol, al hierro ni a la mayoría de los productos químicos del hogar.

Lavado intestinal completo es un método de tratamiento diseñado para eliminar un veneno del tubo digestivo. Solo se utiliza de vez en cuando, por ejemplo, para la intoxicación grave causada por venenos que se atascan en el tubo digestivo o necesitan moverse físicamente (como paquetes escondidos de drogas de contrabando) o venenos que se absorben lentamente (como algunos fármacos de liberación prolongada) o no absorbidos por el carbón activado (como el hierro y el plomo).

Potenciar la eliminación del tóxico o veneno

Si una intoxicación sigue siendo potencialmente mortal a pesar del uso de carbón y antídotos, puede ser necesario un tratamiento más exhaustivo que elimine el tóxico o veneno. Los tratamientos más frecuentes son la hemodiálisis y la hemoperfusión con carbón activado.

En la hemodiálisis, se utiliza un riñón artificial (dializador) para filtrar el tóxico o veneno directamente desde el torrente sanguíneo.

En hemoperfusión de carbón vegetal, la sangre de una persona pasa por encima de carbón vegetal activado para ayudar a eliminar los venenos (véase la tabla Hemofiltración y hemoperfusión: otras formas de filtrar la sangre).

Para cualquiera de estos métodos se insertan en los vasos sanguíneos unos tubos pequeños (catéteres), un tubo para el drenaje de la sangre de una arteria y otro para devolver la sangre a una vena. Antes de devolver la sangre al organismo se pasa a través de filtros especiales para eliminar la sustancia tóxica.

A veces se utiliza diuresis alcalina. En este procedimiento se administra una solución de bicarbonato sódico (compuesto químico de los gasificantes de repostería) vía intravenosa para hacer la orina más alcalina o básica (opuesto de ácida). Esto puede hacer que aumente la cantidad que se elimina de ciertos fármacos (como ácido acetilsalicílico y barbitúricos) en la orina.

Antídotos

Aunque no se dispone de antídotos específicos para la mayoría de venenos y sustancias o fármacos (a diferencia de la percepción popular de la televisión y las películas), sí existen algunos. Algunos medicamentos habituales que pueden requerir antídotos específicos son el paracetamol (acetaminofeno) (su antídoto es la N-acetilcisteína) y opiáceos como la heroína y el fentanilo (su antídoto es la naloxona). Algunas mordeduras y picaduras venenosas también tienen antídotos (véase Mordeduras de serpiente). No todo el mundo que ha estado expuesta a un veneno requiere su antídoto. Muchas personas se recuperan por sí solos. Pero con una intoxicación grave, los antídotos pueden salvar la vida.

Tabla

Evaluación de la salud mental

Las personas que intentan suicidarse envenenándose necesitan una evaluación mental al igual que un tratamiento adecuado.

Más información

Los siguientes son algunos recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. American Association of Poison Control Centers (Asociación Estadounidense de Centros de Control de las Intoxicaciones): representa a los centros de intoxicaciones con sede en Estados Unidos que proporcionan servicios gratuitos y confidenciales (24 horas al día, 7 días a la semana) a través de la línea de ayuda para intoxicaciones (1-800-222-1222)

  2. Disposal of Unused Medicines: What You Should Know: información sobre cómo desechar de forma segura los medicamentos no utilizados

  3. PoisonHelp.org: Ayuda gratuita y confidencial en línea sobre sustancias tóxicas específicas.

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