Los pólipos pueden crecer con o sin un tallo (una pieza delgada de tejido que une el pólipo a la pared intestinal, de modo similar a como el cuello une la cabeza al cuerpo). El pólipo de la izquierda está unido directamente a la pared del intestino grueso y no tiene tallo. El pólipo de la derecha tiene un tallo. Después de una biopsia, los médicos determinaron que ambos pólipos no eran cancerosos (eran benignos).