Las personas deben comprobar si su compañía aseguradora cubre una segunda opinión. Por lo general, así es. Deben preguntar también sobre los trámites o procedimientos especiales necesarios en caso de desear una segunda opinión.
Deberían pedir a su médico la recomendación de otro médico o especialista. La mayoría de los doctores aceptan con agrado que se solicite una segunda opinión. Sin embargo, el segundo médico no ha de ser un colaborador próximo del primero, porque probablemente compartirán el mismo punto de vista. Si a alguien le resulta incómodo preguntar a su médico, puede hacer la pregunta a otro médico de su confianza. En caso contrario, los hospitales universitarios, las sociedades científicas médicas y las compañías aseguradoras suelen proporcionar nombres de médicos. Aunque algunas personas pueden sentirse incómodas a la hora de preguntar a su médico acerca de una segunda opinión, el hecho de comentar de forma sincera y cortés el motivo por el cual una segunda opinión podría ser útil y pedir la referencia más adecuada puede mejorar la comunicación y conducir a mejores decisiones.
Las personas deben preparar por escrito las preguntas y dudas sobre sus trastornos, y llevar consigo la lista cuando acudan a la consulta con el segundo médico.