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Generalmente, el eritema nudoso se debe a una reacción a un fármaco, a una infección (bacteriana, fúngica o vírica) o a otro trastorno como la enfermedad inflamatoria intestinal.
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Los síntomas habituales son fiebre, dolor articular, y los característicos bultos rojos dolorosos y hematomas en las espinillas.
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El diagnóstico se basa en los síntomas y puede estar respaldado por los resultados de las pruebas que sugieren una posible causa, una radiografía de tórax, análisis de sangre y una biopsia.
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La persona en cuestión deja de tomar el fármaco que podría estar causando los síntomas; los trastornos o infecciones subyacentes se tratan con antibióticos y el dolor se alivia con reposo en cama, antiinflamatorios no esteroideos, y a veces, un corticoesteroide.
(Véase también Introducción a las reacciones de hipersensibilidad y a los trastornos cutáneos inflamatorios.)
Las personas de entre 20 y 40 años, especialmente las mujeres, son más propensas a la enfermedad.
Muy a menudo, el eritema nudoso es un síntoma de alguna otra enfermedad o una reacción a un fármaco, pero en un tercio de los casos la causa es de origen desconocido.
Los desencadenantes más frecuentes son
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Infección estreptocócica (especialmente en niños)
Otros posibles factores desencadenantes incluyen otras infecciones bacterianas (como la tuberculosis), infecciones víricas (como la hepatitis B), diversos fármacos (como las sulfamidas y los anticonceptivos orales), el embarazo, la enfermedad de Behçet y varios tipos de cáncer.
Síntomas
Por lo general, los nódulos del eritema nudoso son sensibles al tacto y aparecen en las espinillas y se asemejan a bultos elevados y moratones que gradualmente cambian de un color rosado a rojo o violeta, y posteriormente a pardo azulado. Es frecuente que se sienta dolor en las articulaciones y se tenga fiebre.
Diagnóstico
Los nódulos dolorosos suelen ser la clave para establecer el diagnóstico.
A veces se extrae un nódulo y se analiza con un microscopio (biopsia) para confirmar el diagnóstico.
Se realizan otras pruebas para buscar posibles causas; dichas pruebas pueden incluir una radiografía de tórax, análisis de sangre y pruebas cutáneas para la tuberculosis.
Tratamiento
El eritema nudoso casi siempre se cura por sí solo, y los nódulos pueden desaparecer en un plazo de entre 3 y 6 semanas sin tratamiento. El reposo en cama, las compresas frías, la elevación de las piernas y los fármacos antiinflamatorios no esteroideos contribuyen a aliviar el dolor causado por los nódulos. Pueden administrarse comprimidos de yoduro de potasio para reducir la inflamación.
Los corticosteroides orales son eficaces, pero solo se administran como último recurso, ya que pueden empeorar una infección subyacente, incluso si no se ha identificado ninguna.
Se suspende el tratamiento con los fármacos que puedan provocar el eritema nudoso, y se tratan las infecciones o trastornos subyacentes. Si la causa de la enfermedad es una infección por estreptococos, se tiene que tomar antibióticos, como penicilina o cefalosporina.