(Véase también Introducción a las valvulopatías.)
La válvula cardíaca pulmonar está situada en la abertura entre el ventrículo derecho y los vasos sanguíneos que se dirigen a los pulmones (arterias pulmonares). La válvula pulmonar se abre cuando el ventrículo derecho se contrae para bombear la sangre hacia el interior de los pulmones. Cuando la válvula pulmonar no se cierra por completo, parte de la sangre se filtra en sentido retrógrado desde las arterias pulmonares hacia el ventrículo derecho, lo que se denomina regurgitación.
El causa más frecuente de regurgitación pulmonar es
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Una presión arterial anormalmente elevada en los pulmones (hipertensión pulmonar)
La alta presión provoca estrés en la válvula, lo que le provoca fugas.
Las causas mucho menos frecuentes son
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Infección de la válvula (endocarditis infecciosa)
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Hipertrofia de la arteria pulmonar
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Un defecto congénito de la válvula
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Cirugía para reparar un defecto cardíaco
La regurgitación pulmonar, por lo general, no causa síntomas. A veces las personas presentan inflamación de los tobillos o fatiga.
Diagnóstico
A menudo se detecta regurgitación pulmonar durante una exploración que se realiza por alguna otra razón. Con el estetoscopio (fonendoscopio), el médico puede escuchar el soplo característico producido por el escape retrógrado de la sangre a través de la válvula pulmonar.
La ecocardiografía muestra una imagen de la válvula lesionada y la cantidad de sangre que escapa, lo que permite establecer la gravedad de la regurgitación.