Clostridium perfringens es una bacteria que causa varios trastornos, entre ellos gastroenteritis. Algunas cepas causan gastroenteritis entre leve y moderada que se cura sin tratamiento, mientras que otras cepas producen una enfermedad grave que puede dañar el intestino delgado y, a veces, conduce a la muerte. Generalmente, la carne de vacuno o de ave, el jugo de carne y los alimentos deshidratados o precocinados contaminados son los responsables de los brotes de intoxicación alimentaria por Clostridium perfringens. Algunas cepas no se destruyen, aunque se cocine bien la carne, y en cambio otras, sí.
Síntomas
La gastroenteritis empieza entre 6 y 24 horas después de haber consumido alimentos contaminados. Los síntomas más frecuentes son diarrea acuosa y retortijones abdominales. Aunque habitualmente es leve, la infección también causa dolor abdominal, distensión abdominal por gases, diarrea grave, deshidratación y una importante disminución de la presión arterial (choque). Los síntomas de una intoxicación alimentaria por Clostridium perfringens suelen durar unas 24 horas.