El dolor de oído se produce generalmente en un solo lado. Algunas personas también presentan supuración del oído o, en raras ocasiones, pérdida de la audición.
Causas
El dolor puede ser debido a un trastorno en el oído en sí o a un trastorno en una parte próxima que comparte los mismos nervios craneales con el oído. Estas zonas son la nariz, los senos paranasales, la garganta y la articulación temporomandibular (ATM).
Las causas más frecuentes de dolor agudo (dolor de menos de 2 semanas) son
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Infección del oído medio (otitis media)
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Infección del oído externo (otitis externa)
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Cambio súbito de presión (barotrauma)
Las infecciones del oído medio y del oído externo causan una inflamación dolorosa. La infección del oído medio también provoca un aumento de la presión por detrás del tímpano (membrana timpánica). Este aumento de presión es doloroso y ocasiona que el tímpano se abombe. Una vez que el tímpano se abomba, en ocasiones se puede perforar liberando una pequeña cantidad de pus y/o sangre del oído. En escasas situaciones, una infección del oído medio se disemina al hueso de la mastoides, situado detrás del oído (ocasionando una mastoiditis).
Los pacientes diabéticos y los que poseen un sistema inmunitario debilitado (debido a la infección por VIH o quimioterapia para el cáncer) pueden desarrollar una forma particularmente grave de otitis externa denominada otitis externa maligna o necrotizante.
Los cambios de presión durante los vuelos en avión o el submarinismo pueden causar dolor de oído (véase también Barotraumatismo del oído). Este se produce cuando el tubo que conecta el oído medio y la parte posterior de la nariz (trompa de Eustaquio) se bloquea o deja de funcionar con normalidad. La obstrucción o disfunción evita que la presión en el oído medio se pueda igualar con la presión externa. La diferencia de presión empuja o tracciona el tímpano, causando dolor. Los cambios de presión también pueden ocasionar la rotura de la membrana timpánica.
Las causas más comunes de dolor crónico (dolor durante más de 2 a 3 semanas) son
Una causa menos frecuente de dolor crónico es el dolor debido a trastornos que afectan la laringe, incluido el cáncer (llamado dolor referido).
Valoración
La siguiente información puede ayudar a las personas con dolor de oído a decidir si es necesaria la valoración de un médico y a saber qué esperar durante la evaluación.
Signos de alarma
Ciertos síntomas y características pueden ser preocupantes en los pacientes con dolor de oído:
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Diabetes o inmunodepresión
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Enrojecimiento e inflamación alrededor del oído
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Inflamación extensa de la entrada del conducto auditivo
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Supuración de líquido desde el oído
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Dolor crónico, sobre todo en pacientes que presentan otros síntomas en la cabeza o el cuello (como afonía, dificultad para tragar u obstrucción nasal)
Cuándo acudir al médico
Los pacientes con signos de alarma o secreción procedente del oído deben consultar con un médico tan pronto como sea posible, a menos que el único signo de alarma sea el dolor crónico. En este caso, no suele ser perjudicial esperar una semana. Los pacientes con dolor agudo deben consultar con un médico en unos pocos días (o antes si el dolor es intenso).
Actuación del médico
En primer lugar, el médico pregunta acerca de los síntomas del paciente y su historial médico. A continuación, realiza una exploración física que se centra en los oídos, la nariz y la garganta. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa del dolor de oído y las pruebas que pueden ser necesarias (véase la tabla Algunas causas y características del dolor de oído).
Además de la presencia de signos de alarma, un factor importante es si el examen del oído es normal. Los trastornos del oído medio y del oído externo ocasionan una serie de signos clínicos que, cuando se combinan con los síntomas del paciente y sus antecedentes médicos, por lo general sugieren una causa.
Los pacientes cuya exploración del oído es normal pueden sufrir dolor de oído por otro motivo, como una amigdalitis. Si no se encuentran alteraciones durante la exploración del oído, pero el paciente presenta dolor crónico, el dolor podría estar relacionado con un trastorno de la articulación temporomandibular (ATM). Sin embargo, es necesario realizar una exploración minuciosa de la cabeza y del cuello (incluida una laringoscopia) para descartar un cáncer o un tumor en las fosas nasales o en la parte superior de la garganta (nasofaringe).
Algunas causas y características del dolor de oído
Causa |
Características comunes*† |
Diagnóstico‡ |
Oído medio |
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Molestias leves a moderadas Ruidos de borboteo, crujidos o chasquidos, con o sin congestión nasal Disminución de la audición en el oído afectado |
Exploración por un médico |
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Cambios de presión (barotrauma) |
Dolor intenso Antecedente reciente de rápidos cambios de presión (como viajes en avión o buceo) A menudo, sangre visible en o detrás del tímpano |
Exploración por un médico |
Infección reciente del oído medio Enrojecimiento y dolor a la palpación detrás del oído A menudo, fiebre y/o supuración por el oído |
Exploración por un médico A veces una TC A veces audiometría |
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Dolor intenso, a menudo con síntomas de resfriado Abombamiento y enrojecimiento del tímpano Más común en los niños A veces, supuración por el oído |
Exploración por un médico A veces audiometría |
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Miringitis infecciosa (infección del tímpano) |
Dolor intenso Inflamación del tímpano Pequeñas ampollas en la superficie de la membrana timpánica |
Exploración por un médico |
Dolor intenso Vesículas o pústulas en el oído externo Puede acompañarse de pérdida de audición o debilidad facial |
Exploración por un médico |
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Oído externo |
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Visible durante la exploración física Cuerpos extraños, casi siempre en niños |
Exploración por un médico |
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Por lo general, en sujetos que estaban tratando de limpiarse el oído Visible durante la exploración física |
Exploración por un médico |
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Prurito y dolor (en la otitis externa crónica predomina el picor y las molestias son leves) A menudo, antecedentes de natación o exposición repetida al agua A veces, supuración maloliente Conducto auditivo enrojecido, inflamado y ocupado por material purulento |
Exploración por un médico TC si se sospecha otitis externa maligna |
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La causa se localiza en las estructuras próximas al oído§ |
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Tumor maligno de garganta, amígdalas, base de la lengua, laringe, fosas nasales o parte superior de la garganta (nasofaringe) |
Malestar crónico A menudo antecedentes de consumo de tabaco y/o alcohol de larga evolución En ocasiones aumento de tamaño no doloroso de los ganglios linfáticos cervicales Por lo general, en personas mayores |
RMN con gadolinio Endoscopia con fibra óptica con extirpación y examen (biopsia) de lesiones visibles |
Infección (amigdalitis, absceso periamigdalino) |
Dolor que empeora al deglutir Enrojecimiento visible de la garganta y/o las amígdalas |
Exploración por un médico En algunas ocasiones, cultivo |
Neuralgia (nervio inflamado; por ejemplo, nervio glosofaríngeo inflamado) |
Episodios frecuentes y agudos, de menos de 1 segundo de duración, de dolor muy intenso. |
Exploración por un médico |
El dolor empeora con el movimiento de la mandíbula Ausencia de movimiento suave de la articulación temporomandibular |
Exploración por un médico A veces radiografías panorámicas o tomografía computarizada (TC) |
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*Las características incluyen los síntomas y los resultados del examen realizado por el médico. Las características que se mencionan son habituales, pero no siempre están presentes. |
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† Muchos pacientes con trastornos del oído medio y externo tienen cierta pérdida de audición. |
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‡ Aunque siempre se realiza un examen médico, solo se menciona en esta columna si el diagnóstico se puede establecer algunas veces mediante el examen médico, sin ningún análisis. En otras palabras, es posible que no se necesiten pruebas adicionales. |
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§ Una característica común es una exploración normal del oído. |
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TC = tomografía computarizada; RMN = resonancia magnética nuclear; ATM = articulación temporomandibular. |
Pruebas complementarias
En la mayoría de los casos, la exploración clínica proporciona el diagnóstico y no se necesitan pruebas complementarias. Sin embargo, si la exploración del oído es normal, especialmente si el dolor es crónico o recurrente, puede ser necesario realizar pruebas complementarias para descartar un tumor. Estas pruebas suelen incluir la exploración de la nariz, garganta y laringe con un tubo flexible provisto de una pequeña cámara (endoscopio) y una resonancia magnética nuclear (RMN) de la cabeza y el cuello.
Tratamiento
La mejor manera de tratar el dolor de oído es tratar el trastorno subyacente.
La persona afectada puede tomar algún fármaco por vía oral para aliviar el dolor. En general es adecuado algún antiinflamatorio no esteroideo (AINE) o paracetamol (acetaminofeno). Sin embargo, algunos pacientes, en especial aquellos que sufren una infección grave del oído externo, pueden necesitar algún opiáceo como oxicodona o hidrocodona durante unos días. En caso de una infección grave del oído externo, el médico a menudo aspira la secrección, purulenta o no, del conducto auditivo y coloca un pequeño drenaje (mecha). La mecha se puede empapar con gotas óticas de antibióticos y/o corticoesteroides.
Las gotas óticas con analgésicos (como combinaciones de antipirina/benzocaína) por lo general no son muy eficaces, pero se pueden utilizar durante unos días. No se deben utilizar estas gotas (ni cualquier otro tipo de gotas para el oído como las empleadas para limpiar el cerumen) en aquellas personas que podrían tener un tímpano perforado, por lo que es necesario consultar con el médico antes de utilizarlas.
No se debe hurgar en el interior del oído con ningún objeto (no importa lo suave que sea el objeto o lo cuidadoso que sea el paciente). Además, no se debe tratar de lavar a presión el oído a menos que el médico lo indique, y en cualquier caso de forma suave. Nunca se debe utilizar en el oído un sistema de lavado a presión como el utilizado para la limpieza de los dientes.
Conceptos clave
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La mayoría de los dolores de oído se deben a una infección del oído medio o del oído externo.
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Por lo general, una exploración médica es todo lo que se necesita para el diagnóstico.
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Si el oído parece normal durante la exploración, el médico busca la presencia de algún trastorno en las estructuras próximas al oído.