(Véase también Generalidades sobre las inmunodeficiencias y Abordaje del paciente con un trastorno de inmunodeficiencia).
El síndrome de Chediak-Higashi es un trastorno de inmunodeficiencia primaria autosómico recesivo raro que implica defectos de células fagocíticas. El síndrome es causado por una mutación en el gen LYST (Regulador de tráfico lisosomal; también conocido como CHS1). Aparecen gránulos lisosómicos gigantes en los neutrófilos y otras células (p. ej., melanocitos, células de Schwann neurales). Los lisosomas anormales no pueden fusionarse con los fagosomas, no se pueden lisar normalmente las bacterias ingeridas.
Signos y síntomas
Losa hallazgos clínicos son albinismo oculocutáneo y susceptibilidad a las infecciones recidivantes respiratorias y de otro tipo.
En alrededor del 80% de los pacientes, se produce una fase acelerada que provoca fiebre, ictericia, hepatoesplenomegalia, adenopatías, pancitopenia, diátesis hemorrágica y cambios neurológicos. Una vez que aparece la fase acelerada, el síndrome suele ser mortal en menos de 30 meses.
Diagnóstico
La neutropenia, la disminución de la citotoxicidad de las células natural killer y la hipergammaglobulinemia son comunes. Se examina un frotis de sangre periférica en busca de gránulos gigantes en los neutrófilos y otras células; un frotis de médula ósea se examina en busca de cuerpos de inclusión gigantes en células precursoras de leucocitos.
El diagnóstico del síndrome de Chédiak-Higashi puede confirmarse con análisis genético para mutaciones LYST.
Debido a que este trastorno es extremadamente raro, no hay necesidad de identificar parientes a menos que la sospecha clínica sea alta.
Tratamiento
Los antibióticos profilácticos pueden ayudar a prevenir infecciones, y el interferón gamma puede ayudar a restaurar parte de la función del sistema inmunológico. Los pulsos de corticosteroides y la esplenectomía a veces inducen remisión transitoria del síndrome de Chédiak-Higashi.
Sin embargo, a menos que se realice un trasplante de células madre hematopoyéticas, la mayoría de los pacientes con síndrome de Chédiak-Higashi mueren debido a infecciones hacia los 7 años. El trasplante de médula ósea con antígeno leucocitario humano (HLA) idéntico y sin fraccionar tras una quimioterapia citorreductora previa al procedimiento puede ser curativo. La tasa de supervivencia a los 5 años del trasplante es de alrededor de 60%.