(Véase también Generalidades sobre las lesiones relacionadas con el buceo y Descripción general de barotrauma).
El buceo puede afectar los oídos externo, medio e interno. Típicamente, el buceador experimenta una opresión en los oídos y dolor durante el descenso; si la presión no se equilibra rápidamente, puede producirse una hemorragia en el oído medio o una rotura de la membrana timpánica. La entrada de agua fría al oído medio puede provocar vértigo, náuseas y desorientación mientras se está sumergido. En el examen del conducto auditivo, la membrana timpánica puede mostrar congestión, hemotímpano, perforación, o ausencia de movilidad durante la insuflación de aire con un otoscopio neumático; habitualmente, hay pérdida auditiva de conducción.
Con frecuencia, el barotraumatismo de oído interno supone la rotura de la ventana redonda oval, que produce acúfenos, pérdida auditiva neurosensitiva, vértigos, náuseas y vómitos. La fístula laberíntica resultante con filtración de perilinfa puede lesionar permanentemente el oído interno.
El barotraumatismo sinusal afecta la mayoría de las veces los senos frontales, seguidos por los senos etmoidales y maxilares. Los buceadores experimentan desde una opresión leve hasta dolor intenso, con sensación de congestión en los compartimentos sinusales afectados durante el ascenso o el descenso, y a veces epistaxis. El dolor puede ser intenso, y en ocasiones se acompaña de dolor facial a la palpación.
Rara vez, puede romperse el seno y producir un neumocéfalo con dolor facial o bucal, náuseas, vértigo o cefalea. La rotura de un seno maxilar puede hacer que el aire retro-orbital con diplopía debido a la disfunción oculomotora. La compresión del nervio trigémino en el seno maxilar puede causar parestesias faciales. El examen físico puede detectar dolor a la palpación en el área de los senos o hemorragia nasal.
Diagnóstico
Los pacientes con síntomas de barotraumatismo del oído interno deben ser evaluados en busca de signos de disfunción vestibular y deben someterse a una audiometría formal urgente, un examen vestibular y posiblemente cirugía.
No es necesaria la realización de estudios por la imagen (p. ej., radiografía simple, TC), aunque la TC es útil si se sospecha una rotura sinusal.
Tratamiento
La mayoría de las lesiones por barotraumatismo ótico y sinusal se resuelven espontáneamente y sólo requieren tratamiento sintomático y seguimiento ambulatorio del paciente.
El tratamiento farmacologico para el barotraumatismo sinusal y de oído medio es el mismo. Los descongestivos (en general oximetazolina 0,05%, 2 inhalaciones en cada narina 2 veces al día durante 3 a 5 días; o seudoefedrina 30 a 60 mg por vía oral 2 a 4 veces al día hasta un máximo de 240 mg/día durante 3 a 5 días) pueden ayudar a abrir las cavidades ocluidas. Los casos graves pueden tratarse con corticoides nasales. El dolor puede controlarse con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos u opiáceos.
Si hay sangrado o signos de derrame, se administran antibióticos (p. ej., amoxicillina 500 mg por vía oral cada 12 horas durante 10 días, trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX) 1 comprimido de potencia doble por vía oral cada 12 horas durante 10 días).
En el barotraumatismo del oído medio, algunos médicos también proponen un ciclo corto de corticoides (p. ej., prednisona 60 mg por vía oral 1 vez al día durante 6 días, con reducción progresiva de la dosis durante 7 a 10 días).
Está indicada la consulta a un otorrinolaringólogo cuando hay síntomas intensos o persistentes. Puede ser necesaria la cirugía urgente (p. ej., timpanotomía para la reparación directa de una ventana redonda u oval rota, miringotomía para agregar líquido desde el oído medio, descompresión sinusal) en las lesiones graves del oído medio o interno o de los senos.
Prevención
Durante un buceo, sepuede evitar un barotraumatismo ótico durante el descenso tragando con frecuencia o espirando contra las narinas pinzadas con los dedos para abrir las trompas auditivas e igualar la presión entre el oído medio y el ambiente. No puede igualarse la presión detrás de los tapones en los oídos, por lo que no debe usarse estos dispositivos cuando se bucea.
La profilaxis con oximetazolina al 0,05% en aerosol nasal, dos inhalaciones por narina 2 veces al día o seudoefedrina 30 a 60 mg por vía oral 2 o 4 veces al día hasta un máximo de 240 mg/día, comenzando de 12 a 24 horas antes de una inmersión, pueden reducir la incidencia de barotraumatismo ótico y sinusal. Si no se resuelve la congestión o si hay una infección de las vías aéreas superiores o una rinitis alérgica no controlada, no se debe bucear.
Conceptos clave
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Si los pacientes tienen acúfenos, pérdida de la audición, o vértigo, se debe organizar una audiometría urgente y pruebas vestibulares.
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Considere TC si se sospecha ruptura del seno.
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Si los síntomas son graves, recetar un analgésico y un descongestionante.
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Se disminuye el riesgo de barotrauma de oído y de seno mediante el asesoramiento en contra del buceo cuando la nariz está congestionada y, a veces mediante la prescripción de oximetazolina o seudoefedrina nasal profiláctica.
Más información
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Divers Alert Network: 24-hour emergency hotline, 919-684-9111