La fluidoterapia oral es eficaz, segura, cómoda y económica en comparación con el tratamiento IV. La fluidoterapia oral es recomendada por la American Academy of Pediatrics y la OMS y debe utilizarse en niños con deshidratación de leve a moderada que aceptan líquidos orales, a menos que lo impidan vómitos copiosos o trastornos subyacentes (p. ej., abdomen quirúrgico, obstrucción intestinal).
(Véase también Deshidratación en niños).
Soluciones
La solución de rehidratación oral (SRO) debe contener
Las bebidas deportivas, las gaseosas, los jugos y bebidas similares no cumplen estos criterios y no deben usarse. Por lo general, tienen una concentración demasiado escasa de sodio y una cantidad excesiva de hidratos de carbono para aprovechar el cotransporte sodio/glucosa, y el efecto osmótico del exceso de hidratos de carbono puede provocar una pérdida adicional de líquidos. El cotransporte sodio/glucosa en el intestino está optimizado con una relación sodio:glucosa de 1:1.
La OMS recomienda la solución de rehidratación oral que es fácil de obtener sin receta en los Estados Unidos. La mayoría de las soluciones se presentan como polvos que se mezclan con agua corriente. Un paquete de SRO se disuelve en 1 L de agua para producir una solución que contiene lo siguiente (en mmol/L):
Asimismo, puede prepararse manualmente agregando 1 L de agua a 3,5 g de sal de mesa, 2,9 g de citrato trisódico (o 2,5 g de bicarbonato de sodio), 1,5 g de cloruro de potasio y 20 g de glucosa.
La SRO es eficaz en pacientes con deshidratación, independientemente de la edad, la causa o el tipo de desequilibrio electrolítico (hiponatremia, hipernatremia o isonatremia) en tanto que su función renal sea adecuada.
También se consiguen fácilmente soluciones de rehidratación comerciales premezcladas en la mayoría de las farmacias y supermercados en los Estados Unidos. Estas soluciones son eficaces a pesar de tener una relación sodio:glucosa de aproximadamente 1:3 (45 mEq/L de sodio para 140 mmol/L [45 mmol/L] de glucosa).
Administración
Por lo general, se administran 50 mL/kg en 4 horas en caso de deshidratación leve y 100 mL/kg en caso de deshidratación moderada. Por cada deposición diarreica, se administran 10 mL/kg (hasta 240 mL) adicionales. Después de 4 h, se revalúa al paciente. Si persisten los signos de deshidratación, se repite el mismo volumen. Los pacientes con cólera pueden requerir muchos litros de líquido por día.
Por lo general, los vómitos no impiden la rehidratación oral (a menos que haya obstrucción intestinal u otra contraindicación a la ingesta de líquido por boca) porque los vómitos típicamente ceden con el tiempo. Se utilizan cantidades pequeñas y frecuentes, que comienzan con 5 mL cada 5 minutos y se aumentan en forma gradual según la tolerancia. El volumen calculado requerido durante un período de 4 horas puede ser dividido en 4 alícuotas separadas. Estas 4 alícuotas pueden entonces ser divididas en 12 alícuotas más pequeñas y administradas cada 5 minutos durante el transcurso de una hora con una jeringa si es necesario.
En los niños con diarrea, la ingesta oral a menudo precipita una deposición diarreica, por lo que el mismo volumen se debe dar en un menor número de alícuotas.
Una vez repuesto el déficit, debe utilizarse una solución oral de mantenimiento que contenga menos sodio. Los niños deben consumir una dieta apropiada para la edad en cuanto hayan sido rehidratados y hayan dejado de vomitar. Los lactantes pueden reanudar la lactancia materna o artificial.