Los quistes de Baker son bursas agrandadas que se desarrollan a partir de una acumulación de líquido sinovial en la fosa poplítea. La mayoría de los quistes de Baker son pequeños y no causan síntomas. Cuando se hacen más grandes (> 5 cm), el paciente puede notarlos como una inflamación detrás de la rodilla.
Etiología de los quistes de Baker
La mayoría de los quistes de Baker acumulan líquido del espacio adyacente articular de la rodilla adyacente. El aumento de la producción de líquido sinovial es causado por una enfermedad articular subyacente. El líquido sinovial fluye desde la articulación hacia el quiste y se extiende a la rodilla. Los quistes de Baker pueden desarrollarse sin comunicación con la articulación de la rodilla (p. ej., de la bursa del gastrocnemio y el semimembranosa) en los niños.
Los quistes de Baker suelen ser causados por
Lesión de rodilla previa
Artritis reumatoide y otras artropatías inflamatorias
Artrosis
Desgaste excesivo de la rodilla
Signos y síntomas de los quistes de Baker
Los quistes de Baker pueden ser asintomáticos, pero se advierten cuando se inflaman (p. ej., ≥ 5 cm). La compresión del tejido adyacente puede causar dolor, en general con la extensión de la rodilla. Los pacientes refieren dolor que empeora, aumento de la rigidez de la rodilla y disminución de la amplitud de movimiento a medida que el quiste se agranda. Los quistes pueden romperse, simulando una trombosis venosa profunda, con edema, eritema, calor y/o signo de Homan.
Diagnóstico del quiste de Baker
Evaluación clínica
A veces ecografía
A veces, resonancia magnética
Los quistes de Baker se encuentran en la fosa poplítea. Los quistes son más prominentes y firmes cuando el paciente está de pie y la rodilla está completamente extendida.
Si los hallazgos clínicos no son concluyentes (p. ej., si los quistes son pequeños o para diferenciarlos de las trombosis venosas profundas), se puede hacer una ecografía. En ocasiones, se realiza una resonancia magnética, p. ej., si la ecografía no es concluyente o para diagnosticar y caracterizar trastornos internos de la rodilla que pueden requerir cirugía.
Tratamiento del quiste de Baker
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
Aspiración articular e inyección de corticosteroides
A veces, extirpación quirúrgica del quiste
Los quistes asintomáticos no requieren tratamiento. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son el tratamiento principal para los quistes de Baker.
Se puede indicar una aspiración articular para eliminar el líquido y aliviar el dolor y el edema. La artrocentesis y la inyección de corticosteroides a veces se utilizan para tratar la inflamación. A veces, el quiste se aspira bajo guía ecográfica. La extirpación quirúrgica del quiste es una alternativa si otros tratamientos no son eficaces.
Conceptos clave
Las causas habituales de los quistes de Baker son lesiones previas, artritis reumatoide, artrosis o uso excesivo de la rodilla.
Si los hallazgos clínicos no son concluyentes, se realiza una ecografía o, con menor frecuencia, resonancia magnética.
Si es sintomático, la mayoría de los casos se trata con AINE, y a veces artrocentesis e inyección de corticosteroides.