La psoriasis es una enfermedad inflamatoria que se manifiesta casi siempre con pápulas y placas eritematosas, bien delimitadas, cubiertas por una descamación de color plata. Múltiples factores contribuyen, incluyendo la genética. Los traumatismos, las infecciones y algunos fármacos son los factores desencadenantes más comunes. Los síntomas suelen ser leves, aunque puede presentar prurito leve a intenso. Las consecuencias cosméticas pueden ser importantes. Algunas personas desarrollan un cuadro grave con artritis dolorosa (artritis psoriásica). El diagnóstico se basa en el aspecto y la distribución de las lesiones. El tratamiento puede incluir agentes tópicos (p. ej., emolientes, análogos de la vitamina D3, retinoides, alquitrán de hulla, ditranol, corticosteroides), fototerapia y, en casos graves, fármacos sistémicos (metotrexato, retinoides orales, ciclosporina, agentes inmunomoduladores [biológicos]).