
Los lunares atípicos son nevos con un aspecto clínico e histológico algo diferente (arquitectura desordenada y melanocitos atípicos). Algunos pacientes tienen sólo uno o pocos lunares atípicos; otros tienen muchos. Aunque la mayoría de los melanomas surge de novo, algunos se desarrollan a partir de lunares atípicos. Los factores de riesgo para el melanoma incluyen un mayor número de lunares atípicos y una mayor exposición a la radiación ultravioleta y el sol.
La propensión a desarrollar lunares atípicos puede ser hereditaria (autosómica dominante) o esporádica sin asociación familiar aparente. El síndrome de lunar atípico-melanoma familiar se refiere a la presencia de múltiples lunares atípicos y melanomas en ≥ 2 familiares de primer grado. Estos pacientes tienen un riesgo bastante más alto (25 veces) de melanoma.
Signos y síntomas de los lunares atípicos
Los lunares atípicos suelen ser más grandes que otros nevos (> 6 mm de diámetro) y casi siempre redondeados (a diferencia de muchos melanomas), pero con bordes mal definidos y leve asimetría. En cambio, los melanomas tienen color más irregular, y pueden tener áreas de color rojo, azul, blanco, o despigmentadas con aspecto cicatrizal.
Diagnóstico de los lunares atípicos
Evaluación clínica
Evaluación dermatoscópica
Biopsia
Exámenes físicos regulares
Los lunares atípicos deben distinguirse de los melanomas. Las características que sugieren melanoma, conocidas como el ABCDE del melanoma, son
A: Asimetría— apariencia asimétrica
B: Bordes—bordes irregulares (es decir, no redondos ni ovalados)
C: Color—variación del color dentro del lunar, colores inusuales, o un color muy diferente o más oscuro que otros lunares del paciente
D: Diámetro—> 6 mm
E: Evolución—un lunar nuevo en un paciente > 30 años o un lunar cambiante
Si bien los hallazgos clínicos a veces pueden sugerir el diagnóstico de lunares atípicos (véase tabla Características de los lunares típicos vs atípicos Características de los lunares típicos vs atípicos ), puede ser difícil la diferenciación visual entre un nevo atípico y un melanoma; deben biopsiarse las lesiones con peor aspecto para establecer el diagnóstico y determinar el grado de atipia. La biopsia debe tratar de incluir toda la profundidad y la amplitud de la lesión; la biopsia escisional suele ser ideal.
Los pacientes con lunares atípicos múltiples o antecedentes familiares o personales de melanoma deben ser controlados periódicamente (p. ej., una vez al año si tienen antecedentes familiares de melanoma, más a menudo si tienen antecedentes personales de melanoma). Algunos dermatólogos observan patrones pigmentarios de las lesiones melanocíticas utilizando un instrumento portátil conocido como dermatoscopio. La dermatoscopia permite al dermatólogo ver estructuras no visibles a simple vista. La dermatoscopia puede revelar ciertas características sugestivas de melanoma de alto riesgo (p. ej., velo azul-blanco, puntos y glóbulos irregulares, red pigmentada atípica, red invertida).
Tratamiento de los lunares atípicos
Eliminación por escisión o rasurado cuando se desee
Extirpación completa de las lesiones muy atípicas
La extirpación profiláctica de todos los lunares atípicos no es eficaz para prevenir el melanoma y no se recomienda. Sin embargo, puede justificarse la extirpación de los lunares atípicos en las siguientes condiciones:
Un paciente tiene antecedentes de alto riesgo (p. ej., antecedentes personales o familiares de melanoma).
Un paciente no puede garantizar un seguimiento cercano.
El lunar tiene hallazgos dermatoscópicos de alto riesgo.
El lunar está en una ubicación que dificulta o impide el control por parte del paciente de cambios en el lunar.
Prevención de los lunares atípicos
Protección solar (es decir, ropa protectora, pantalla solar, evitar el sol durante las horas pico, buscar sombra)
Autoexamen regular
Fotografía de cuerpo entero
A veces, vigilancia de los miembros de la familia
Los pacientes con lunares atípicos deben evitar la exposición excesiva a la luz solar y usar protección solar Prevención La piel puede responder a la luz solar con cambios crónicos (p. ej., dermatoheliosis [fotoenvejecimiento], queratosis actínica), o agudos (p. ej., fotosensibilidad o quemaduras solares). El... obtenga más información . En pacientes que se protegen de la exposición al sol se debe aconsejar tomar suficientes suplementos de vitamina D. También, es preciso enseñarles a autoevaluarse para detectar cambios en los lunares ya existentes y a reconocer las características de los melanomas. Una fotografía de cuerpo entero puede ayudar a detectar nevos nuevos y monitorizar cambios nevos existentes. Se recomienda un seguimiento con exámenes periódicos.
Si los pacientes tienen antecedentes de melanoma (ya sea si los desarrollaron a partir de nevos atípicos o de novo) u otros cánceres cutáneos, debe examinarse a los familiares de primer grado. Los pacientes que pertenecen a familias propensas a tener melanomas (es decir, ≥ 2 familiares de primer grado con melanomas cutáneos) tienen alto riesgo de desarrollarlos en cualquier momento de la vida. Debe examinarse toda la superficie cutánea (incluido el cuero cabelludo y genitales) de los miembros de una familia de alto riesgo al menos una vez para determinar el riesgo y la necesidad de seguimiento.
Conceptos clave
El riesgo de melanoma es mayor si en los pacientes ha aumentado el número de lunares atípicos, se han expuesto más al sol, o tienen el síndrome de nevo-melanoma atípico familiar.
Debido a que la diferenciación clínica del melanoma puede ser difícil, biopsie los lunares atípicos más sospechosos.
Se debe seguir de cerca a los pacientes con lunares atípicos, sobre todo los que tienen mayor riesgo de melanoma, y tomar fotografía de cuerpo completo.
Recomendar protección solar (con suplementos de vitamina D) y autoexamen regular para pacientes de alto riesgo.
Se deben hacer exámenes de cuerpo completo de todos los familiares de primer grado de pacientes que tienen melanoma.