Hepatitis C, aguda

PorSonal Kumar, MD, MPH, Weill Cornell Medical College
Revisado/Modificado ago. 2022
Vista para pacientes

La hepatitis C es causada por un virus RNA que a menudo se transmite por vía parenteral. A veces causa síntomas típicos de hepatitis viral, incluyendo anorexia, malestar e ictericia, pero puede ser asintomática. Rara vez ocurren hepatitis fulminante y la muerte. La hepatitis crónica se desarrolla en aproximadamente el 75% y puede conducir a cirrosis y rara vez a carcinoma hepatocelular. El diagnóstico se realiza mediante pruebas serológicas. El tratamiento consiste en fármacos antivirales. No existe una vacuna contra esta infección.

(Véase también Causas de la hepatitis, Generalidades sobre la hepatitis aguda, y Hepatitis C crónica.)

En los Estados Unidos se diagnosticaron 4136 casos de hepatitis C aguda en 2019. Sin embargo, debido a que muchos casos no se reconocen o no se informan, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) estiman que el número real de nuevas infecciones fue mayor de 57.500 en 2019 (1). El número de casos agudos de hepatitis C ha aumentado en los Estados Unidos desde 2013.

El virus de la hepatitis C (HCV) es un flavivirus de RNA monocatenario que causa hepatitis viral aguda y es una causa común de hepatitis viral crónica. Existen seis subtipos principales de HCV con secuencias de aminoácidos diferentes (genotipos); estos subtipos varían geográficamente y en la virulencia y la respuesta al tratamiento. HCV también puede alterar su patrón de aminoácidos con el paso del tiempo en las personas infectadas y producir cuasiespecies.

La infección por HCV a veces se produce simultáneamente con trastornos sistémicos específicos, incluyendo los siguientes:

Los mecanismos son inciertos.

Hasta el 20% de los pacientes con hepatopatía alcohólica es portador de HCV. Las razones de esta asociación importante son desconocidas, porque el consumo concomitante de alcohol y drogas sólo es responsable de un porcentaje de estos casos. En estos pacientes, el HCV y el alcohol actúan de manera sinérgica para empeorar la inflamación y la fibrosis del hígado.

Transmisión de la hepatitis C

La infección se transmite con mayor frecuencia a través de la sangre, sobre todo cuando los drogadictos por vía intravenosa comparten agujas, pero también a través de instrumentos compartidos para el uso de drogas intranasales, o de la realización de tatuajes y perforaciones corporales ornamentales (body piercing) con equipo no estéril.

La transmisión sexual y vertical de la hepatitis C de madre a hijo es relativamente infrecuente.

La frecuencia de transmisión de la hepatitis C a través de transfusiones de sangre disminuyó de manera significativa desde el advenimiento de pruebas de cribado en la sangre de donantes.

Algunos casos esporádicos surgen sin factores de riesgo evidentes.

La prevalencia de HCV varía con la geografía y otros factores de riesgo.

Referencia general

  1. 1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Hepatitis C questions and answers for health professionals. Accedido el 8 de junio de 2022.

Síntomas y signos de la hepatitis C aguda

La hepatitis C puede ser asintomática durante la infección aguda. Su gravedad suele fluctuar, a veces con hepatitis recrudescente y concentraciones de aminotransferasa que ascienden y descienden durante varios años o incluso, décadas. La hepatitis fulminante es extremadamente rara.

HCV se asocia con la tasa de cronicidad más elevada (alrededor del 75%). La hepatitis C crónica resultante suele ser asintomática o benigna, pero progresa a cirrosis en el 20 al 30% de los pacientes; la cirrosis suele tardar varias décadas en evidenciarse. La cirrosis inducida por HCV puede producir un carcinoma hepatocelular, aunque este cáncer sólo aparece en forma infrecuente en pacientes con infección crónica sin cirrosis (a diferencia de la hepatitis B).

Diagnóstico de la hepatitis C aguda

  • Pruebas serológicas

  • Medición del RNA del HCV

En el diagnóstico inicial de la hepatitis aguda, la hepatitis viral debe diferenciarse de otros trastornos que ocasionan ictericia (véase figura Aproximación diagnóstica simplificada a las posibles hepatitis virales agudas).

Si se sospecha hepatitis viral aguda, deben solicitarse las siguientes pruebas en busca del virus de la hepatitis A, B y C:

  • Anticuerpo IgM contra el virus de la hepatitis A (anti-HAV)

  • Antígeno de superficie de hepatitis B (HBsAg)

  • Anticuerpo IgM contra el núcleo (core) del virus de hepatitis B (IgM anti-HBc)

  • Anticuerpo contra HCV (anti-HCV) y RNA de HCV

Si la prueba anti-HCV es positiva, se mide RNA e HCV para distinguir una infección activa por hepatitis C de la infección pasada (véase tabla Serología para hepatitis C).

En la hepatitis C, el anticuerpo anti-HVC en suero representa una infección, crónica, pasada o aguda; el anticuerpo no es protector. Cuando los casos no están claros o cuando la sospecha de hepatitis C es alta, se mide el RNA de CHV. El anti-HCV suele aparecer dentro de las primeras 2 semanas de la infección aguda, pero a veces se retrasa; no obstante, el HCV-RNA es positivo en un período más temprano.

Tabla

Otras pruebas

Se necesita un hepatograma, si no se indicó antes; incluye concentraciones séricas de alanina aminotransferasa (ALT), aspartato aminotransferasa (AST) y fosfatasa alcalina.

Se deben solicitar otras pruebas para evaluar la función hepática y la gravedad de la enfermedad; estas incluyen albúmina sérica, bilirrubina, recuento de plaquetas, y tiempo de protrombina/índice internacional normalizado (TP/IIN).

Tratamiento de la hepatitis C aguda

  • Terapia antiviral

Hay una serie de fármacos antivirales de acción directa (AAD) nuevos y muy eficaces para la hepatitis C que puede disminuir la probabilidad de desarrollar una infección crónica. Los fármacos antivirales de acción directa también ayudan a prevenir la transmisión a otros. Las recomendaciones actuales son comenzar el tratamiento después del diagnóstico inicial de HCV aguda, sin esperar la resolución espontánea.

El alcohol y los fármacos hepatotóxicos (p. ej., paracetamol) deben evitarse porque pueden aumentar el daño hepático. Las restricciones en la dieta o la actividad, como el reposo en cama que suele prescribirse, no poseen un fundamento científico.

Deben informarse los casos de hepatitis viral al departamento de salud local o estatal.

Referencia del tratamiento

  1. 1. American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD)–Infectious Diseases Society of America (IDSA): HCV Guidance: Recommendations for testing, managing, and treating hepatitis C: Management of acute HCV infection. Accedido el 8 de junio de 2022.

Prevención de la hepatitis C aguda

Los pacientes deben ser advertidos de evitar comportamientos de alto riesgo (p. ej., compartir agujas para inyectarse drogas, hacerse tatuajes y perforaciones en el cuerpo).

La sangre y otros líquidos corporales (p. ej., saliva, semen) se consideran infecciosos. El riesgo de infección después de una sola exposición al pinchazo de aguja es de aproximadamente 1,8%. Se recomienda implementar barreras de protección, pero el aislamiento de los pacientes no es útil para prevenir la hepatitis C aguda.

El riesgo de transmisión desde el personal médico infectado por HCV parece ser bajo, y no existen recomendaciones de los CDC para restringir la tarea de los trabajadores de la salud infectados por hepatitis C.

La infección postransfusional se reduce al mínimo si se evitan transfusiones innecesarias y se evalúan en forma sistémica todos los donantes para detectar hepatitis B y C. Estas pruebas de cribado redujeron la incidencia de las hepatitis B y C postransfusional, que son extremadamente infrecuentes en los Estados Unidos.

No se desarrollaron productos para la inmunoprofilaxis de HCV. La tendencia de HCV a cambiar su genoma impide el desarrollo de una vacuna.

No se recomienda la profilaxis preexposición o posexposición con terapia antiviral.

Conceptos clave

  • La hepatitis C se suele transmitir por contacto con sangre contaminada por vía parenteral; la transmisión por contacto de las mucosas con otros líquidos corporales y la transmisión perinatal de madres infectadas son raras.

  • Alrededor del 75% de los pacientes con hepatitis C aguda desarrolla hepatitis C crónica, que provoca cirrosis en el 20 al 30% de los pacientes; algunos de los casos con cirrosis evolucionan a carcinoma hepatocelular.

  • Diagnóstico mediante ensayo para anticuerpos contra HCV y HCV RNA.

  • Trate con medicamentos antivirales después del diagnóstico inicial de hepatitis C, sin esperar la resolución espontánea.

  • No existe una vacuna contra la hepatitis C.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de este recurso.

  1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Viral Hepatitis: preguntas y respuestas sobre hepatitis C para profesionales de la salud: este recurso proporciona una visión general de la hepatitis C (incluyendo definiciones, estadísticas, factores de riesgo y complicaciones) e información sobre la transmisión, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento, así como sobre la hepatitis C y el embarazo. Accedido el 6 de julio de 2022.

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