En la córnea pueden surgir infecciones, inflamaciones no infecciosas, ulceraciones, daño mecánico y lesión por agentes ambientales. La infección (queratitis), a menudo asociada con una conjuntivitis secundaria, puede deberse a virus, bacterias, Acanthamoeba, u hongos. La ulceración suele representar la progresión de la queratitis. Los síntomas que sugieren afectación más que simple conjuntivitis incluyen dolor (cuerpo extraño, sensación dolorosa), sobre todo con la exposición a la luz, y disminución de la agudeza visual.