(Véase también Generalidades sobre los trastornos conjuntivales y esclerales.)
La epiescleritis aparece en adultos jóvenes, sobre todo en mujeres. Suele ser idiopática, pero puede asociarse a enfermedades del tejido conjuntivo y, rara vez, a enfermedades sistémicas graves.
Produce irritación leve. Además, aparece un parche rojo brillante justo por debajo de la conjuntiva bulbar (epiescleritis simple). También puede haber un nódulo elevado, hiperémico y edematoso (epiescleritis nodular). La conjuntiva palpebral es normal.
La epiescleritis se diferencia de la conjuntivitis por la hiperemia localizada en un sector limitado del globo, mucho menos lagrimeo y la ausencia de secreción. Se distingue de la escleritis por la ausencia de fotofobia y de dolor intenso.
Es un trastorno autolimitado que rara vez se asocia a enfermedades sistémicas de importancia. Los corticoides tópicos (p. ej., colirio de acetato de prednisolona al 1% 4 veces al día durante 7 días, reducidos gradualmente durante 3 semanas) o un medicamentos antiinflamatorios no esteroideos oral habitualmente acortan el ataque; los corticoides suelen ser prescritos por un oftalmólogo. Los vasoconstrictores tópicos (p. ej., tetrahidrozolina) son opcionales para mejorar el aspecto estético; sin embargo, su uso regular puede empeorar el eritema debido al efecto rebote.