Los componentes fundamentales de los pacientes con síntomas pulmonares son los antecedentes, el examen físico y, en muchos casos, una radiografía de tórax. Estos componentes establecen la necesidad de realizar estudios complementarios ulteriores, que pueden incluir pruebas de la función pulmonar y un análisis de gases en sangre arterial, TC u otros estudios por la imagen torácicos y una broncoscopia.
La tos se define como una maniobra espiratoria explosiva que se realiza de manera refleja o deliberada para limpiar las vías aéreas. Es uno de los síntomas más frecuentes que lleva a los pacientes a consultar al médico. (Véase también Tos en los niños).
La toracostomía con aguja, también llamada descompresión con aguja, consiste en la inserción de una aguja en el espacio pleural para descomprimir un neumotórax a tensión.
Las pruebas de la función pulmonar proporcionan medidas del flujo de aire, los volúmenes pulmonares, el intercambio gaseoso, la respuesta a los broncodilatadores y la función de los músculos respiratorios.
La bronquitis aguda es la inflamación del árbol traqueobronquial, comúnmente después de una infección de las vías aéreas superiores en ausencia de trastornos pulmonares crónicos. La causa casi siempre es una infección viral. El patógeno rara vez es identificado. El síntoma más común es la tos, con fiebre o sin ella, y tal vez la producción de esputo. El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos. El tratamiento es sintomático; los antibióticos generalmente no son necesarios. El pronóstico es excelente.
El asma es una enfermedad caracterizada por la inflamación difusa de las vías aéreas causada por una variedad de estímulos desencadenantes que da lugar a una broncoconstricción parcial o completamente reversible. Los signos y síntomas son disnea, opresión torácica, tos y sibilancias. El diagnóstico se basa en los antecedentes, el examen físico y las pruebas de función pulmonar. El tratamiento implica el control de los factores desencadenantes y la farmacoterapia, sobre todo con agonistas beta-2-adrenérgicos y corticosteroides, ambos inhalatorios. El pronóstico es bueno con tratamiento.
Las bronquiectasias consisten en la dilatación y destrucción de los grandes bronquios causadas por inflamación y una infección crónica. Las causas más frecuentes son la fibrosis quística, los trastornos inmunitarios y las infecciones recidivantes, aunque algunos casos parecen ser idiopáticos. Los síntomas consisten en tos crónica y expectoración de esputo purulento; algunos pacientes también pueden presentar fiebre y disnea. El diagnóstico se basa en los antecedentes y los estudios por la imagen, que en general incluyen tomografía computarizada de alta resolución, aunque las radiografías de tórax estándar pueden ser diagnósticas. El tratamiento y la prevención de las exacerbaciones agudas se realizan con broncodilatadores, eliminación de las secreciones, antibióticos y tratamiento de las complicaciones, como hemoptisis y el daño pulmonar adicional provocado por infecciones resistentes u oportunistas. Siempre que sea posible, es importante tratar los trastornos subyacentes.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es la limitación al flujo de aire causada por una respuesta inflamatoria a toxinas inhaladas, a menudo el humo del cigarrillo. La deficiencia de alfa-1 antitripsina y varias exposiciones ocupacionales son causas menos comunes en los no fumadores. Los síntomas consisten en tos productiva y disnea que se va desarrollando en el transcurso de años; signos usuales son la disminución de los ruidos respiratorios, una fase espiratoria de la respiración prolongada y sibilancias. Los casos graves pueden complicarse por pérdida de peso, neumotórax, episodios agudos frecuentes de descompensación, insuficiencia cardíaca derecha y/o insuficiencia respiratoria aguda o crónica. El diagnóstico se basa en la anamnesis, el examen físico, la radiografía de tórax y las pruebas de la función pulmonar. El tratamiento consiste en broncodilatadores, corticoides y, cuando es necesario, oxígeno y antibióticos. Los procedimientos de reducción del volumen pulmonar o de trasplante se utilizan en la enfermedad avanzada. La supervivencia en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica está relacionada con la gravedad de la limitación del flujo de aire y la frecuencia de las exacerbaciones.
La hemorragia alveolar difusa es la hemorragia pulmonar persistente o recidivante. Existen numerosas causas, pero los trastornos autoinmunitarios son más frecuentes. La mayoría de los pacientes presentan disnea, tos, hemoptisis e infiltrados alveolares nuevos en los estudios por imágenes del tórax. Las pruebas diagnósticas se dirigen a la supuesta causa. El tratamiento se realiza con inmunosupresores para pacientes con causas autoinmunitarias y asistencia respiratoria si es necesario.
Las enfermedades pulmonares medioambientales se deben a la inhalación de polvos, alérgenos, productos químicos, gases o contaminantes medioambientales. Los pulmones están continuamente expuestos al ambiente externo y son susceptibles a una serie de desafíos medioambientales. Los procesos patológicos pueden afectar a cualquier parte de los pulmones, incluidas las
Las enfermedades pulmonares intersticiales incluyen un grupo heterogéneo de trastornos caracterizados por engrosamiento de los tabiques alveolares, proliferación de los fibroblastos, depósito de colágeno y, si el proceso continúa sin controlarse, fibrosis pulmonar. Estas enfermedades pueden clasificarse utilizando diferentes criterios (p. ej., aguda y crónica, granulomatosa y no granulomatosa, con causas conocidas y desconocidas, enfermedad primaria del pulmón y enfermedad secundaria a trastornos sistémicos, antecedentes de tabaquismo o ausencia de ellos).
El absceso pulmonar es una infección necrosante del pulmón caracterizada por una lesión cavitaria repleta de pus. Normalmente es causado por la aspiración de secreciones bucales en pacientes que tienen alteraciones de la consciencia. Los síntomas son tos productiva, fiebre, sudores y pérdida de peso. El diagnóstico se basa sobre todo en la radiografía de tórax. El tratamiento suele efectuarse con una combinación de beta-lactámicos/inhibidor de beta-lactamasas o un carbapenémico.
Las masas mediastínicas son causadas por una variedad de quistes y tumores; las causas probables difieren según la edad del paciente y localización de la masa (mediastino anterior, medio o posterior). Los tumores pueden ser asintomáticos (frecuente en adultos) o causar síntomas respiratorios obstructivos (más probable en niños). Los estudios complementarios consisten en la TC con biopsia y pruebas auxiliares, según sea necesario. El tratamiento difiere según la causa.
La neumonía es una inflamación aguda de los pulmones causada por una infección. En general, el diagnóstico inicial se basa en la radiografía de tórax y los hallazgos clínicos. Las causas, los síntomas, el tratamiento, la prevención y el pronóstico difieren según si la infección es bacteriana, micobacteriana, viral, micótica o parasitaria, si es extrahospitaladia o intrahospitalaria, si ocurre en un paciente tratado con ventilación mecánica y si se ha contagiado en geriátricos u otros establecimientos asociados con la salud, y si aparece en un paciente inmunocompetente o inmunocomprometido.
La embolia pulmonar es la oclusión de arterias pulmonares por trombos que se originan en otra parte, típicamente en las grandes venas de las piernas o la pelvis. Los factores de riesgo para la embolia pulmonar incluyen aquellos trastornos que comprometen el retorno venoso, los que causan lesión o disfunción endotelial y los estados de hipercoagulación subyacentes. Los síntomas de la embolia pulmonar son inespecíficos e incluyen disnea, dolor torácico pleurítico y, en casos más graves, mareos, presíncope, síncope o paro cardiorrespiratorio. Los signos también son inespecíficos y pueden incluir taquipnea, taquicardia, y en casos más graves, hipotensión. El diagnóstico de embolia pulmonar se logra con mayor frecuencia con la angiotomografía computarizada (angioTC), aunque a veces es necesaria una gammagrafía de ventilación/perfusión. El tratamiento de la embolia pulmonar consiste en anticoagulantes y, a veces, disolución del coágulo con trombólisis sistémica o dirigida por catéter o extracción quirúrgica o por catéter. Cuando está contraindicada la anticoagulación, se debe colocar un filtro en la vena cava inferior. Las medidas preventivas consisten en anticoagulantes y/o dispositivos de compresión mecánica que se aplican en las piernas de pacientes hospitalizados.
La hipertensión pulmonar es el aumento de presión en la circulación pulmonar. Puede ser secundaria a muchas causas; algunos casos son idiopáticos. En la hipertensión pulmonar, los vasos sanguíneos pulmonares pueden experimentar constricción, sección, pérdida e incluso obstrucción. La hipertensión pulmonar grave provoca sobrecarga e insuficiencia del ventrículo derecho. Los síntomas son astenia, disnea con el ejercicio y, en ocasiones, malestar torácico y síncope. El diagnóstico se realiza por el hallazgo de valores altos de presión en la arteria pulmonar (estimado por la ecocardiografía y confirmado con el cateterismo cardíaco derecho). El tratamiento consiste en vasodilatadores pulmonares y diuréticos. En algunos casos avanzados, el trasplante de pulmón es una alternativa. Globalmente, el pronóstico es desfavorable si no se encuentra una causa tratable.
La fisioterapia torácica consiste en maniobras mecánicas externas, como la percusión torácica, el drenaje postural y la vibración, para aumentar la movilización y la eliminación de secreciones de las vías aéreas. Está indicada para pacientes en quienes la tos es insuficiente para eliminar secreciones espesas, persistentes, abundantes o tabicadas ( 1). Los ejemplos incluyen pacientes con
La sarcoidosis es un trastorno inflamatorio que produce granulomas no caseificantes en uno o más órganos y tejidos; se desconoce su etiología. Los pulmones y el sistema linfático son los más afectados, pero la sarcoidosis puede manifestarse en cualquier órgano. Los síntomas pulmonares varían desde ninguno hasta tos, disnea de esfuerzo y, rara vez, insuficiencia pulmonar o de otro órgano. El diagnóstico suele sospecharse primero por el compromiso pulmonar y se confirma por la radiografía de tórax, la biopsia y la exclusión de otras causas de inflamación granulomatosa. El tratamiento suele estar indicado en pacientes sintomáticos. El tratamiento de primera línea es con corticoides. El pronóstico es excelente para la enfermedad limitada, pero desfavorable para la más avanzada.
La apnea central del sueño es un grupo heterogéneo de trastornos caracterizados por alteraciones en el estímulo ventilatorio sin obstrucción de las vías aéreas. La mayoría de estos trastornos provocan cambios asintomáticos en el patrón respiratorio durante el sueño. El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos y, cuando es necesario, se confirma mediante polisomnografía. El tratamiento es sintomático.