Las enfermedades tubulointersticiales son trastornos clínicamente heterogéneos que comparten características similares a los de las lesiones tubulares e intersticiales. En los casos graves y prolongados, todo el riñón puede estar involucrado, con disfunción glomerular e incluso insuficiencia renal. Las principales categorías de enfermedades tubulointersticiales son
La nefropatía por contraste Nefropatía por contraste La nefropatía por contraste es el deterioro de la función renal después de la administración IV de un agente de radiocontraste; suele ser temporaria. El diagnóstico se basa en un aumento progresivo... obtenga más información es la necrosis tubular aguda causada por un medio de contraste yodado.
La nefropatía por analgésicos Nefropatía por analgésicos La nefropatía por analgésicos es la nefritis tubulointersticial crónica causada por el consumo acumulado durante toda la vida de grandes cantidades (p. ej., ≥ 2 kg) de determinados analgésicos... obtenga más información es un tipo de nefritis intersticial crónica y la nefropatía por reflujo Reflujo vesicoureteral y nefropatía por reflujo La nefropatía por reflujo es la cicatrización renal supuestamente inducida por el reflujo vesicoureteral de orina infectada en el parénquima renal. El diagnóstico se sospecha en niños con infección... obtenga más información y el riñón de mieloma Nefropatía por mieloma Los pacientes con mieloma múltiple producen cantidades elevadas de cadenas ligeras de inmunoglobulinas monoclonales (proteínas de Bence Jones); estas cadenas ligeras son filtradas por el glomérulo... obtenga más información
son tipos de nefritis tubulointersticial crónica.
Los trastornos tubulointersticiales también pueden estar causados por alteraciones metabólicas Nefropatías metabólicas Los trastornos tubulointersticiales pueden estar causados por varias alteraciones metabólicas. (Véase también Generalidades las enfermedades tubulointersticiales). Varios trastornos metabólicos... obtenga más información y exposición a toxinas Nefropatía por metales pesados La exposición a metales pesados y a otras toxinas puede producir trastornos tubulointersticiales. (Véase también Generalidades las enfermedades tubulointersticiales). Los metales pesados (p... obtenga más información .
Fisiopatología
Los riñones están expuestos a concentraciones inusualmente elevadas de toxinas. Son los tejidos con mayor llegada de sangre de todo el organismo (aproximadamente 1,25 L/min o el 25% del gasto cardíaco), y los solutos libres abandonan la circulación general a través de la filtración glomerular a una velocidad de ≥ 100 mL/min; por ello, los agentes tóxicos llegan con una velocidad 50 veces mayor que a los demás tejidos, y en concentraciones mucho más elevadas. Cuando la orina se concentra, las superficies luminales de las células tubulares pueden estar expuestas a concentraciones moleculares 300 a 1.000 veces mayores que las del plasma. El delicado borde en cepillo de las células tubulares proximales expone una superficie enorme. Un mecanismo de flujo contracorriente aumenta la concentración iónica del líquido intersticial de la médula (y, por ende, aumenta la concentración de la orina) hasta un equivalente a 4 veces la concentración del plasma.
Además, existen factores que pueden afectar la vulnerabilidad de las células después de la exposición a las toxinas:
Los mecanismos de transporte tubular separan a los fármacos de sus proteínas de unión, que normalmente protegen a las células de su toxicidad.
El transporte transcelular expone el interior de la célula y sus organelas a sustancias químicas diferentes.
Los sitios de unión de algunos agentes (p. ej., los grupos sulfhidrilo) pueden facilitar la entrada pero demorar la salida (p. ej., de los metales pesados).
Algunas reacciones químicas (p. ej., alcalinización, acidificación) pueden alterar el transporte en cualquier dirección.
El bloqueo de los receptores de los transportadores puede alterar la exposición del tejido (p. ej., la diuresis por el bloqueo de los receptores de adenosina A1 como con aminofilina puede reducir la exposición).
Los riñones tienen el mayor consumo de oxígeno y glucosa por gramo de tejido y, por lo tanto, son vulnerables a las toxinas que afectan el metabolismo energético celular.