Para esta técnica, la persona se tumba boca arriba, generalmente sobre una tabla rígida en el suelo. Las caderas de la persona se mantienen apretadas por una sábana o un cinturón; el terapeuta flexiona suavemente la rodilla de la persona y la mueve para que quede por encima de la articulación de la cadera. A continuación, el terapeuta coloca su rodilla debajo de la rodilla de la persona afectada y la eleva por debajo de la rodilla mientras empuja el tobillo hacia abajo.