La desnutrición en las personas mayores es grave: aumenta el riesgo de fracturas, de que aparezcan problemas después de la cirugía, de úlceras por presión y de infecciones. Cualquiera de estos problemas es más propenso a ser grave en caso de desnutrición. Las personas mayores corren el riesgo de padecer desnutrición por varios motivos. Los cambios relacionados con la edad en el cuerpo: en el organismo envejecido, cambian la producción de hormonas y la sensibilidad a ellas (como la hormona del crecimiento, la insulina y los andrógenos). Como resultado, se pierde tejido muscular (una enfermedad llamada sarcopenia). La desnutrición y la disminución de la actividad física empeoran esta pérdida. Además, la pérdida de tejidos musculares relacionada con la edad explica muchas de las complicaciones por desnutrición en las personas mayores, como un mayor riesgo de infecciones. A medida que las personas envejecen, su necesidad de nutrientes aumenta, pero queman menos calorías. Por lo tanto, los adultos mayores necesitan consumir alimentos que contengan muchos nutrientes pero que sean bajos en calorías. Esta dieta puede ser difícil de seguir. Las personas mayores tienden a sentirse saciadas antes y a tener menos apetito. Por lo tanto, es posible que coman menos. También pueden tener una ingestión menor porque el sentido del gusto y del olfato disminuyen al envejecer, reduciendo el disfrute de la comida. La capacidad de absorber determinados nutrientes se reduce. Algunas personas mayores producen menos saliva, lo que provoca problemas dentales y dificultad para tragar. Trastornos: muchos trastornos que contribuyen a la desnutrición son frecuentes entre las personas mayores.
Fármacos: muchos de los fármacos utilizados para tratar trastornos frecuentes en las personas mayores (como depresión, cáncer, insuficiencia cardíaca e hipertensión arterial) contribuyen a la desnutrición. Pueden aumentar las necesidades de nutrientes, cambiar la forma en que el organismo los utiliza o disminuir el apetito. Algunos fármacos provocan diarrea o tienen efectos secundarios que interfieren con la alimentación, como náuseas y estreñimiento. Situación vital: las personas que viven solas pierden a veces la motivación para preparar la comida y tomar los alimentos. En algunos casos, debido a dificultades económicas, compran alimentos baratos, menos nutritivos o en menor cantidad. Pueden ser físicamente incapaces o temerosas de salir a comprar comida o no tener un medio de transporte hasta una tienda de comestibles. Las que viven en residencias tienen aún más obstáculos para una nutrición adecuada.
Las personas hospitalizadas a veces padecen los mismos problemas. Prevención y tratamiento: se puede alentar a las personas mayores a comer más; por eso, la presentación atractiva de los alimentos es importante. Por ejemplo, se les pueden preparar platos con un sabor más intenso, u ofrecerles sus alimentos preferidos, en lugar de alimentos insípidos o sosos o sin grasas. Las personas mayores pueden estar siguiendo una dieta especial (como una dieta baja en sal), a causa de un trastorno (como insuficiencia renal Introducción a la insuficiencia renal La insuficiencia renal se produce cuando los riñones no son capaces de filtrar adecuadamente los residuos metabólicos presentes en la sangre. La insuficiencia renal tiene muchas posibles causas... obtenga más información o cardíaca Insuficiencia cardíaca La insuficiencia cardíaca es un trastorno en el cual el corazón es incapaz de satisfacer las demandas del organismo, lo que conduce a una reducción del flujo sanguíneo, retroceso (congestión)... obtenga más información ). Sin embargo, este tipo de dietas son a veces poco atractivas y sosas, lo que puede provocar que no ingieran suficiente comida. En estos casos, ellos o sus familiares deben hablar con el dietista o el médico acerca de cómo hacer que los alimentos tengan buen sabor para ellos y sean aptos para sus necesidades dietéticas. Debe prestarse más atención a las personas mayores que necesitan asistencia para la compra de comestibles o para tomar alimentos. Por ejemplo, puede ser necesario entregarles las comidas en sus hogares. Ocasionalmente, se les da un medicamento para estimular el apetito (tal como dronabinol) o aumentar la cantidad de tejido muscular (como nandrolona o testosterona). Hay que tratar específicamente la depresión y otros trastornos que puedan presentarse ya que su tratamiento puede eliminar algunos de los obstáculos para comer. Es importante que las personas mayores que viven en instituciones o residencias geriátricas encuentren agradable el ambiente del comedor y que dispongan de un tiempo lo bastante amplio para sus comidas, porque eso las estimula a comer un poco más. |