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¿Sabe qué hay en el agua? — Comentario

Comentario
00/08/16 Larry M. Bush, MD, Infectious Disease Specialist, Affiliated Associate Professor of Medicine, University of Miami-Miller School of Medicine; Affiliated Professor of Biomedical Sciences, Charles E. Schmidt College of Medicine, Florida Atlantic University


Cómo evitar las enfermedades transmitidas por el agua

Con las Olimpíadas de verano en marcha, todos los ojos están puestos en Río de Janeiro. Sin embargo, la ciudad y los organizadores de las Olimpíadas sin pretenderlo han llamado la atención sobre las condiciones antihigiénicas de las vías navegables donde remeros, navegantes y surfistas competirán. La ciudad se esforzó para tratar gran parte del agua, que está contaminada con aguas residuales sin tratamiento y basura, lo que provocó que los atletas limpien sus equipos con lejía y usen enjuague bucal antibacteriano entre cada evento.

Todos, desde la Organización Mundial de la Salud hasta ESPN, han cuestionado la seguridad del agua de Río, lo que condujo a que se ponga una mayor atención en la seguridad del agua en todo el mundo. En los EE. UU., las familias con destinos a sitios con agua generalmente no se preocupan por la seguridad de esta cuando se dirigen a playas, lagos y piscinas.

Pero eso no significa que no deba estar atento a las enfermedades transmitidas por el agua que pueden estar al acecho en ella. Las siguientes son cinco enfermedades transmitidas por el agua a las que debe estar atento cuando su familia se dirige a piscinas, playas, lagos o arroyos.

1. Giardiasis: la giardiasis es una infección del intestino delgado provocado por el parásito Giardia, que vive en el agua dulce. Es la infección intestinal parasitaria más frecuente en los Estados Unidos. A veces, se conoce como fiebre del castor, porque comúnmente es transmitida a través de las heces de los castores y otros animales infectados con la Giardia. La Giardia puede estar presente incluso en arroyos de montaña que parecen estar limpios, por lo que los excursionistas están en riesgo.

Los síntomas generalmente aparecen una o dos semanas después de la infección e incluyen calambres abdominales, gases y diarrea acuosa y de mal olor. Si cree que usted o un familiar tiene giardiasis, programe una cita con un médico, quien probablemente le solicite una muestra de materia fecal. Generalmente, el tratamiento incluye un ciclo de fármacos antiparasitarios.

2. Shigelosis:  la shigelosis es una infección provocada por la bacteria Shigella. Se estima que 500,000 personas en los EE. UU. presentan la infección cada año causada por el agua contaminada con excrementos y piscinas tratadas con cloro inadecuadamente. Es especialmente frecuente en niños, y se puede diseminar rápidamente en guarderías y piscinas. No es necesario que las personas ingieran mucha agua contaminada con Shigella para infectarse.

Los síntomas incluyen fiebre y diarrea con calambres abdominales dolorosos. Las infecciones más graves pueden provocar disentería: deposiciones frecuentes que pueden contener sangre, mucosidad y pus. Los tratamientos para la shigelosis incluyen líquidos con sal y antibióticos en los casos más graves.

3. Vibriosis: la vibriosis es una infección provocada por una docena de bacterias Vibrio. El cólera es la enfermedad más grave provocada por la bacteria, pero dicha afección no es muy frecuente en los EE. UU. La bacteria Vibrio que no provoca el cólera vive en aguas saladas cálidas o en una mezcla de agua dulce y salada (como las bahías). La mayoría de las infecciones de vibrio son intestinales provocadas por consumir mariscos cocinados inadecuadamente (especialmente ostras) recogidos en aguas contaminadas. Las personas también pueden presentar infecciones cutáneas de Vibrio si tienen una herida abierta y nadan en aguas contaminadas o se cortan al pisar un crustáceo huésped de la bacteria Vibrio. Vibrio vulnificus,que prospera en aguas de temperaturas más cálidas, fue responsable de numerosas muertes y amputaciones a lo largo de la costa del golfo de México este año.

La vibriosis provoca 80,000 enfermedades cada año en los Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC). Los síntomas incluyen diarrea, calambres, náuseas, vómitos, fiebre y escalofríos. El tratamiento se limita a beber abundante agua para reponer los líquidos perdidos.

4. Infección por Escherichia coli (E. coli) : la bacteria E. coli generalmente reside en el intestino de personas saludables, pero algunas cepas pueden provocar infecciones. Por lo menos, 100 cepas pueden provocar la infección y E. coli O157:H7 es la más frecuente. Se puede contraer al tragar agua tratada con cloro inadecuadamente que se ha contaminado con las heces de personas infectadas, por ejemplo, en piscinas públicas. Los lagos y las playas a veces se cierran debido a brotes de E. coli.

Los síntomas, principalmente diarrea y calambres, comienzan aproximadamente a los tres días después de la exposición. Para E. coli 0157:H7, el tratamiento generalmente se limita a dar líquidos y los síntomas frecuentemente se resuelven en ocho días.

5. Meningoencefalitis amebiana primaria (MAP): la MAP es una infección del cerebro provocada por la ameba Naegleria fowleri. La ameba vive en el agua dulce cálida en todo el mundo e ingresa al cerebro desplazándose por los nervios de la nariz. Si bien la MAP es infrecuente (solo 138 personas han muerto por esta afección desde 1962, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, cobró notoriedad en la prensa recientemente cuando la “ameba devoradora de cerebro” mató a una mujer de 18 años en una excursión de balsismo en aguas rápidas.

Cuando la ameba llega al cerebro, provoca inflamación, muerte de los tejidos y hemorragia. Los síntomas, que aparecen centro de una o dos semanas, incluyen cambios en el sentido del olfato y del gusto, dolor de cabeza, tortícolis, sensibilidad a la luz, náuseas y vómitos. La infección se desplaza rápido y, frecuentemente, provoca la muerte dentro de 10 días.

Claves para la prevención

Las estrategias de prevención más eficaces van de la mano de una buena salud general: asegúrese de tener todas las vacunas al día, beber solo agua adecuadamente tratada y tener una buena higiene personal. Pero hay pasos más específicos que puede seguir antes y después de que su familia ingrese en el agua y mientras se encuentre allí para limitar el riesgo.

Antes de ingresar en el agua:

  • Consulte los partes oficiales sobre la condición del agua y los avisos que advierten a las personas para que no naden.
  • Inspeccione el agua para detectar signos de bacterias o algas, lo que puede provocar irritación en la piel.
  • Busque bañistas que puedan ser antihigiénicos; evite nadar en el agua donde los bebés usen pañales o haya personas con heridas abiertas.
  • Dúchese para quitarse las bacterias.

Mientras permanezca en el agua:

  • Evite nadar con cortes abiertos: incluso las vendas a prueba de agua son poco eficaces para evitar que las bacterias ingresen en la herida.
  • Intente tragar la menor cantidad de agua posible.
  • Está bien abrir los ojos, ya que es casi imposible que las bacterias ingresen por estos en el agua.

Después de salir del agua:

  • Dese una ducha lavándose exhaustivamente de inmediato.
  • Si contrae una enfermedad, alerte a la piscina, al municipio, parque, etc. cuanto antes con la mayor cantidad de detalles posible.