(Véase también Introducción a los defectos congénitos de la cara, los huesos, las articulaciones y los músculos.)
Los defectos del oído comprenden los siguientes:
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Microtia, que es una oreja (pabellón auricular, pabellón auditivo) pequeña y deformada
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Atresia del conducto auditivo externo, que es un conducto auditivo parcial o totalmente cerrado
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Orejas de implantación baja, que se encuentran ubicadas debajo de donde se ubican normalmente en la cabeza
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Fosas y marcas auriculares, que son defectos menores localizados por lo general delante de la oreja
La microtia y la atresia del conducto auditivo externo a menudo ocurren conjuntamente y se identifican con frecuencia durante el nacimiento o poco después de éste.
Los oídos de implantación baja pueden presentarse con una serie de síndromes genéticos y los niños afectados a menudo tienen retrasos en el desarrollo. Las orejas se consideran de implantación baja si la parte superior de la oreja está por debajo de los ángulos externos de los ojos.
Las fosas y las marcas auriculares pueden ser signos de que los niños tienen otros problemas, por lo que los médicos a menudo los examinan para detectar pérdida de audición y otros defectos congénitos.
Los médicos pueden identificar muchos defectos del oído durante una exploración clínica. Los médicos también solicitan pruebas de audición para ver si la audición está afectada y pruebas de diagnóstico por la imagen del cráneo para detectar problemas en los huesos.