Los aspectos sociales influyen sobre los riesgos a los que se enfrenta el anciano y la forma en que lleva la enfermedad, y también sobre la capacidad del profesional sanitario de proporcionar la atención oportuna y apropiada.
La anamnesis social ayuda a los miembros del equipo interdisciplinario a evaluar las necesidades de atención y el apoyo social. Debe incluir preguntas sobre los siguientes temas:
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Situación familiar o marital o de compañía
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Disposición de la vivienda
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Red social (número y calidad de contactos sociales habituales)
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Antecedentes laborales
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Educación
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Actividades cotidianas típicas (p. ej., preparación de las comidas, actividades relevantes para la vida del paciente, sitios donde pueden suceder problemas)
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Necesidad, disponibilidad y capacidad de los cuidadores (para ayudar a planear y/o proveer la atención)
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Antecedentes de trauma, pérdidas, y fortalezas
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Antecedentes de uso de sustancias y problemas legales
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Responsabilidades de autocuidado (que pueden hacer que el paciente sea reticente a informar sus síntomas o intervenciones resultantes que pueden interferir sobre su atención)
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Preocupaciones o factores estresantes en la vida cotidiana
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Preocupaciones ambientales relacionadas con el hogar, el vecindario, el transporte o el acceso a bienes y servicios
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Situación financiera