Trastornos venosos de la pelvis

(Síndromes venosos pelvianos; Síndrome de congestión pelviana)

PorJoAnn V. Pinkerton, MD, University of Virginia Health System
Reviewed ByOluwatosin Goje, MD, MSCR, Cleveland Clinic, Lerner College of Medicine of Case Western Reserve University
Revisado/Modificado Modificado ago 2025
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Vista para pacientes

Los trastornos venosos pélvicos se refieren al dolor pélvico crónico exacerbado por la bipedestación o las relaciones sexuales y asociado con venas varicosas en los ovarios o cerca de ellos.

Los trastornos venosos pélvicos (PeVD) es un término integral que describe un espectro de síntomas y signos derivados de la disfunción del sistema venoso pélvico debido a obstrucción venosa (trombótica o no trombótica) o a reflujo venoso (1). Este término reemplazó varios nombre previos, como síndrome de congestión pélvica, síndrome de May-Thurner y síndrome del cascanueces. Los trastornos de las venas pélvicas se clasifican según el sistema Síntomas-Várices-Fisiopatología (2).

Aunque las variaciones anatómicas de las venas pélvicas son comunes y a menudo asintomáticas, también pueden estar asociadas con dolor pélvico u otros síntomas.

La prevalencia de trastornos de las venas pélvicas es incierta, pero parece ser más común en mujeres premenopáusicas que en posmenopáusicas (3).

Referencia general

  1. 1. Knuttinen MG, Machan L, Khilnani NM, et al. Diagnosis and Management of Pelvic Venous Disorders: AJR Expert Panel Narrative Review. AJR Am J Roentgenol. 2023;221(5):565-574. doi:10.2214/AJR.22.28796

  2. 2. Meissner MH, Khilnani NM, Labropoulos N, et al. The Symptoms-Varices-Pathophysiology classification of pelvic venous disorders: A report of the American Vein & Lymphatic Society International Working Group on Pelvic Venous Disorders. J Vasc Surg Venous Lymphat Disord. 2021;9(3):568-584. doi:10.1016/j.jvsv.2020.12.084

  3. 3. Jurga-Karwacka A, Karwacki GM, Schoetzau A, Zech CJ, Heinzelmann-Schwarz V, Schwab FD. A forgotten disease: Pelvic congestion syndrome as a cause of chronic lower abdominal pain. PLoS One. 2019;14(4):e0213834. Published 2019 Apr 2. doi:10.1371/journal.pone.0213834

Síntomas y signos de trastornos venosos pélvicos

El dolor pélvico crónico es un síntoma común de los trastornos venosos pélvicos. Típicamente, el dolor es sordo, pero puede ser agudo o punzante. El dolor tiende a ser unilateral, pero puede ser bilateral. Empeora después de permanecer de pie por períodos prolongados, caminar o hacer otras actividades que aumentan la presión intraabdominal, y se alivia al acostarse (1).

Con frecuencia, también se informan dolor poscoital (dolor prolongado después del coito) y dispareunia profunda.

Otros síntomas incluyen sensación de plenitud o presión pélvica, dismenorrea y flujo vaginal aumentado.

En presencia de obstrucción venosa, los síntomas también pueden incluir dolor en el flanco izquierdo o abdominal, microhematuria o macrohematuria y, con menor frecuencia, claudicación venosa o edema de los miembros inferiores.

Las mujeres también pueden tener venas varicosas visibles o palpables en la vulva, el periné o los miembros inferiores. Puede estar presente sensibilidad focal en los anexos durante el examen pélvico bimanual.

Referencia de los signos y los síntomas

  1. 1. Meissner MH, Khilnani NM, Labropoulos N, et al. The Symptoms-Varices-Pathophysiology classification of pelvic venous disorders: A report of the American Vein & Lymphatic Society International Working Group on Pelvic Venous Disorders. J Vasc Surg Venous Lymphat Disord. 2021;9(3):568-584. doi:10.1016/j.jvsv.2020.12.084

Diagnóstico de los trastornos venosos pélvicos

  • Imágenes pélvicas para detectar varicosidades ováricas

El diagnóstico de los trastornos venosos pélvicos se basa en la presencia de síntomas característicos (dolor pélvico crónico en estancia de pie prolongada o postcoital) por > 6 meses, con sensibilidad ovárica en el examen pélvico.

La ecografía pelviana suele ser el estudio de diagnóstico por imágenes inicial. Puede no mostrar várices mientras el paciente está en decúbito. También se realiza para excluir otras etiologías del dolor pélvico crónico.

Algunos expertos recomiendan pruebas adicionales (p. ej. ecografía transabdominal, TC, RM, venografía con catéter, ecografía intravascular) si son necesarias para confirmar las várices pelvianas (1). Las varicosidades pélvicas pueden confirmarse cateterizando selectivamente venas específicas e inyectando un agente de contraste (venografía).

Si el dolor pelviano es molesto y persistente y no se ha identificado la causa, puede realizarse una laparoscopia. Sin embargo, la laparoscopia puede no detectar varicosidades en las venas ováricas debido al uso de la posición de Trendelenburg y la compresión por la presión del CO2.

Referencia del diagnóstico

  1. 1. Knuttinen MG, Machan L, Khilnani NM, et al. Diagnosis and Management of Pelvic Venous Disorders: AJR Expert Panel Narrative Review. AJR Am J Roentgenol. 2023;221(5):565-574. doi:10.2214/AJR.22.28796

Tratamiento de los trastornos venosos pélvicos

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos

  • Mallas cortas de compresión

No existe evidencia de alta calidad que avale las opciones terapéuticas para la PeVD.

Las medidas conservadoras incluyen AINE, y algunos expertos aconsejan el uso de pantalones cortos compresivos, pero no medias compresivas.

Si las medidas conservadoras son ineficaces y el dolor persiste y es intenso, el tratamiento depende de la fisiopatología.

Para el reflujo venoso (p. ej., debido a venas ováricas o ilíacas internas incompetentes), puede considerarse la embolización endovascular mínimamente invasiva; sin embargo, los síntomas pueden reaparecer por otras tributarias y puede ocurrir un síndrome posembolización (1, 2). Las varicosidades detectadas durante la venografía pueden embolizarse con pequeños espirales o un agente embolizante después de la anestesia local y la sedación IV. Este procedimiento reduce la necesidad de analgésicos hasta en un 80%; las complicaciones incluyen hematoma inguinal, migración del espiral y reacción al medio de contraste (3).

Para la obstrucción venosa, los tratamientos incluyen un tutor endovascular y angioplastia con balón.

La cirugía (p. ej., ligadura o escisión de la vena ovárica) puede considerarse si los procedimientos mínimamente invasivos no tienen éxito.

Referencias del tratamiento

  1. 1. Bałabuszek K, Toborek M, Pietura R. Comprehensive overview of the venous disorder known as pelvic congestion syndrome. Ann Med. 2022;54(1):22-36. doi:10.1080/07853890.2021.2014556

  2. 2. Knuttinen MG, Machan L, Khilnani NM, et al. Diagnosis and Management of Pelvic Venous Disorders: AJR Expert Panel Narrative Review. AJR Am J Roentgenol. 2023;221(5):565-574. doi:10.2214/AJR.22.28796

  3. 2. Laborda A, Medrano J, de Blas I, Urtiaga I, Carnevale FC, de Gregorio MA. Endovascular treatment of pelvic congestion syndrome: visual analog scale (VAS) long-term follow-up clinical evaluation in 202 patients. Cardiovasc Intervent Radiol. 2013;36(4):1006-1014. doi:10.1007/s00270-013-0586-2

Guías para los trastornos venosos pélvicos

El siguiente es un listado de guías de práctica clínica de sociedades médicas profesionales o gubernamentales sobre este problema médico (no un listado exhaustivo):

Conceptos clave

  • Los trastornos venosos pélvicos (TrVP) se definen como síntomas y signos que surgen como resultado de obstrucción o reflujo venoso pélvico.

  • La PeVD es más frecuente en mujeres premenopáusicas.

  • El dolor generalmente empeora al estar de pie y durante las relaciones sexuales; otros síntomas incluyen sensación deplenitud o presión pélvica, dismenorrea, flujo vaginal anormal, dolor en el flanco izquierdo o abdominal, hematuria microscópica o macroscópica y, con menor frecuencia, claudicación venosa o edema de miembros inferiores.

  • Los hallazgos del examen físico pueden incluir venas varicosas visibles o palpables en la vulva, el periné o los miembros inferiores, o hipersensibilidad focal a la palpación de los anexos en el examen pélvico.

  • Las imágenes positivas por sí solas no son diagnósticas, porque muchas mujeres con várices venosas ováricas son asintomáticas; no tratar un hallazgo aislado de venas pelvianas dilatadas.

  • Tratar con AINE o pantalones cortos compresivos.

  • Si el dolor persiste y es grave, considerar embolización endovascular, derivación endovascular o angioplastia con balón; considerar cirugía (ligadura o escisión venosa) si los procedimientos mínimamente invasivos no tienen éxito.

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