Suplementos de cinc

PorLaura Shane-McWhorter, PharmD, University of Utah College of Pharmacy
Revisado/Modificado ene. 2023
Vista para pacientes

El cinc, un mineral, se necesita en pequeñas cantidades (recomendación diaria para adultos de 8 a 11 mg/día) para múltiples procesos metabólicos. Las fuentes dietéticas incluyen ostras, carne y cereales fortificados.

(Véase también Generalidades sobre los suplementos dietéticos y National Institutes of Health (NIH): Zinc fact sheet for health professionals.)

Acciones

Se afirma que el cinc se reduce los síntomas del resfriado, ayuda a los lactantes a recuperarse de las enfermedades infecciosas, enlentece la progresión de la degeneración macular relacionada con la edad y contribuye a la cicatrización de las heridas.

Se ha sugerido que el cinc aumenta la sensibilidad a la insulina.

La deficiencia leve de cinc afecta el crecimiento en los niños y se puede corregir con suplementos de cinc (1, 2).

La Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos otorgó la designación de medicamento huérfano al acetato de cinc para tratar la Enfermedad de Wilson a fin de prevenir la elevación peligrosa de las concentraciones de cobre.

Evidencia

Una revisión Cochrane de 2013 de 16 ensayos terapéuticos (1387 participantes) y 2 ensayos preventivos (394 participantes) demostró que el cinc redujo la duración (en días), pero no la gravedad de los síntomas del resfriado común (3). Aunque la proporción de participantes con síntomas después de 7 días de tratamiento fue significativamente menor que aquellos en los grupos de control, los efectos adversos, tales como mal sabor y náuseas, fueron mayores en el grupo que recibió cinc y esto se debe tomar en consideración (3). Un metanálisis de 2017 no informó diferencias en la eficacia entre las tabletas de acetato de cinc y gluconato de cinc para el tratamiento de los resfriados y no hay evidencia de que dosis diarias superiores a 100 mg tengan mayor eficacia (4). La mayoría de los estudio evaluó el tratamiento en lugar de la prevención del resfriado común; sin embargo, un metanálisis de 2021 de 28 estudios (5446 individuos) informó que, en comparación con el placebo, el cinc previno 5 infecciones de las vías respiratorias superiores cada 100 personas-mes, con un número necesario a tratar de 20 (5). El estudio informó que los síntomas se resolvieron 2 días antes en comparación con el grupo que recibió placebo y que era probable que, sin cinc, más sujetos permanecieran sintomáticos después de 7 días.

Hay evidencia sólida de que, en los países en vías de desarrollo, los suplementos que contienen 20 mg de cinc y 20 mg de hierro tomados 1 vez/semana que se administran durante los primeros 12 meses de vida, reducen la mortalidad durante la lactancia como resultado de la diarrea y las infecciones respiratorias (6). Una revisión Cochrane de 2016 encontró que el suplemento de cinc puede ser beneficioso para tratar la diarrea en niños con deficiencia de cinc o desnutridos que tienen más de 6 meses (7).

También hay pruebas sólidas de que los suplementos que contienen 40 a 80 mg de cinc y antioxidantes (vitaminas C y E y luteína/zeaxantina) tomados 1 vez al día retrasan la progresión de la degeneración macular atrófica de moderada a grave (forma seca) relacionada con la edad (8-9).

Están surgiendo datos clínicos sobre el cinc para el tratamiento de la diabetes. Una revisión sistemática de 2019 y un metanálisis de 32 ensayos aleatorizados controlados con placebo (1700 sujetos) usando monosuplementos de cinc o con suplementos complementarios en pacientes con prediabetes o diabetes, obesidad o sobrepeso y mujeres embarazadas con prediabetes o diabetes, encontraron una disminución significativa de la glucosa en ayunas de 14 mg/dL (0,8 mmol/L) y HbA1C de 0,55% (10). Sin embargo, la reducción de la hemoglobina A1C con el monosuplemento de cinc fue solo del 0,35%.

Efectos adversos

El cinc suele ser seguro, pero puede desarrollar toxicidad si se utilizan dosis altas (véase página sobre Toxicidad). Los efectos adversos frecuentes de los comprimidos masticables de cinc incluyen náuseas, vómitos, diarrea, irritación oral, úlceras bucales y mal gusto.

Como el cinc es un oligoelemento metálico y puede eliminar otros metales necesarios para el cuerpo, la dosis de los comprimidos masticables no debe exceder los 75 mg/día (dosis total, en forma independiente de la frecuencia entre dosis) durante 14 días.

Los aerosoles de cinc pueden causar irritación de la nariz y la garganta, y las formas intranasales pueden provocar anosmia.

Interacciones farmacológicas

La absorción y el efecto de ciertos antibióticos (p. ej., cefalexina) pueden verse disminuidos por los suplementos orales de cinc; por lo tanto, el cinc debe tomarse al menos 2 horas antes o 4 a 6 horas después del antibiótico.

El cinc puede estimular la producción de metalotioneína en las células tumorales, que puede inactivar al cisplatino, quelar inhibidores de la integrasa (dolutegravir) y, también, disminuir las concentraciones de penicilamina a través de la formación de un complejo insoluble.

Referencias

  1. 1. Mayo-Wilson E, Junior JA, Imdad A, et al: Zinc supplementation for preventing mortality, morbidity, and growth failure in children aged 6 months to 12 years of age. Cochrane Database Syst Rev, 5:CD009384, 2014. doi: 10.1002/14651858

  2. 2. Lassi ZS, Kurji J, Oliveira CS: Zinc supplementation for the promotion of growth and prevention of infections in infants less than six months of age. Cochrane Database Syst Rev 4:CD010205, 2020. doi: 10.1002/14651858.CD010205.pub2

  3. 3. Singh M, Das RR: Zinc for the common cold. Cochrane Database Syst Rev 6:CD001364, 2013. doi: 10.1002/14651858.CD001364.pub4

  4. 4. Hemilä H: Zinc lozenges and the common cold: a meta-analysis comparing zinc acetate and zinc gluconate, and the role of zinc dosage. JRSM Open 8(5):2054270417694291, 2017. doi:10.1177/2054270417694291

  5. 5. Hunter J, Arentz S, Goldenberg J, et al. Zinc for the prevention or treatment of acute viral respiratory tract infections in adults: a rapid systematic review and meta-analysis of randomised controlled trials. BMJ Open 11(11):e047474, 2021. doi:10.1136/bmjopen-2020-047474

  6. 6. Baqui AH, Zaman K, Persson LA, et al: Simultaneous weekly supplementation of iron and zinc is associated with lower morbidity due to diarrhea and acute lower respiratory infection in Bangladeshi infants. J Nutr 133(12):4150-4157, 2003. doi: 10.1093/jn/133.12.4150

  7. 7. Lazzerini M, Wanzira H: Oral zinc for treating diarrhoea in children. Cochrane Database Syst Rev 12:CD005436, 2016. doi: 10.1002/14651858.CD005436.pub5

  8. 8. Chew EY, Clemons TE, Agron E, et al: Long-term effects of vitamins C and E, beta-carotene, and zinc on age-related macular degeneration: AREDS report no. 35. [published correction appears in Ophthalmology 123(12 ):2634, 2016]. Ophthalmology 120(8):1604-11.e4, 2013. doi:10.1016/j.ophtha.2013.01.021

  9. 9. The Age-Related Eye Disease Study 2 (AREDS2) Research Group, Chew EY, Clemons TE, et al: Secondary analyses of the effects of lutein/zeaxanthin on age-related macular degeneration progression: AREDS2 report No. 3. JAMA Ophthalmol 132(2):142-149, 2014. doi: 10.1001/jamaophthalmol.2013.7376

  10. 10. Wang X, Wu W, Zheng W, et al: Zinc supplementation improves glycemic control for diabetes prevention and management: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Am J Clin Nutr 110(1):76-90, 2019. doi: 10.1093/ajcn/nqz041

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de este recurso.

  1. National Institutes of Health (NIH): Zinc fact sheet for health professionals

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