La peritonitis bacteriana espontánea es una infección de origen desconocido del líquido ascítico. Sus manifestaciones pueden consistir en fiebre, malestar general, síntomas de ascitis y empeoramiento de la insuficiencia hepática. El diagnóstico se lleva a cabo a través del examen del líquido ascítico. El tratamiento se realiza con cefotaxima u otro antibiótico.
(Véase también Ascitis.)
La peritonitis bacteriana espontánea es particularmente frecuente en la ascitis causada por la cirrosis hepática. Esta infección puede ocasionar secuelas graves o la muerte. Las bacterias más comunes que causan peritonitis bacteriana espontánea son las gramnegativas Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae y los microorganismos grampositivos, como Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus y especies de Enterococcus (1, 2); por lo general, está implicado un único microorganismo.
Referencias
1. Biggins SW, Angeli P, Garcia-Tsao G, et al. Diagnosis, Evaluation, and Management of Ascites, Spontaneous Bacterial Peritonitis and Hepatorenal Syndrome: 2021 Practice Guidance by the American Association for the Study of Liver Diseases. Hepatology. 2021;74(2):1014-1048. doi:10.1002/hep.31884
2. Furey C, Zhou S, Park JH, et al. Impact of Bacteria Types on the Clinical Outcomes of Spontaneous Bacterial Peritonitis. Dig Dis Sci. 2023;68(5):2140-2148. doi:10.1007/s10620-023-07867-8
Síntomas y signos de la peritonitis bacteriana espontánea
Los pacientes presentan síntomas y signos de ascitis. Por regla general hay presencia de malestar general, que suele ser generalizado, constante y entre leve y moderado.
Los signos de la peritonitis bacteriana espontánea pueden consistir en fiebre, malestar general, encefalopatía, empeoramiento de la insuficiencia hepática y deterioro clínico de origen desconocido. Pueden detectarse signos peritoneales (p. ej., hipersensibilidad abdominal a la palpación y rebote), aunque pueden estar algo amortiguados por la presencia del líquido ascítico.
Diagnóstico de la peritonitis bacteriana espontánea
Paracentesis diagnóstica
El diagnóstico clínico de la peritonitis bacteriana espontánea puede ser difícil; el médico debe estar muy atento a la posibilidad de este diagnóstico y utilizar la paracentesis diagnóstica en forma liberal, incluso con cultivo. La transferencia de líquido ascítico a un medio de cultivo con sangre antes de su incubación aumenta la sensibilidad del cultivo. Un recuento de neutrófilos en el líquido ascítico de > 250 células/mcL (0,25 × 109/ L) es diagnóstico de peritonitis bacteriana espontánea. También deben solicitarse hemocultivos. Como un solo microorganismo suele ser responsable de la peritonitis bacteriana espontánea, el hallazgo de flora mixta en un cultivo sugiere la perforación de una víscera abdominal o la contaminación de la muestra.
Tratamiento de la peritonitis bacteriana espontánea
Cefotaxima u otro antibiótico
Albúmina para la prevención del síndrome hepatorrenal
Si se diagnostica peritonitis bacteriana espontánea (PBE), se administra un antibiótico como ceftriaxona o cefotaxima IV (en espera de la tinción de Gram y los resultados del cultivo) durante al menos 5 días y hasta que el líquido ascítico muestre < 250 neutrófilos/mcL (0,25 × 109/L). Para la peritonitis bacteriana espo adquirida en el hospital o nosocomial, debe considerarse un régimen de piperacilina/tazobactam y daptomicina o meropenem (1). Los antibióticos aumentan la tasa de supervivencia. Como la peritonitis bacteriana espontánea recidiva dentro del siguiente año en hasta el 70% de los pacientes, debe indicarse la administración profiláctica de antibióticos (2); de los cuales las quinolonas (p. ej., norfloxacino o ciprofloxacino) son las empleadas con mayor frecuencia.
Los pacientes con peritonitis bacteriana espontánea deben recibir 1,5 g/kg de albúmina (25%) el día 1 y 1 g/kg el dia 3 para reducir el riesgo de síndrome hepatorrenal; se ha demostrado que la albúmina mejora la supervivencia en pacientes con peritonitis bacteriana espontánea y cirrosis (1, 3). La hipotensión arterial puede aumentar el riesgo de desarrollar síndrome hepatorrenal. Por lo tanto, los beta bloqueantes no selectivos deben suspenderse en pacientes con hipotensión (tensión arterial media < 65 mm Hg) y pueden reanudarse después de que la peritonitis bacteriana espontánea haya desaparecido (1).
La profilaxis antibiótica en pacientes con ascitis y várices hemorrágicas disminuye el riesgo de peritonitis bacteriana espontánea, aunque la resistencia antibiótica, particularmente la resistencia a quinolonas, hace que la profilaxis sea menos eficaz (1).
Referencias del tratamiento
1. Biggins SW, Angeli P, Garcia-Tsao G, et al. Diagnosis, Evaluation, and Management of Ascites, Spontaneous Bacterial Peritonitis and Hepatorenal Syndrome: 2021 Practice Guidance by the American Association for the Study of Liver Diseases. Hepatology. 2021;74(2):1014-1048. doi:10.1002/hep.31884
2. Termsinsuk P, Auesomwang C. Factors that predict recurrent spontaneous bacterial peritonitis in cirrhotic patients. Int J Clin Pract. 2020;74(3):e13457. doi:10.1111/ijcp.13457
3. Sort P, Navasa M, Arroyo V, et al. Effect of intravenous albumin on renal impairment and mortality in patients with cirrhosis and spontaneous bacterial peritonitis. N Engl J Med. 1999;341(6):403-409. doi:10.1056/NEJM199908053410603
