(Véase también Generalidades sobre los trastornos de ansiedad Generalidades sobre los trastornos de ansiedad Todos experimentamos periódicamente miedo y ansiedad. El miedo es una respuesta emocional, física y conductual ante una amenaza externa inmediatamente reconocible (p. ej., un intruso, un auto... obtenga más información ).
Las crisis de angustia son frecuentes y afectan hasta el 11% de la población en un año. La mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento y algunos desarrollan un trastorno de angustia.
Los trastornos de pánico afectan al 2 a 3% de la población en un período de 12 meses. Comienzan al final de la adolescencia o al inicio de la edad adulta y afectan a las mujeres con una frecuencia aproximada 2 veces mayor que a los varones.
Signos y síntomas de la crisis de angustia y trastorno de angustia
Un ataque de pánico implica el inicio brusco de miedo intenso o malestar acompañado por al menos 4 de los 13 síntomas que se mencionan en la tabla Síntomas de un ataque de pánico Síntomas de una crisis de angustia . Los síntomas suelen alcanzar el máximo antes de los 10 min; luego se disipan en minutos y dejan pocos rastros que el médico pueda observar. Aunque incómodas, o a veces muy incómodas, las crisis de angustia no suponen un peligro médico.
Las crisis de angustia pueden aparecer en cualquier trastorno de ansiedad, habitualmente en situaciones vinculadas con las características centrales del trastorno (p. ej., una persona que tiene una fobia a las serpientes puede sentir pánico cuando ve una). Esas crisis de angustia se consideran previsibles. Las crisis de angustia imprevistas son las que ocurren espontáneamente, sin ningún desencadenante aparente.
La mayoría de las personas con un trastorno de angustia lo esperan anticipadamente y se preocupan por la aparición de otra crisis (ansiedad anticipatoria) y evitan los lugares y situaciones en los que han sentido angustia con anterioridad. Las personas con un trastorno de angustia se preocupan porque creen tener alguna enfermedad peligrosa del corazón, pulmón o cerebro y visitan repetidamente a su médico de familia o al servicio de urgencias en busca de ayuda. Por desgracia, en estos casos la atención suele centrarse en los síntomas clínicos generales, y a veces no se establece el diagnóstico correcto.
Muchas personas con un trastorno de angustia también tendrán síntomas de despresión mayor Depresión mayor (trastorno unipolar) Los trastornos depresivos se caracterizan por una tristeza de una intensidad o un duración suficiente como para interferir en la funcionalidad y, en ocasiones, por una disminución del interés... obtenga más información .
Diagnóstico de la crisis de angustia y trastorno de angustia
Criterios clínicos
El trastorno de angustia se diagnostica después de haber descartado los trastornos físicos que pueden simular ansiedad y cuando los síntomas cumplen los criterios diagnósticos estipulados en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, quinta edición (DSM-5).
Los pacientes deben tener crisis de angustia recurrentes (no se especifica la frecuencia) en las que ≥ 1 ataque es seguido de uno o ambos de los síntomas que se menciona a continuación, durante ≥ 1 mes:
Preocupación persistente de sufrir crisis de angustia adicionales o preocupación sobre sus consecuencias (p. ej., perder el control, volverse loco)
Respuesta conductual inadaptada a las crisis de angustia (p. ej., evitar actividades corrientes, tales como el ejercicio o situaciones sociales a fin de prevenir nuevas crisis)
Tratamiento de los ataques de pánico y el trastorno de pánico
A menudo, antidepresivos o benzodiazepinas
A menudo medidas psicoterapéuticas (p. ej., terapia de exposición, terapia cognitivo-conductual)
Algunas personas se recuperan sin tratamiento, en particular si continúan enfrentándose a las situaciones en las que se han producido las crisis. Para otras, las crisis de pánico siguen un curso creciente y decreciente, en especial cuando no se tratan.
Los pacientes deben saber que el tratamiento los ayuda a controlar los síntomas. Si no se desarrollan conductas de evitación, puede bastar con tranquilizar al paciente, educarlo para controlar la ansiedad y animarlo a quedarse en los lugares en los que han aparecido las crisis de angustia. Sin embargo, es probable que se necesite el tratamiento farmacológico combinado con una psicoterapia más intensiva en un trastorno de larga duración que implique crisis frecuentes y conductas de evitación.
Terapia farmacológica
Hay muchos fármacos que pueden prevenir o reducir en gran medida la ansiedad anticipatoria, la evitación fóbica y el número e intensidad de las crisis de angustia:
Antidepresivos: las distintas clases–inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) Varias clases de fármacos y medicamentos se pueden utilizar para tratar la depresión: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) Moduladores de la serotonina (antagonistas... obtenga más información (ISRS), inhibidores de la recaptación de serotonina-noradrenalina Inhibidores de la recaptación de serotonina-noradrenalina Varias clases de fármacos y medicamentos se pueden utilizar para tratar la depresión: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) Moduladores de la serotonina (antagonistas... obtenga más información (IRSN), moduladores de la serotonina Moduladores de la serotonina (bloqueantes de los receptores 5-HT2) Varias clases de fármacos y medicamentos se pueden utilizar para tratar la depresión: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) Moduladores de la serotonina (antagonistas... obtenga más información , tricíclicos Antidepresivos heterocíclicos Varias clases de fármacos y medicamentos se pueden utilizar para tratar la depresión: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) Moduladores de la serotonina (antagonistas... obtenga más información (ATC) e inhibidores de la monoamina oxidasa Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) Varias clases de fármacos y medicamentos se pueden utilizar para tratar la depresión: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) Moduladores de la serotonina (antagonistas... obtenga más información (IMAO)–tienen una eficacia similar. Sin embargo, los ISRS y los IRSN ofrecen una ventaja potencial de menos efectos adversos en comparación con otros antidepresivos.
Benzodiazepinas: estos ansiolíticos actúan más rápidamente que los antidepresivos, pero tienen más probabilidad de provocar dependencia física y efectos adversos, como somnolencia, ataxia y problemas de memoria. (Véase la tabla Benzodiazepinas en Trastorno de ansiedad generalizada: tratamiento Tratamiento El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una ansiedad y preocupación excesivas acerca de varias actividades y eventos que están presentes durante más días de la semana que los... obtenga más información .) Para algunos pacientes, el uso prolongado de benzodiazepinas es el único tratamiento eficaz.
Antidepresivos más benzodiazepinas: a veces, en un inicio estos fármacos se utilizan combinados; la benzodiazepina se suspende lentamente una vez que el antidepresivo empieza a hacer efecto (aunque algunos pacientes responden sólo al tratamiento combinado).
Las crisis de angustia a menudo reaparecen cuando se interrumpe el tratamiento.
Psicoterapia
Hay distintas formas de psicoterapia eficaces.
El tratamiento de exposición, en el cual el paciente se enfrenta a sus miedos, ayuda a disminuir el temor y las complicaciones provocadas por una evitación derivada de éste. Por ejemplo, se pide a los pacientes que tienen miedo de desvanecerse que den vueltas en una silla o que hiperventilen hasta que se mareen o se desvanezcan, con lo que aprenden que no se desvanecerán cuando tengan ese síntoma.
La terapia cognitivo-conductual enseña a los pacientes a reconocer y controlar sus pensamientos distorsionados y sus falsas creencias y a modificar su comportamiento para que sea más adaptativo. Por ejemplo, a aquellos que describen aceleración de la frecuencia cardíaca o la sensación de disnea en algunas situaciones o lugares y temen que estén teniendo un ataque cardíaco, se les enseña lo siguiente:
No evitar esas situaciones
Comprender que sus preocupaciones son infundadas
Responder, por el contrario, con una respiración lenta y controlada o con otros métodos que favorezcan la relajación