La brucelosis es una infección causada por varias especies de la bacteria gramnegativa Brucella y se caracteriza por fiebre y síntomas en todo el cuerpo.
La brucelosis se contrae principalmente por contacto con animales infectados o por el consumo de leche u otros productos lácteos contaminados no pasteurizados o de carne contaminada poco cocinada.
Los afectados presentan de forma característica fiebre, escalofríos, dolor de cabeza intenso, dolor de espalda, dolor óseo y articular y otros síntomas en todo el cuerpo.
La mayoría de las personas se recuperan en 2 o 3 semanas, incluso sin tratamiento.
El diagnóstico se basa en los resultados de los análisis de sangre y de los cultivos.
Se administran simultáneamente dos antibióticos para aumentar las posibilidades de curación.
(Véase también Introducción a las bacterias.)
La brucelosis es rara en los Estados Unidos, Canadá y Europa, pero es más común en el Medio Oriente, el Mediterráneo, Méjico y América Central. Las personas que viajan a estas áreas también corren un riesgo mayor.
La brucelosis se adquiere principalmente por
Tener contacto directo con animales de granja infectados
Consumo de leche u otros productos lácteos no pasteurizados contaminados o carne contaminada poco cocinada
También se puede contraer brucelosis si se tiene contacto con perros, ciervos, alces, búfalos u otros animales infectados o si se inhalan partículas transportadas por el aire que contienen la bacteria. La brucelosis raramente se contagia de persona a persona.
Las personas con mayor riesgo de contraer brucelosis son el personal de laboratorio y las que pueden manejar animales infectados o tejidos animales, como las que trabajan en industrias procesadoras de carne, veterinarios, cazadores, agricultores y ganaderos.
Inhalar solo algunas de estas bacterias puede causar infección. Por tanto, las bacterias se podrían utilizar como arma biológica.
Síntomas de la brucelosis
Los síntomas de la brucelosis pueden comenzar entre 5 días y varios meses después de la exposición a la bacteria Brucella.
Los afectados suelen presentar
Fiebre, que puede volver en repetidas ocasiones durante meses y a veces años
Los síntomas pueden comenzar de forma repentina con escalofríos, sudores nocturnos, dolor de cabeza intenso, dolor lumbar, dolor óseo y articular y, a veces, diarrea. O bien los síntomas pueden comenzar gradualmente, con una sensación de estar ligeramente enfermo, dolor muscular, dolor de cabeza y dolor en la parte posterior del cuello.
Puede haber fiebre intermitente durante varias semanas.
Los síntomas posteriores consisten en pérdida de apetito, pérdida de peso, estreñimiento grave, dolor abdominal, dolor articular, dificultad para dormir, debilidad, irritabilidad y depresión.
En algunos casos, la infección se desarrolla en el encéfalo, en los tejidos que recubren el encéfalo y la médula espinal (meninges), en los huesos de la espalda (vértebras), en los huesos largos (como el fémur), en las articulaciones, en las válvulas cardíacas u otros órganos.
Si las personas afectadas no desarrollan infecciones en dichos órganos y tejidos, suelen recuperarse en 2-3 semanas, incluso sin tratamiento. Sin embargo, en algunos casos la infección persiste. Menos del 5% de las personas con brucelosis mueren, generalmente cuando el encéfalo, las meninges o las válvulas cardíacas están infectadas.
Diagnóstico de la brucelosis
Análisis de sangre y cultivos de sangre o de otros tejidos para detectar la bacteria
Los médicos toman una muestra de sangre y la envían al laboratorio para realizar un cultivo e identificar las bacterias. También se pueden hacer cultivos de muestras de médula ósea, obtenidas mediante aspiración, y de líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea el encéfalo y la médula espinal), obtenido mediante una punción lumbar.
Los médicos pueden usar la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) de modo que las bacterias puedan detectarse antes. La técnica PCR aumenta la cantidad de ADN de la bacteria en la sangre u otros tejidos.
Por lo general, el médico también mide los anticuerpos frente a las bacterias presentes en la sangre.
Prevención de la brucelosis
La mejor manera de prevenir la brucelosis es evitando comer carne poco cocinada y productos lácteos no pasteurizados. La pasteurización consiste en calentar la leche cruda a alta temperatura durante un breve período de tiempo. Este proceso destruye las bacterias dañinas que pueden estar presentes en la leche.
Las personas que manipulan animales o tejidos animales que pueden estar infectados deben tomar precauciones, como usar gafas y guantes de goma.
La vacunación de animales domésticos (vacas, ovejas y cabras) ayuda a controlar la enfermedad. No hay vacuna para las personas.
Después de la exposición a la bacteria (por ejemplo, después de la exposición a animales infectados o muestras de laboratorio o después de la exposición a la vacuna utilizada en el ganado), se administran antibióticos como doxiciclina y, a veces, rifampicina para prevenir la aparición de una infección por brucelosis.
Tratamiento de la brucelosis
Dos antibióticos administrados simultáneamente
Los médicos administran dos antibióticos al mismo tiempo para aumentar la posibilidad de curación. Por lo general, uno de los antibióticos es la doxiciclina, administrada por vía oral. El segundo antibiótico puede ser estreptomicina o gentamicina, inyectada diariamente, o rifampicina o ciprofloxacina, por vía oral. Los niños pueden recibir una combinación de medicamentos trimetoprim/sulfametoxazol (TMP/SMX) con rifampicina.
Después de recibir tratamiento, algunas personas desarrollan síntomas nuevamente. Por lo tanto, las personas son examinadas y evaluadas periódicamente durante un año después del tratamiento.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Brucellosis (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés: Brucelosis): un recurso que proporciona información sobre la brucelosis, incluyendo información sobre los riesgos de transmisión y exposición
