Infecciones necrosantes de la piel

(Celulitis necrosante; fascitis necrosante)

PorWingfield E. Rehmus, MD, MPH, University of British Columbia
Revisado/Modificado jun. 2023 | Modificado sep. 2023
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Las infecciones necrosantes de la piel, como la celulitis necrosante y la fascitis necrosante, son formas graves de celulitis. Estas infecciones provocan la muerte de la piel y los tejidos infectados (necrosis).

  • La piel infectada está enrojecida, caliente al tacto y se hincha; pueden formarse burbujas de gas subcutáneas.

  • La persona suele presentar dolor intenso, se encuentra muy mal y tiene fiebre elevada.

  • El diagnóstico se basa en la evaluación médica, las radiografías y las pruebas de laboratorio.

  • El tratamiento consiste en eliminar piel muerta y tejido, lo cual a veces requiere cirugía mayor y la administración de antibióticos por vía intravenosa.

(Véase también Introducción a las infecciones bacterianas de la piel.)

La mayoría de las infecciones no causan la muerte de la piel ni de los tejidos cercanos. Sin embargo, algunas veces, las infecciones bacterianas pueden provocar la coagulación de los vasos sanguíneos pequeños del área infectada, lo que provoca que el tejido alimentado por esos vasos muera por falta de irrigación sanguínea. El tejido muerto se denomina necrótico. Dado que las defensas del organismo que se desplazan por el torrente sanguíneo (como los glóbulos blancos o leucocitos y los anticuerpos) no pueden alcanzar dicha zona, la infección se extiende rápidamente y puede resultar difícil controlarla. La persona afectada puede morir, incluso con el tratamiento adecuado.

Algunas infecciones necrosantes de la piel se extienden profundamente a lo largo de la superficie del tejido conjuntivo que cubre el músculo (fascia): se las conoce como fascitis necrosante. Otras infecciones necrosantes de la piel se extienden en las capas externas de la piel y se denominan celulitis necrosante. Pueden causarlas diferentes tipos de bacterias, como los Streptococcus y Clostridia, aunque en muchos casos la infección se debe a una combinación de varias. La infección necrosante de la piel causada concretamente por estreptococos ha sido denominada "enfermedad carnívora" por la prensa no especializada, pero difiere poco de las demás. La gangrena gaseosa (también llamada mionecrosis por clostridios) es un tipo de infección necrosante de la piel que afecta el músculo y los tejidos circundantes y que generalmente es causada por Clostridia.

Algunas infecciones necrosantes comienzan en heridas punzantes o laceraciones, especialmente si están contaminadas con suciedad y desechos. Otras infecciones se inician en las incisiones quirúrgicas o incluso en la piel sana. En ocasiones, las personas con diverticulitis, perforación o tumores del intestino desarrollan infecciones necrosantes en la pared abdominal, la región genital o los muslos. Estas infecciones tienen lugar cuando ciertas bacterias escapan del intestino y se extienden a la piel. En estos casos, las bacterias crean al principio un absceso (bolsa de pus) en la cavidad abdominal y se extienden directamente hasta la piel, o se propagan por el torrente sanguíneo a la piel y a otros órganos. Las personas con diabetes corren un riesgo particularmente alto de contraer infecciones necrosantes de la piel.

Síntomas de las infecciones necrosantes de la piel

Los síntomas de las infecciones necrosantes de la piel comienzan a menudo de la misma manera que una infección cutánea común, una celulitis. La piel puede presentar un aspecto pálido al principio, pero rápidamente adopta un color rojo o de bronce y se vuelve tibia al tacto y e hinchada. El dolor es intenso.

Después la piel se torna violeta, y a menudo aparecen grandes ampollas llenas de líquido (bullas). El líquido de estas ampollas es de color marrón, acuoso, y a veces tiene un olor fétido. Las zonas de piel muerta (gangrena) se vuelven negras.

Algunos tipos de infecciones necrosantes de la piel, como las causadas por Clostridia y por bacterias mixtas, generan gas. El gas crea burbujas bajo la piel y algunas veces en las propias ampollas, lo que hace que la piel se sienta agrietada cuando se la presiona. Inicialmente la zona infectada es extremadamente dolorosa, pero cuando la piel muere, los nervios dejan de funcionar y la zona pierde la sensibilidad. Los músculos pueden quedar afectados a medida que empeora la infección.

Por lo general, la persona se siente muy enferma y tiene fiebre elevada, la frecuencia cardíaca aumenta y se experimenta un deterioro mental que oscila entre la confusión y la pérdida de la consciencia. La presión arterial puede sufrir un descenso debido a las toxinas secretadas por las bacterias y la respuesta del organismo a la infección (choque séptico). Las personas afectadas pueden sufrir el síndrome de choque tóxico.

Fascitis necrosante
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Esta foto muestra una infección cutánea potencialmente mortal en la zona lumbar causada por estreptococos.
© Springer Science + Business Media

Diagnóstico de infecciones necrosantes de la piel

  • Evaluación médica

  • Pruebas de laboratorio

El médico puede realizar el diagnóstico de infección necrosante de la piel a partir de su aspecto, especialmente por la presencia de burbujas de gas bajo la piel, que también pueden detectarse mediante radiografías.

Si se realiza un análisis de sangre, el número de glóbulos blancos (leucocitos) habrá aumentado (leucocitosis). Las bacterias específicas causantes de la infección se identifican mediante un cultivo de muestras de sangre o tejido (cultura). Sin embargo, los médicos comienzan el tratamiento antes de obtener los resultados de las pruebas de laboratorio.

Tratamiento de las infecciones necrosantes de la piel

  • Extirpación quirúrgica del tejido muerto

  • Antibióticos

  • Amputación si es necesaria.

El tratamiento para la fascitis necrosante y la gangrena gaseosa es la extirpación quirúrgica del tejido muerto, además de la administración de antibióticos por vía intravenosa. A menudo debe extirparse gran cantidad de piel, tejido y músculo, y en algunos casos incluso es necesario amputar el brazo o la pierna afectados.

Las personas afectadas pueden necesitar grandes volúmenes de líquidos intravenosos antes y después de la cirugía.

A las personas que también padecen el síndrome de choque tóxico se les puede administrar concentrado de inmunoglobulinas por vía intravenosa.

Pronóstico de las infecciones necrosantes de la piel

Alrededor del 20 al 30% de las personas tratadas mueren. Sin tratamiento, la mayoría de las personas mueren.

Las personas de edad avanzada con otros trastornos médicos y las que se encuentran en un estado avanzado de la infección tienen un mal pronóstico. La demora en el diagnóstico y el tratamiento, así como una insuficiente extirpación quirúrgica del tejido muerto empeoran el pronóstico.

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