Linfedema

PorJames D. Douketis, MD, McMaster University
Revisado/Modificado jun. 2022 | Modificado sep. 2022
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Datos clave

El linfedema es la acumulación de linfa en los tejidos, lo que provoca hinchazón.

  • Cuando los vasos linfáticos se lesionan o se obstruyen, el fluido linfático no puede drenarse y se acumula en los tejidos, causando inflamación.

  • Este edema puede reducirse mediante vendajes de compresión y medias neumáticas.

(Véase también Introducción al sistema linfático.)

Los ganglios linfáticos son pequeños órganos en forma de judía que filtran la linfa. Se encuentran por todo el cuerpo, pero se concentran debajo de la piel en el cuello, en las axilas y en la ingle. Los ganglios linfáticos son parte del sistema linfático, que es uno de los mecanismos de defensa del cuerpo contra la propagación de las infecciones y del cáncer.

La linfa es un líquido claro que se compone de agua, glóbulos blancos (leucocitos), proteínas y grasas que han salido fuera de los vasos sanguíneos hacia el espacio existente entre las células. Parte del líquido es reabsorbido por los vasos sanguíneos, pero el resto entra en los vasos linfáticos. La linfa, a continuación, pasa a través de los ganglios linfáticos, que son los puntos de recogida específicos en los que quedan retenidas y son destruidas las células dañadas, los organismos infecciosos y las células malignas. Si los gérmenes o las células cancerosas son muy abundantes, los ganglios linfáticos se inflaman. A veces, los microorganismos causan una infección dentro de un ganglio linfático.

Causas del linfedema

El linfedema se produce cuando el sistema linfático no puede evacuar adecuadamente la linfa de los tejidos, produciendo hinchazón. El linfedema se clasifica como

  • Linfedema primario: causado por el subdesarrollo del sistema linfático

  • Linfedema secundario: causado por una obstrucción del sistema linfático

Linfedema primario

El linfedema primario se produce porque el número de vasos linfáticos es tan reducido que no pueden transportar toda la linfa. El problema casi siempre afecta a las piernas. En raras ocasiones afecta a los brazos.

Algunos trastornos hereditarios pueden causar un linfedema primario. Estos trastornos varían en función de la edad a la que la inflamación resulta aparente.

La hinchazón se manifiesta desde el nacimiento solo en casos excepcionales, ya que, por lo general, los vasos linfáticos pueden transportar la pequeña cantidad de linfa que se produce en el lactante. Más a menudo, la hinchazón aparece con posterioridad, cuando el volumen de linfa aumenta y supera la capacidad del reducido número de vasos linfáticos existente.

La hinchazón comienza gradualmente en una de las piernas o en ambas. La primera señal de linfedema puede ser el aumento de volumen del pie, que hace que al final del día se note que el calzado aprieta. El calzado puede dejar marcas en la piel del pie. (Muchas personas que no sufren linfedema experimentan hinchazón después de estar de pie durante periodos prolongados; pueden presentar marcas alrededor de los tobillos después de usar calcetines cortos, pero las marcas son mucho menos profundas que las del linfedema y la zona circundante no está hinchada).

En las etapas iniciales del linfedema primario, la hinchazón desaparece cuando se eleva la pierna. Este trastorno empeora con el tiempo. La hinchazón se vuelve más notoria y no desaparece por completo, ni siquiera después de una noche en reposo.

Tabla

Linfedema secundario

El linfedema secundario es más frecuente que el primario, representando más del 95% de los casos. Suele darse después de una intervención quirúrgica mayor, en especial después de un tratamiento contra el cáncer en el que se han extirpado los ganglios y los vasos linfáticos, o cuando estos han sido tratados con radioterapia. Por ejemplo, tras extirpar un cáncer de mama y los ganglios linfáticos axilares, suele hincharse el brazo.

La cicatrización de los vasos linfáticos como consecuencia de infecciones recidivantes también puede causar linfedema secundario, pero este tipo de fibrosis es muy poco frecuente, excepto en pacientes con una infección producida por el parásito tropical Filaria (filariasis).

En el linfedema secundario, la piel parece sana pero está hinchada. Al presionar la zona con un dedo no queda una señal característica como sucede cuando el edema es debido a un flujo inadecuado de sangre por las venas. En raras ocasiones, especialmente en la filariasis, la extremidad hinchada se vuelve exageradamente grande y la piel está tan gruesa y arrugada que tiene un aspecto similar al de la piel de un elefante. Este trastorno se denomina elefantiasis.

Diagnóstico del linfedema

  • Evaluación médica

  • A veces, imágenes de diagnóstico

El diagnóstico de linfedema se suele basar en los síntomas de la persona afectada. En algunas ocasiones es necesario realizar una prueba de diagnóstico por la imagen, como una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética nuclear (RMN) para determinar la ubicación del bloqueo. En las zonas donde la filariasis es frecuente, pueden requerirse pruebas para detectar la presencia del parásito.

Tratamiento del linfedema

  • Atenuar la acumulación de líquido

  • En ciertas ocasiones, intervención quirúrgica

El linfedema no tiene cura.

El tratamiento del linfedema generalmente implica medidas para aliviar la acumulación de líquido linfático en una extremidad. Estas pueden incluir

  • Drenaje linfático manual

  • Ejercicios específicos para las extremidades

  • Vendajes o medias de compresión

  • Masaje de la extremidad con medias o mangas de compresión neumática

Para las personas con linfedema leve, el drenaje linfático manual, en el que la extremidad se eleva y masajea manualmente para evacuar el líquido fuera de la extremidad afectada, puede ser eficaz. La hinchazón también se puede reducir con ejercicios especiales para las extremidades y con medias de compresión sobre la pierna o una manga compresiva aplicada al brazo. Las personas más gravemente afectadas pueden utilizar medias de compresión neumática intermitente todos los días durante varias horas, dependiendo de la extensión de los síntomas, para reducir la hinchazón. Una vez que la hinchazón se ha reducido, se deben utilizar a diario medias elásticas graduadas hasta la rodilla o el muslo, desde el momento de levantarse hasta el de acostarse. Estas medias aplican presión en el tobillo y menos presión a medida que suben por la pierna. Esta medida controla la hinchazón solo hasta cierto punto. Para reducir la hinchazón en el linfedema del brazo se pueden usar a diario mangas de compresión neumática, parecidas a las medias neumáticas; también existen mangas elásticas.

El linfedema primario y secundario se trata a veces con cirugía para extirpar los tejidos inflamados debajo de la piel y formar nuevos canales de drenaje linfático.

Las personas con linfedema pueden prevenir el empeoramiento de los síntomas evitando el calor, el ejercicio vigoroso y las prendas ajustadas en el brazo o la pierna afectados. El cuidado de la piel y las uñas requiere una atención meticulosa para evitar infecciones. Los médicos tratan de evitar la realización de procedimientos médicos, como vacunación, extracción de sangre e inserción de dispositivos intravenosos en el brazo afectado.

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