(Véase también Introducción a los accidentes cerebrovasculares.)
La mayoría de los accidentes cerebrovasculares son causados por una obstrucción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro, lo que causa la muerte del tejido cerebral (isquemia). En este caso se denominan accidentes isquémicos. Sólo alrededor del 20% de los accidentes cerebrovasculares son causados por hemorragia.
Existen dos tipos principales de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos:
Otros trastornos que comportan hemorragia craneal son los hematomas epidurales y los hematomas subdurales, que por lo general tienen su origen en un traumatismo craneal. Estos trastornos producen síntomas que algunas veces se asemejan a los de un accidente cerebrovascular.