Gangrena gaseosa

(Mionecrosis por clostridios)

PorLarry M. Bush, MD, FACP, Charles E. Schmidt College of Medicine, Florida Atlantic University
Revisado/Modificado jun. 2023
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La gangrena gaseosa es una infección potencialmente mortal del tejido muscular, causada principalmente por la bacteria anaerobia Clostridium perfringens y otras diversas especies de clostridios.

  • La gangrena gaseosa puede desarrollarse después de cierto tipo de intervenciones quirúrgicas o lesiones.

  • Se forman ampollas con burbujas de gas cerca del área infectada, acompañadas de fiebre, latidos cardíacos y respiración acelerados y, a menudo, dolor en el lugar de la infección.

  • Los síntomas sugieren el diagnóstico y se suelen realizar pruebas de diagnóstico por la imagen o el cultivo de una muestra extraída de los tejidos infectados.

  • El tratamiento consiste en altas dosis de antibióticos y la extirpación quirúrgica del tejido muerto o infectado.

La gangrena gaseosa es una infección del tejido muscular por clostridios, de rápida propagación, que conduce a la muerte si no se trata con rapidez.

En Estados Unidos se dan varios miles de casos de gangrena cada año.

Las bacterias clostridios prosperan cuando no hay presencia de oxígeno. Es decir, son anaerobias. Por tanto, se reproducen bien en tejidos blandos que han sido gravemente dañados y en heridas muy profundas. A estos tejidos les llega poco flujo sanguíneo y por lo tanto tienen niveles bajos de oxígeno.

La mayoría de las infecciones del tejido blando por clostridios, incluida la gangrena gaseosa, están causadas por Clostridium perfringens. Las infecciones del tejido blando debidas a clostridios suelen aparecer horas o días después de una lesión, pero, a veces, la infección tarda varios días en aparecer.

Otras infecciones de tejidos blandos causadas por clostridios son

  • Infecciones de la capa interna de la piel y de los tejidos blandos circundantes (celulitis), que puede no ser muy dolorosa

  • Infecciones más profundas en el tejido fibroso alrededor de los músculos llamados fascia (fascitis) o muscular (miositis), que suelen ser dolorosas

Las infecciones cutáneas rara vez se propagan y se agravan.

A veces, las bacterias de los tejidos blandos producen grandes cantidades de gas como producto de desecho. El gas puede formar burbujas y ampollas en el tejido. A menudo, la infección obstruye los capilares. Como resultado, el tejido infectado muere. El tejido muerto permite que la infección por clostridios se extienda aún más rápido. Cuando el músculo está infectado las posibilidades de que se desarrolle gangrena gaseosa son mayores que cuando está infectada solo la piel.

Causas de la gangrena gaseosa

La gangrena gaseosa aparece por lo general después de traumatismos o cirugía. Se consideran lesiones de alto riesgo las siguientes heridas

  • Son profundas y graves

  • Presentan afectación del músculo

  • Están contaminadas con polvo, materia vegetal en descomposición o heces

  • Contienen tejido aplastado o muerto

La cirugía de alto riesgo incluye

  • Cirugía del intestino grueso (colon) o de la vesícula biliar

Con muy poca frecuencia aparece gangrena gaseosa en ausencia de lesión o cirugía, generalmente en personas con cáncer de colon, diverticulitis o un trastorno que reduce el flujo de sangre al intestino o que produce fugas a través de la pared intestinal. La gangrena gaseosa puede aparecer cuando se filtran las bacterias que viven en el intestino. Las bacterias se pueden propagar de forma generalizada.

Síntomas de la gangrena gaseosa

La gangrena gaseosa provoca un dolor intenso en el área infectada. Inicialmente, la zona está hinchada y pálida, pero con el tiempo se torna roja, a continuación, de color bronce y, finalmente, de color negro verdoso. La zona es firme y sensible a la palpación. A menudo se forman grandes ampollas. Las burbujas de gas son visibles dentro de la ampolla o se sienten debajo de la piel, generalmente después de que la infección progrese. Los líquidos que fluyen de la herida desprenden un olor pútrido.

Los pacientes en seguida empiezan un estado febril, sudan profusamente y sienten una gran ansiedad. Pueden vomitar. La frecuencia cardíaca y la respiración suelen acelerarse. En algunas personas, la piel se vuelve amarilla, indicando ictericia. Estos efectos son causados por toxinas producidas por las bacterias.

De modo característico, los pacientes permanecen conscientes hasta el final de la enfermedad, cuando la presión arterial baja peligrosamente (choque o shock) y se entra en coma; la evolución posterior es rápida, con insuficiencia renal y muerte.

Sin tratamiento, la muerte se produce en el 100% de las personas infectadas. Muchas personas mueren incluso con tratamiento.

Diagnóstico de la gangrena gaseosa

  • Análisis y cultivo de fluido procedente de la herida

  • A veces, cirugía exploratoria o una biopsia para obtener una muestra de tejido

La gangrena gaseosa se sospecha basándose en los síntomas y en los resultados de la exploración física.

Las radiografías permiten detectar burbujas de gas en el tejido muscular, y la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN) sirven para detectar áreas de tejido muscular muerto. Estos resultados apoyan el diagnóstico. Sin embargo, las burbujas de gas también pueden ocurrir en otras infecciones anaeróbicas.

Los líquidos procedentes de la herida se examinan al microscopio para buscar la presencia de clostridios y se envían al laboratorio, donde puede realizarse (en caso de que las bacterias estén presentes) un cultivo y un análisis bacteriano. Los cultivos permiten confirmar la presencia de clostridios. Sin embargo, no todas las personas con clostridios presentan gangrena gaseosa.

La confirmación del diagnóstico suele requerir una cirugía exploratoria o la extirpación de una muestra de tejido para examinarla al microscopio (biopsia) y verificar así los cambios musculares característicos.

Tratamiento de la gangrena gaseosa

  • Antibióticos

  • Cirugía para extirpar todo el tejido muerto e infectado

Si se sospecha gangrena gaseosa, el tratamiento debe comenzar de inmediato.

Se administran altas dosis de antibióticos, por lo general penicilina y clindamicina. Todos los tejidos muertos e infectados se extirpan quirúrgicamente. En casos graves, la amputación rara vez es necesaria.

El tratamiento en una cámara de oxígeno a alta presión (cámara hiperbárica) también puede ser de utilidad, pero dichas cámaras no siempre están fácilmente disponibles.

Prevención de la gangrena gaseosa

Las lesiones cutáneas deben limpiarse a fondo. Si el área lesionada se agranda y se hincha, se calienta, se enrojece y se vuelve dolorosa, las personas afectadas deben ponerse en contacto con su médico porque pueden necesitar antibióticos. Las personas con diabetes y otros trastornos que debilitan su sistema inmunológico corren un mayor riesgo de desarrollar infecciones relacionadas con lesiones y deben ser evaluadas lo antes posible.

Para prevenir infecciones graves y gangrena gaseosa en personas que tienen heridas o que se someten a cirugía, los médicos indican lo siguiente:

  • Lavan a fondo las heridas

  • Extraen de las heridas los cuerpos extraños y los tejidos muertos

  • Administran antibióticos por vía intravenosa antes, durante y después de la cirugía abdominal para evitar la infección

No existen una vacuna preventiva contra la infección por clostridios.

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