Edad y salud: cambios en la glándula tiroidea en las personas mayores

Los efectos del envejecimiento sobre la glándula tiroidea y sus hormonas son mínimos. Con el paso del tiempo, el tamaño de la glándula tiroidea disminuye y esta se desplaza hacia abajo en el cuello. La concentración de hormona tiroidea triyodotironina (T3) puede disminuir ligeramente, pero la velocidad de las funciones vitales cambia muy poco. Sin embargo, los trastornos tiroideos sí se vuelven más frecuentes con la edad.

Los trastornos que alteran la actividad tiroidea, en particular el hipertiroidismo y el hipotiroidismo, pueden considerarse «grandes simuladores» en las personas mayores. Estos trastornos suelen causar síntomas que se confunden fácilmente con los de otras patologías o incluso con los signos de envejecimiento.

El aumento o la disminución de la actividad tiroidea empeora drásticamente la forma en que una persona mayor se siente y disminuye en gran medida la capacidad de llevar a cabo las actividades diarias. Por estos motivos, se debe desenmascarar a los «grandes simuladores» con el fin de detectarlos tal cual son y administrar el tratamiento adecuado.

Algunos expertos recomiendan medir la concentración de hormona estimulante del tiroides en sangre en personas mayores de 70 años cada año o cada pocos años, aunque varios organismos médicos que han estudiado esta cuestión no recomiendan dicho cribado en adultos realmente asintomáticos con el objeto de evitar el tratamiento excesivo de las personas con anomalías de laboratorio menores.