La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino de tamaño pequeño y forma redonda que se encuentra ubicada delante del recto, en la base de la vejiga. Su función principal es liberar líquido en la uretra durante la eyaculación. Durante la eyaculación, los espermatozoides ascienden desde el testículo y regresan al cuerpo a través de un tubo llamado conducto deferente. Los conductos deferentes discurren por detrás de la vejiga y penetran en la próstata. A medida que viajan a través del sistema reproductor masculino, los espermatozoides se combinan con el líquido seminal, otro componente de la eyaculación, procedente de tres fuentes: las vesículas seminales, la próstata y las glándulas bulbouretrales. La eyaculación viaja a lo largo de la uretra y sale del cuerpo a través del pene. Normalmente, la próstata crece a medida que el hombre se hace mayor. El aumento de tamaño se conoce como hiperplasia benigna de próstata, o HBP, y por lo general no causa ningún problema hasta etapas posteriores de la vida. Un síntoma común de la hiperplasia benigna de próstata es un cambio notable en la micción como resultado de la obstrucción de la uretra y la pérdida de funcionalidad de la vejiga. Si no se trata, la hiperplasia benigna de próstata puede provocar infecciones de las vías urinarias, lesiones en la vejiga o los riñones, cálculos en la vejiga o incontinencia. El médico puede recomendar un tratamiento adecuado en función de la gravedad de los síntomas.