(Véase también Introducción a las parafilias y a los trastornos parafílicos Introducción a las parafilias y a los trastornos parafílicos Las parafilias consisten en la presencia de frecuentes e intensas conductas o fantasías sexuales de tipo excitatorio que implican objetos inanimados, niños o adultos que no consienten, o el... obtenga más información .)
El masoquismo sexual es una forma de parafilia. La mayoría de las personas con tendencias masoquistas no sufren un trastorno de masoquismo sexual.
En relaciones sexuales sanas es frecuente que exista un cierto juego de sadismo y masoquismo y las parejas compatibles a menudo lo buscan uno en el otro. Por ejemplo, el uso de pañuelos de seda para simular ataduras y las palmadas suaves durante la actividad sexual son prácticas comunes entre parejas que lo consienten, y no son consideradas prácticas sadomasoquistas.
La mayoría de los masoquistas interactúan con una pareja que da su consentimiento, que puede tener sadismo sexual Trastorno de sadismo sexual El sadismo sexual comporta actos en los que la persona experimenta excitación sexual al infligir sufrimiento físico o psicológico a otra persona. El trastorno de sadismo sexual es el sadismo... obtenga más información (es decir, que experimenta excitación sexual al infligir sufrimiento físico o psicológico a otra persona). En estas relaciones, la humillación y las palizas son simples actuaciones, donde los participantes saben que es un juego y evitan cuidadosamente la humillación real o las lesiones.
El trastorno de masoquismo sexual, por el contrario, implica una de las características siguientes o ambas:
La persona está angustiada por su comportamiento o es incapaz de funcionar a causa de este.
Los actos realizados pueden causar graves daños psicológicos o corporales, e incluso la muerte, como ocurre en la asfixia autoerótica.
El tratamiento del masoquismo suele ser ineficaz.
Asfixiofilia (asfixia autoerótica)
La asfixiofilia se considera un subtipo de trastorno de masoquismo sexual. Las personas con asfixiofilia se asfixian o se estrangulan parcialmente a sí mismos mediante la aplicación de una soga alrededor del cuello, o bien permiten que un compañero lo haga.
Normalmente se utiliza como soga una prenda de vestir (como bufandas o ropa interior). Pueden atar la soga a un elemento de la habitación (como un pomo de la puerta o una pata de la cama). Se persigue la disminución temporal del aporte de oxígeno al cerebro en el momento del orgasmo, como medio para intensificar el placer sexual, pero esta práctica puede conducir de manera accidental a una lesión cerebral o la muerte.