Los tumores malignos de las glándulas salivales son mucho menos frecuentes que los tumores benignos. La neoplasia más frecuente de la glándula salival es el carcinoma mucoepidermoide, el cual se puede formar en una pequeña glándula salival (menor) en el paladar o como un nódulo en una de las grandes glándulas salivales (mayores), ya sea por debajo o por detrás del maxilar inferior.
(Véase también Introducción al cáncer de boca, nariz y faringe.)
Síntomas
La mayoría de los cánceres de las glándulas salivales empiezan como una masa indolora. Cuando un tumor crece y se vuelve doloroso, el dolor se puede agudizar por la comida, que estimula la secreción de saliva. Si el tumor invade los nervios próximos, el paciente puede presentar entumecimiento u hormigueo en una zona de la cara, o dificultad para mover parte de la cara.
Diagnóstico
El médico realiza una biopsia (extracción de una muestra de tejido para su examen al microscopio) de cualquier glándula salival que pudiera ser cancerosa. Si la biopsia detecta un cáncer, se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen, como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética nuclear (RMN), para ver el grado de extensión del cáncer. Debido a que algunos tipos de neoplasia de la glándula salival pueden diseminarse a distancia, también se pueden solicitar pruebas de diagnóstico por la imagen de los pulmones, el hígado, los huesos y el cerebro.
Tratamiento
La mayoría de los cánceres de las glándulas salivales se tratan con cirugía seguida de radioterapia cuando sea necesario. Durante la cirugía el médico intenta evitar la lesión del nervio facial.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.
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American Cancer Society: Salivary gland cancer