La enfermedad de Chagas es una infección por protozoos de la especie Trypanosoma cruzi, que se transmite más comúnmente por la picadura de insectos Triatominae (chinche besucona) o, con menor frecuencia, por ingestión de zumo de caña de azúcar o alimentos contaminados con Triatominae infectados o sus heces, mediante transfusión de sangre o un trasplante de órgano de un donante infectado, o por transmisión materno-fetal. Los síntomas después de una mordedura de triatomíneos comienzan en forma típica con una lesión cutánea o con edema periorbitario unilateral, que luego se agrava debido a la aparición de fiebre, malestar general, adenopatías generalizadas y hepatoesplenomegalia; años más tarde, algunos pacientes infectados desarrollan arritmias, miocardiopatía crónica o, con menor frecuencia, megaesófago o megacolon. En pacientes con infección avanzada por VIH, la piel o el cerebro pueden verse afectados. El diagnóstico requiere la detección de los tripanosomas en sangre periférica o en material aspirado de los órganos infectados. Las pruebas para identificar anticuerpos son sensibles y pueden ser útiles. El tratamiento consiste en nifurtimox o benznidazol; sin embargo, los medicamentos antiparasitarios no revierten el curso de la enfermedad cardíaca o intestinal que se ha desarrollado.
La enfermedad de Chagas es causada por Trypanosoma cruzi. La infección se transmite principalmente a los humanos cuando son picados por Triatominae (también llamados reduviidos, vinchucas o chinches asesinas).
Con menor frecuencia, T. cruzi se transmite a través de la ingestión de zumo de caña de azúcar o alimentos contaminados con insectos Triatominae infectados o sus heces, por vía transplacentaria de una madre infectada a su feto, o por transfusión de sangre o un trasplante de órgano de un donante infectado.
Los reservorios no humanos son perros domésticos, zarigüeyas, armadillos, ratas, mapaches y muchos otros animales. (See also Trypanosomiasis in Animals.)
Los Triatominae se encuentran en toda América del Norte, América Central y América del Sur.
En todo el mundo, se estima que 6-8 millones de personas están infectadas e en forma crónica por T. cruzi. La mayoría de las infecciones ocurren en personas en América Latina continental donde T. cruzi permanece endémico en 21 países (1). Sin embargo, la incidencia de infección por T. cruzi ha ido disminuyendo en América Latina debido a la mejora de la vivienda, la detección de donantes de sangre y órganos, además de otras medidas de control.
En 2010, se estima que, en América Latina, 1,13 millones de mujeres en edad fértil estaban infectadas por T. cruzi. Se estima que del 1 al 5% de sus hijos nacieron con infección congénita. Todos los años ocurren al menos 15 000 casos de infección congénita en América Latina (1).
Aproximadamente 288.000 personas en los Estados Unidos estaban infectadas por T. cruzi entre 2014 y 2018 (1). La mayoría de las infecciones fueron adquiridas por personas que han vivido en regiones endémicas. Aunque rara, la transmisión local por vector ha sido cada vez más reconocida en los Estados Unidos, y casos autóctonos (es decir, indígenas) han sido documentados en Arizona, Arkansas, California, Louisiana, Mississippi, Missouri, Tennessee y Texas (2). Aproximadamente 40.000 mujeres en edad fértil en los Estados Unidos tienen la enfermedad de Chagas (3). (See also Centers for Disease Control and Prevention: Trypanosomiasis, American/Chagas Disease.)
Referencias generales
1. Cucunubá ZM, Gutiérrez-Romero SA, Ramírez JD, et al. The epidemiology of Chagas disease in the Americas. Lancet Reg Health Am. 2024;37:100881. Published 2024 Sep 13. doi:10.1016/j.lana.2024.100881
2. Beatty NL, Klotz SA. Autochthonous Chagas Disease in the United States: How Are People Getting Infected?. Am J Trop Med Hyg. 2020;103(3):967-969. doi:10.4269/ajtmh.19-0733
3. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Clinical Considerations for Congenital Chagas Disease. Accessed March 21, 2025.
Fisiopatología de la enfermedad de Chagas
La enfermedad de Chagas se transmite con mayor frecuencia cuando un insecto Triatominae pica a una persona o un animal infectado y, luego, a otra persona. Mientras pican, los insectos infectados depositan sobre la piel heces que contienen tripomastigotes metacíclicos. Estas formas infecciosas ingresan a través de la herida producida por la picadura, las conjuntivas o las mucosas.
Además de los humanos, varios otros mamíferos sirven como huéspedes reservorio para T. cruzi (p. ej., armadillos, zarigüeyas, mapaches, ratas de bosque, algunos otros roedores, perros domésticos). Las especies vectoriales comunes de Triatominae para la tripanosomiasis pertenecen a los géneros Triatoma, Rhodnius y Panstrongylus.
Los parásitos invaden los macrófagos en el sitio de entrada y se transforman en amastigotes, que se multiplican por fisión binaria; los amastigotes se convierten a su vez en tripomastigotes, ingresan en el torrente sanguíneo y los espacios tisulares e infectan a otras células. Las células del sistema reticuloendotelial, el miocardio, los músculos y el sistema nervioso son las que se ven afectadas con mayor frecuencia en la infección.
Image from the Centers for Disease Control and Prevention, Global Health, Division of Parasitic Diseases and Malaria.
Síntomas y signos de la enfermedad de Chagas
La infección por T. cruzi tiene 3 etapas:
Aguda
Crónica indeterminada
Crónica
Tras la infección aguda se produce un período indeterminado crónico (latente), en el cual las personas pueden permanecer asintomáticas o progresar a una enfermedad crónica. La inmunosupresión puede reactivar la infección y causar parasitemia alta y, en algunas personas, lesiones cutáneas o cerebrales.
Etapa aguda
La infección aguda por T. cruzi en áreas endémicas suele ocurrir en la infancia y puede ser asintomática.
Los pacientes con síntomas suelen comenzar a presentarlos entre 1 y 2 semanas después de la exposición. En el sitio por donde ingresó el parásito se detecta una lesión cutánea eritematosa indurada (chagoma). Cuando el sitio de inoculación es la conjuntiva, aparece un edema periocular y palpebral unilateral con conjuntivitis y adenopatías preauriculares, que se conoce como el signo de Romaña.
CDC image courtesy of the WHO/TDR Image Library.
La enfermedad de Chagas aguda es mortal en un pequeño porcentaje de los pacientes; T. cruzi es cardiotrópico, y la muerte se produce por miocarditis aguda con insuficiencia cardíaca o a veces por meningoencefalitis. En el resto, los síntomas desaparecen sin tratamiento.
La enfermedad de Chagas aguda primaria en pacientes inmunocomprometidos, como aquellos con infección avanzada por VIH, puede ser grave y manifestarse de forma atípica, con lesiones cutáneas y, rara vez, lesiones encefálicas que realzan el anillo.
Las infecciones congénitas son en su mayoría asintomáticas, pero en el 10 al 30% de los casos aparecen manifestaciones inespecíficas, como prematurez, bajo peso al nacer, fiebre, hepatoesplenomegalia, anemia y trombocitopenia (1). Rara vez, la muerte puede ser el resultado de una enfermedad fulminante. Los signos de infección aguda se resuelven incluso sin tratamiento en la mayoría de las infecciones congénitas.
Etapa crónica indeterminada
Los pacientes con infección indeterminada crónica tienen evidencias parasitológicas, serólogicas o ambas de infección por T. cruzi, pero no presentan síntomas, hallazgos físicos anormales ni evidencias de compromiso cardíaco o gastrointestinal en la evaluación mediante ECG y tira de ritmo, ecocardiograma, radiografía de tórax u otros estudios.
Muchos pacientes infectados se identifican cuando donan sangre, mediante ensayos de inmunoabsorción ligada a enzimas (ELISA) de cribado, y ensayos de radioinmunoprecipitación (RIPA) confirmatorios. La mayoría de los pacientes permanecen en esta etapa asintomática por el resto de sus vidas.
Etapa crónica con compromiso cardíaco o gastrointestinal
La enfermedad de Chagas crónica se desarrolla en el 20 al 30% de los pacientes después de la fase indeterminada crónica, que puede durar años o décadas (2). Es probable que los parásitos estén presentes en la enfermedad crónica; una reacción autoinmunitaria también puede contribuir al daño orgánico. Sus manifestaciones principales son:
Cardíaco
Gastrointestinal
Por lo general, la enfermedad cardiaca se manifiesta con trastornos de la conducción que incluyen bloqueo de rama derecha o bloqueo del fascículo anterior izquierdo. La miocardiopatía crónica a menudo progresa a una dilatación flácida de todas las cámaras cardíacas, aneurismas apicales y progresión de las lesiones en el sistema de conducción. Los pacientes pueden presentar insuficiencia cardíaca, síncope, muerte súbita debida al bloqueo auriculoventricular o a arritmias ventriculares y tromboembolia. El electrocardiograma (ECG) puede mostrar un bloqueo de la rama derecha o un bloqueo auriculoventricular completo.
La enfermedad gastrointestinal causa síntomas semejantes a los de la acalasia o la enfermedad de Hirschsprung. El megaesófago chagásico se manifiesta con disfagia y puede producir infecciones pulmonares por aspiración o asociadas con la grave desnutrición. El megacolon puede determinar que el paciente experimente largos períodos de estreñimiento y vólvulo intestinal.
Referencias de los signos y síntomas
1. Matthews S, Tannis A, Puchner KP, et al. Estimation of the morbidity and mortality of congenital Chagas disease: A systematic review and meta-analysis. PLoS Negl Trop Dis. 2022;16(11):e0010376. Published 2022 Nov 7. doi:10.1371/journal.pntd.0010376
2. CDC: Clinical Care of Chagas Disease. Accessed March 21, 2025.
Diagnóstico de la enfermedad de Chagas
Evaluación con microscopia óptica de un frotis de sangre (fino o grueso) o tejido (enfermedad de Chagas aguda)
Prueba serológica de cribado confirmada por una segunda prueba (enfermedad de Chagas crónica)
Pruebas basadas en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) (enfermedad de Chagas aguda, crónica con afectación cardíaca o gastrointestinal, y congénita)
En áreas endémicas, xenodiagnóstico (examen microbiológico del contenido intestinal de los insectos Triatominae)
El número de tripomastigotes en el frotis de sangre periférica es elevado durante la etapa aguda de la enfermedad de Chagas y estos pueden detectarse fácilmente durante el examen de los frotis o estudios de gota gruesa. En cambio, pocos parásitos están presentes en la sangre durante la etapa indeterminada crónica o la etapa crónica. El diagnóstico definitivo de la enfermedad de Chagas en estadio agudo también se puede realizar al examinar el tejido de los ganglios linfáticos o el corazón.
Las pruebas PCR se usan cuando es probable que el nivel de parasitemia sea alto, como ocurre en la enfermedad de Chagas aguda, en la enfermedad de Chagas congénita o después de la transmisión por transfusión sanguínea, trasplante o exposición en el laboratorio (1).
En áreas endémicas, se ha usado xenodiagnóstico; se trata de examinar el contenido intestinal de los Triatominae criados en laboratorio después de haber ingerido sangre de una persona que se cree que tiene la enfermedad de Chagas.
En pacientes inmunocompetentes con enfermedad de Chagas crónica, a menudo se realizan pruebas serológicas, como anticuerpos fluorescentes indirectos (AFI), inmunoensayos enzimáticos (EIA) o enzimoinmunoanálisis (ELISA) para detectar anticuerpos contra T. cruzi. Se deben obtener resultados positivos en al menos 2 pruebas serológicas diferentes, idealmente utilizando metodologías de prueba distintas, para confirmar el diagnóstico (2). Las pruebas serológicas son sensibles pero pueden producir resultados falsos positivos en pacientes con leishmaniasis u otras enfermedades. Por lo tanto, a una prueba serológica positiva inicial le sigue una o más pruebas diferentes; por ejemplo, en Estados Unidos, una inmunotransferencia para detectar antígenos excretados-secretados de tripomastigote (TESA por sus siglas en inglés) o, a veces, se puede utilizar microscopia óptica de muestras de sangre o una muestra de tejido para confirmar el diagnóstico. Si los resultados iniciales son discordantes, la prueba debe repetirse utilizando una segunda muestra. Las pruebas serológicas también se utilizan para el cribado de T. cruzi en donantes de sangre en zonas endémicas.
Pruebas auxiliares en los pacientes con enfermedad de Chagas crónica
Después de que se diagnostica la enfermedad de Chagas, se deben realizar las siguientes pruebas, según los hallazgos:
Sin síntomas pero con infección documentada por T. cruzi: ECG y tira de ritmo, y radiografía de tórax
Posibles anomalías cardíacas en la prueba de cribado o con síntomas que sugieran cardiopatía: ecocardiografía
Disfagia u otros síntomas o hallazgos gastrointestinales: estudios gastrointestinales con contraste o endoscopia
Referencias del diagnóstico
1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Trypanosomiasis, American/Chagas Disease. CDC Yellow Book 2024.
2. Miller JM, Binnicker MJ, Campbell S, et al. Guide to Utilization of the Microbiology Laboratory for Diagnosis of Infectious Diseases: 2024 Update by the Infectious Diseases Society of America (IDSA) and the American Society for Microbiology (ASM). Clin Infect Dis. Published online March 5, 2024. doi:10.1093/cid/ciae104
Tratamiento de la enfermedad de Chagas
Benznidazol o nifurtimox
Tratamiento de sostén
El tratamiento del estadio agudo de la enfermedad de Chagas con antiparasitarios hace lo siguiente:
Reduce rápidamente la parasitemia
Acorta la enfermedad clínica
Reduce el riesgo de muerte
Disminuye la probabilidad de enfermedad crónica
El tratamiento antiparasitario está indicado para todos los casos de enfermedad de Chagas aguda, congénita o reactivada y para la infección crónica no diagnosticada en niños de hasta 18 años. Mientras más joven sea el paciente y más temprano se inicie el tratamiento, es más probable que el resultado sea una curación parasitológica.
La eficacia del tratamiento disminuye a medida que se prolonga la duración de la infección y los efectos adversos son más probables en adultos. También se recomienda el tratamiento para adultos de 18 a 50 años, a menos que tengan evidencias de enfermedad cardíaca o gastrointestinal (GI) avanzada. Para los pacientes > 50 años, el tratamiento es cindividualizado de acuerdo con los riesgos y beneficios potenciales.
Una vez que aparecen signos de enfermedad cardíaca o gastrointestinal avanzada, no se recomiendan fármacos antiparasitarios.
Las medidas de sostén incluyen el enfermedad renal crónica tratamiento de la insuficiencia cardíaca, la colocación de marcapasos para los bloqueos auriculoventriculares, los antiarrítmicos, el trasplante cardíaco, la dilatación del esófago, la inyección de toxina botulínica en el esfínter esofágico inferior y la cirugía gastrointestinal para el megacolon.
Los únicos fármacos antiparasitarios eficaces son benznidazol y nifurtimox (1).
El benznidazol es generalmente mejor tolerado, y la duración del tratamiento es más corta. Tanto el benznidazol como el nifurtimox producen toxicidad significativa, que aumenta con la edad. Las contraindicaciones para el tratamiento incluyen enfermedad hepática o renal grave. Los niños pequeños suelen tolerar el tratamiento mejor que los adultos.
Cuando las mujeres son diagnosticadas con Chagas durante el embarazo, el tratamiento generalmente se retrasa hasta después del parto, y luego se trata al lactante si está infectado. Estos medicamentos no se recomiendan para pacientes embarazadas o en período de lactancia.
Los efectos adversos frecuentes del benznidazol incluyen dermatitis alérgica, anorexia, pérdida de peso, neuropatía periférica e insomnio.
Los efectos adversos comunes del nifurtimox son anorexia, náuseas, vómitos, pérdida de peso, polineuropatía, cefalea, mareos y vértigo.
Treatment reference
1. Bern C, Montgomery SP, Herwaldt BL, et al. Evaluation and treatment of Chagas disease in the United States: a systematic review. JAMA. 2007;298(18):2171-2181. doi:10.1001/jama.298.18.2171
Prevención de la enfermedad de Chagas
El revoque de las paredes, el reemplazo de los techos de paja o el rociado reiterado de las casas con insecticidas residuales (que tengan una duración de acción prolongada) pueden controlar a los Triatominae.
La infección en viajeros es inusual y puede evitarse si no duermen en casas de adoble o, si dormir en estos ambientes es inevitable, mediante el uso de redes.
Otra medida preventiva consiste en evitar el jugo fresco de caña de azúcar u otros alimentos que puedan estar contaminados.
El cribado de las mujeres en edad reproductiva en riesgo y el tratamiento antes del embarazo disminuyen la probabilidad de infección congénita.
Se examina a donantes de sangre y de órganos en muchas áreas endémicas. Desde 2006, en Estados Unidos también se evalúan los donantes de sangre y de órganos para prevenir la enfermedad de Chagas relacionada con transfusiones y trasplantes de órganos.
Conceptos clave
La enfermedad de Chagas es causada por el Trypanosoma cruzi, que se transmite por insectos Triatomas (vinchuca).
La infección es endémica en América Latina; se estima que alrededor de 6 a 8 millones de personas en todo el mundo, incluyendo una estimación de 288.000 personas en Estados Unidos (sobre todo las personas que han vivido en áreas endémicas), están infectadas.
A la etapa aguda le sigue la etapa indeterminada crónica, en la que los pacientes pueden permanecer asintomáticos, pero en el 20 al 30% de los pacientes, la etapa indeterminada crónica progresa a la etapa crónica, que afecta particularmente el corazón y/o el tracto gastrointestinal.
El diagnóstico del Chagas agudo se basa en la evaluación con microscopia óptica de un frotis de sangre (fino o grueso) o una muestra tisular o e pruebas basadas en polymerase chain reaction (PCR).
La infección crónica por T. cruzi se diagnostica mediante pruebas serológicas con inmunotransferencia de antígenos excretados-secretados de tripomastigotes (TESA) u otro ensayo para anticuerpos.
Use pruebas basadas en PCR para evaluar casos que podrían transmitirse por vía transplacentaria o por transfusión, trasplante o exposición en el laboratorio.
Después de diagnosticar la enfermedad de Chagas, se debe realizar una ecocardiografía si en una prueba de cribado se sospecha que podrían existir anomalías cardíacas o si aparecen síntomas que sugieren enfermedad cardíaca; se debe indicar una radiografía de tórax, un ECG como prueba de cribado con tira de ritmo si los pacientes no tienen síntomas pero tienen infección confirmada por T. cruzi; y se deben solicitar estudios gastrointestinales con medio de contraste o una endoscopia gastrointestinales si los pacientes tienen disfagia u otros síntomas gastrointestinales.
Administre benznidazol o nifurtimox a pacientes con enfermedad de Chagas aguda, congénita o reactivada, a niños hasta los 18 años con infección crónica, y a adultos de 18 a 50 años que no tengan enfermedad cardíaca o GI avanzada; estos medicamentos no deben administrarse a pacientes embarazadas o en período de lactancia.
Para los pacientes > 50 años con infección crónica, el tratamiento se individualiza sobre la base de la relación entre riesgos y beneficios.
Los fármacos antiparasitarios no son eficaces en pacientes con enfermedad de Chagas cardíaca o gastrointestinal avanzada, pero suelen ser útiles las medidas de sostén (p. ej., el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, colocación de marcapasos para los bloqueos auriculoventriculares, antiarrítmicos, trasplante cardíaco, dilatación del esófago, inyección de toxina botulínica en el esfínter esofágico inferior, cirugía gastrointestinal).
Más información
Los siguientes recursos en inglés pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable del contenido de estos recursos.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Clinical Care of Chagas Disease
MSD Veterinary Manual: Trypanosomiasis in Animals



