(Véase también Generalidades sobre la función tiroidea).
Los pacientes con varios trastornos no tiroideos agudos o crónicos pueden tener resultados anormales en las pruebas de función tiroidea. Los trastornos asociados pueden ser agudos o crónicos, en particular ayuno, inanición, desnutrición calórico-proteica, traumatismos graves, infarto de miocardio, enfermedad renal crónica, cetoacidosis diabética, anorexia nerviosa, cirrosis, lesión térmica y sepsis.
La disminución de las concentraciones de triyodotironina (T3) es el hallazgo más frecuente. En los pacientes con enfermedad más grave o prolongada, también se identifica una reducción de las concentraciones de tiroxina (T4). La concentración sérica de T3 reversa (rT3) también aumenta. Clínicamente, los pacientes son eutiroideos y no revelan un aumento de la concentración sérica de hormona tiroideoestimulante (TSH).
La patogenia es desconocida pero puede comprometer la conversión periférica de T4 en T3, una disminución de la depuración de rT3 generada por la T4 y una reducción de la unión de las hormonas tiroideas a la globulina de unión a la tiroxina (TBG). Las citocinas proinflamatorias (p. ej., factor de necrosis tumoral-alfa, interleucina-1) pueden ser responsables de algunos de los cambios.
La interpretación de los resultados anormales al evaluar la función tiroidea en pacientes enfermos es compleja debido a los efectos de varios fármacos, como los medios de contraste yodados y la amiodarona, que afectan la conversión periférica de T4 en T3, y de otros fármacos como dopamina y corticoides, que disminuyen la secreción hipofisaria de TSH y a su vez reducen las concentraciones séricas de TSH y la secreción de T4.
Diagnóstico
El dilema diagnóstico se centra en definir si el paciente tiene hipotiroidismo o síndrome del enfermo eutiroideo. La mejor prueba es medir la concentración de TSH, que en el síndrome del enfermo eutiroideo es baja, normal o levemente elevada, aunque no tan alta como en el hipotiroidismo.
La concentración sérica de rT3 aumenta, aunque rara vez se realiza esta medición.
La concentración sérica de cortisol suele incrementarse en el síndrome del enfermo eutiroideo y suele ser baja o normal-baja en pacientes con hipotiroidismo secundario a una enfermedad hipotálamo-hipofisaria.
Dado que las pruebas son inespecíficas, es importante el juicio clínico para interpretar los resultados anormales de las pruebas de función tiroidea en pacientes con enfermedades agudas o crónicas. Salvo que se sospeche una disfunción tiroidea, no deben solicitarse pruebas de la función tiroidea en estos pacientes.
Tratamiento
Conceptos clave
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Muchos pacientes gravemente enfermos presentan bajos niveles de hormonas tiroideas pero no son clínicamente hipotiroideos y no requieren la administración de suplementos de hormona tiroidea.
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Los pacientes con síndrome del enfermo eutiroideo tienen niveles bajos, normales o sólo ligeramente elevados de TSH, a diferencia de las marcadas elevaciones de TSH presentes en el hipotiroidismo verdadero.