
¿Qué es la depresión?
Al igual que los adultos, la mayoría de los niños tienen momentos en los que se sienten tristes o decaídos. Es normal tener un estado de ánimo bajo cuando sucede algo triste, como perder a un amigo o familiar o tener una decepción en la escuela. Eso no es realmente depresión. La depresión es cuando:
Depresión en los niños:
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Es más frecuente en la adolescencia
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Su hijo puede mostrarse triste, sin interés e indolente o bien irritable, agresivo o malhumorado
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Algunas veces, la depresión comienza después de que suceda algo triste, pero los sentimientos del niño duran más y son más intensos de lo que se consideraría normal
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Los niños más pequeños reciben tratamiento con terapia en primer lugar, mientras que los adolescentes por lo general reciben tratamiento con terapia y medicamentos
¿Cuál es la causa de la depresión en niños?
¿Cuáles son los síntomas de la depresión en niños?
Aunque algunos niños hablan sobre sentirse tristes o deprimidos, muchos otros no pueden describir sus emociones. En su lugar, pueden:
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Sentirse aburridos o irritables
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No estar interesados en sus actividades favoritas, como practicar algún deporte, mirar la televisión, jugar con videojuegos o jugar con amigos
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Sentirse cansados y sin energía
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Quejarse de dolor de estómago o dolor de cabeza
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Mostrar dificultades para pensar o prestar atención
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No dormir bien, tener pesadillas o dormir demasiado
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Desprenderse de cosas que son especiales para ellos
Estos síntomas pueden hacer que los niños afectados pierdan amigos y empeoren su rendimiento escolar.
Algunos niños piensan o hablan sobre el suicidio. Tómese siempre en serio el comportamiento suicida y lleve inmediatamente a su hijo al médico o al departamento de emergencias del hospital.
¿Cómo tratan los médicos la depresión infantil?
Los médicos tratan la depresión con:
Los médicos suelen tratar a los adolescentes tanto con medicamentos como con terapia. Por lo general tratan a los niños más pequeños primero con terapia, seguida de medicamentos en caso necesario.
La depresión a menudo regresa, por lo que los niños y adolescentes deben recibir tratamiento durante al menos un año.