Antes de la exploración física, el médico interroga al paciente.
El médico le pide a la persona afectada que le describa los síntomas actuales:
A menudo, el médico solicita al paciente que describa el orden en que se presentan los síntomas. Esta información ayuda a identificar la causa. Mantener un registro diario de la cronología de la aparición de los síntomas puede ayudar al paciente a recordar y exponerlos con mayor precisión.
También se pregunta al paciente sobre enfermedades y operaciones pasadas o presentes, alergias, enfermedades familiares graves, y fármacos que está tomando actualmente. Se le pregunta sobre su trabajo, sus contactos sociales y si ha estado de viaje, para descartar la posibilidad de exposición a infecciones o sustancias tóxicas poco habituales.
Además, el médico pregunta sobre la existencia de dificultades en el trabajo o en el hogar, como la pérdida del trabajo o un fallecimiento en la familia, porque tales circunstancias repercuten en la salud o la capacidad para hacer frente a la enfermedad.
También se hacen otras preguntas para identificar cualquier síntoma que la persona afectada haya pasado por alto o al que, atenta a la descripción del problema principal, no haya prestado la atención que merece.