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Defensas contra la infección

Por

Larry M. Bush

, MD, FACP, Charles E. Schmidt College of Medicine, Florida Atlantic University

Revisado/Modificado ago 2022
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Si el cuerpo no tuviera defensas contra la infección, rápidamente sería colonizado por microorganismos. Estas defensas requieren un cuerpo vivo y que funcione correctamente. Un cadáver comienza a descomponerse casi de inmediato porque sus defensas ya no funcionan.

Las barreras naturales son la piel, las membranas mucosas, las lágrimas, la cera de los oídos, el moco y el ácido del estómago. Además, el flujo normal de orina elimina los microorganismos que ascienden por el tracto urinario.

Barreras naturales contra la infección

Las membranas mucosas, tales como el revestimiento de la boca, la nariz y los párpados, también son barreras eficaces. Generalmente, estas membranas están cubiertas de secreciones que combaten a los microorganismos. Por ejemplo, las membranas mucosas de los ojos están bañadas en lágrimas, que contienen una enzima llamada lisozima que ataca a las bacterias y que actúa como protección de los ojos contra las infecciones.

Las vías respiratorias Introducción al aparato respiratorio Para mantenerse con vida, el cuerpo necesita producir energía suficiente. Dicha energía se produce por la combustión de las moléculas de los nutrientes, que se oxidan cuando se combinan con... obtenga más información filtran partículas externas presentes en el aire inhalado. Las paredes de la nariz y las vías respiratorias están cubiertas de moco. Los microorganismos del aire quedan atrapados en el moco y son expulsados al toser o al sonarse la nariz. El movimiento coordinado de los cilios (diminutas proyecciones en forma de cabello) que revisten las vías respiratorias contribuye a la expulsión del moco. Las células ciliadas arrastran el moco en dirección ascendente por las vías respiratorias fuera de los pulmones.

El tracto urinario Introducción sobre las vías urinarias Normalmente, una persona tiene dos riñones. El resto de las vías urinarias está constituido por: Dos uréteres (los tubos que conectan cada riñón a la vejiga) La vejiga (un saco muscular expansible... obtenga más información también cuenta con varias barreras efectivas. La vejiga está protegida por la uretra Uretra La uretra es un conducto que desagua la orina desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo. En los hombres, la uretra mide alrededor de 20 cm de largo y termina en el extremo del pene. En las... obtenga más información Uretra , el tubo por el que la orina pasa cuando abandona el organismo. En los varones, la uretra es lo bastante larga para que las bacterias rara vez sean capaces de alcanzar la vejiga a través de ella, a menos que, involuntariamente, se facilite el paso de las bacterias cuando se introducen sondas o instrumentos quirúrgicos. En las mujeres, la uretra es más corta, lo que a veces permite el paso de las bacterias a la vejiga. En ambos sexos, al orinar, se expulsan las bacterias que hayan podido alcanzar la vejiga.

La sangre

Una manera que tiene el organismo de defenderse contra las infecciones es el aumento en el número de ciertos tipos de glóbulos blancos (neutrófilos y monocitos Neutrófilos Una de las líneas de defensa del cuerpo (sistema inmunológico) está formada por glóbulos blancos (leucocitos) que se desplazan por el torrente circulatorio y penetran en los tejidos con el objetivo... obtenga más información ), que se encargan de fagocitar (ingerir Monocitos y macrófagos Una de las líneas de defensa del cuerpo (sistema inmunológico) está formada por glóbulos blancos (leucocitos) que se desplazan por el torrente circulatorio y penetran en los tejidos con el objetivo... obtenga más información ) y destruir los microorganismos que invaden el cuerpo. Dicho incremento puede producirse en unas pocas horas, en gran medida por la liberación de glóbulos blancos desde la médula ósea, donde se fabrican. El número de neutrófilos en la sangre aumenta primero. Si la infección persiste, la cantidad de monocitos aumenta. La sangre lleva los glóbulos blancos (leucocitos) a la zona de la infección.

El número de eosinófilos Eosinófilos Una de las líneas de defensa del cuerpo (sistema inmunológico) está formada por glóbulos blancos (leucocitos) que se desplazan por el torrente circulatorio y penetran en los tejidos con el objetivo... obtenga más información , otro tipo de glóbulos blancos (leucocitos), aumentan de manera característica en las reacciones alérgicas y en algunas infestaciones parasitarias, pero habitualmente no lo hacen en las infecciones bacterianas.

Sin embargo, ciertas infecciones como la fiebre tifoidea Fiebre Tifoidea La fiebre tifoidea está causada por ciertos tipos de bacterias gramnegativas Salmonella. Habitualmente provoca fiebre elevada y dolor abdominal. La fiebre tifoidea se puede transmitir... obtenga más información Fiebre Tifoidea , las infecciones víricas y las infecciones bacterianas que superan el sistema inmunitario, pueden producir una disminución en el número de glóbulos blancos (leucocitos).

Inflamación

Cualquier lesión, incluida una invasión de microorganismos, causa inflamación en el área afectada. La inflamación es un proceso complejo siendo el resultado de diversas circunstancias. Los tejidos dañados liberan sustancias que causan inflamación y que estimulan al sistema inmunitario para:

  • Levantar una barrera alrededor de la zona

  • Atacar y destruir a cualquier invasor

  • Eliminar el tejido muerto y dañado

  • Iniciar el proceso de reparación

Sin embargo, a veces la inflamación no es capaz de superar a los microorganismos si existe una gran cantidad de ellos.

Durante la inflamación, aumenta el suministro de sangre, lo que ayuda a las células inmunitarias a llegar a la zona afectada. Debido al aumento del flujo sanguíneo, un área infectada cerca de la superficie del cuerpo se vuelve roja y caliente. Las paredes de los vasos sanguíneos se vuelven más porosas, permitiendo de este modo que el líquido y los glóbulos blancos (leucocitos) pasen al tejido afectado. El aumento de líquido causa la inflamación tisular. Los glóbulos blancos (leucocitos) atacan a los microorganismos invasores y liberan sustancias que continúan con el proceso de inflamación.

Otras sustancias desencadenan la coagulación en los vasos de menor diámetro (capilares) de la zona inflamada, lo que retrasa la propagación de los microorganismos infectantes y sus toxinas.

Muchas sustancias que se producen con la inflamación estimulan los nervios, causando dolor. La infección se suele acompañar de escalofríos, fiebre y dolores musculares producidos como reacción a las sustancias liberadas durante la misma.

Respuesta inmunitaria

Los anticuerpos atacan e inmovilizan a los microorganismos. Los destruyen directamente o ayudan a los neutrófilos a seleccionar el objetivo y destruirlo.

La eficacia con la que el sistema inmunitario defiende el organismo contra todos los microorganismos depende parcialmente de la composición genética de cada persona.

Fiebre

El aumento de la temperatura (fiebre) es una respuesta que protege al cuerpo ante la infección y la lesión. La temperatura corporal elevada (fiebre Fiebre en adultos La fiebre es una temperatura corporal elevada que se produce cuando el termostato del cuerpo (situado en el hipotálamo, en el encéfalo) se reinicia a una temperatura más elevada, principalmente... obtenga más información ) mejora los mecanismos de defensa del organismo, aun cuando pueda causar malestar.

El hipotálamo, una parte del encéfalo, controla la temperatura corporal. La fiebre es consecuencia del reajuste en el termostato del hipotálamo. Para aumentar la temperatura corporal, el organismo desplaza la sangre de la superficie de la piel hacia el interior del cuerpo, lo que reduce la pérdida de calor. Los escalofríos se producen para aumentar la producción de calor mediante la contracción muscular. Los esfuerzos del organismo por conservar y producir calor continúan hasta que la sangre llegue al hipotálamo con una temperatura más alta. Entonces, esta nueva temperatura más alta se mantiene. Luego, al volver el termostato a su nivel normal, el organismo elimina el exceso de calor mediante el sudor y el desvío de la sangre hacia la piel.

Ciertas personas (como los ancianos, los muy jóvenes y las personas con un trastorno por consumo de alcohol) son menos capaces de generar fiebre. En estos casos se puede experimentar una caída de la temperatura en respuesta a la infección grave.

NOTA: Esta es la versión para el público general. MÉDICOS: VER VERSIÓN PROFESIONAL
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