La vacuna contra la hepatitis B ayuda a proteger contra esta enfermedad y contra las complicaciones que pueden ir asociadas a ella (hepatitis crónica, cirrosis y cáncer de hígado). Por lo general, la hepatitis B es más grave que la hepatitis A y en ocasiones llega a ser mortal. Los síntomas pueden ser leves o graves, e incluyen pérdida del apetito, náuseas y fatiga. En un 5-10% de los casos, la hepatitis B resulta crónica y puede conducir a la cirrosis y al cáncer de hígado.
Para obtener más información, consulte los Centers for Disease Control and Prevention's (CDC) Hepatitis B vaccine information statement
(Véase también Introducción a la inmunización [vacunación].)
Administración
La vacuna de la hepatitis B se administra en una serie de 3 inyecciones intramusculares. Sin embargo, si las personas que han sido vacunadas se exponen al virus, el médico mide su nivel de anticuerpos contra la hepatitis B. Si la cantidad de dichos anticuerpos es baja, es posible que se necesite administrar otra dosis de vacuna.
Como parte del calendario infantil de vacunación, a todos los niños se les administran habitualmente tres dosis: al nacer, entre 1 y 2 meses de edad y entre 6 y 18 meses de edad.
La vacunación también se recomienda a cualquier adulto que desee protegerse contra la hepatitis B y a todos los adultos no vacunados que están en mayor riesgo de contraer la hepatitis B, como en los casos siguientes:
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Trabajadores en el ámbito de la salud
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Quienes viajen a zonas donde la enfermedad es frecuente
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Afectados por un trastorno hepático crónico o un trastorno de la coagulación sanguínea
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Las personas con insuficiencia renal, incluyendo aquellos que necesitan diálisis
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Quienes se inyectan drogas u otras sustancias similares
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Personas con varias parejas sexuales
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Personas que necesitan ser evaluadas o tratadas por una enfermedad de transmisión sexual
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Hombres que mantienen relaciones homosexuales
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Las parejas sexuales y las personas con quienes conviva un portador de la hepatitis B
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Las personas con infección por VIH
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Los menores de 60 años con diabetes
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Las personas que reciben atención en lugares donde hay personas con alto riesgo de hepatitis B (como los lugares donde se trata a personas con enfermedades de transmisión sexual, tratamiento de abuso de drogas y servicios de prevención, centros de hemodiálisis, instituciones para personas con discapacidades de desarrollo, instalaciones correccionales, entornos de atención médica para usuarios de drogas inyectables, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y pruebas y tratamiento de VIH)
Si la persona sufre una enfermedad temporal, los médicos generalmente esperan para administrar la vacuna hasta que la enfermedad se resuelva (véase también CDC: Who Should NOT Get Vaccinated With These Vaccines? [CDC: ¿Quiénes NO deben vacunarse con estas vacunas?]).