Respuesta a preguntas frecuentes sobre la degeneración macular relacionada con la edad

Comentario18/11/25 Sonia Mehta, MD, Vitreoretinal Diseases and Surgery Service, Wills Eye Hospital, Sidney Kimmel Medical College at Thomas Jefferson University

La degeneración macular relacionada con la edad (DME) es una de las enfermedades retinianas más frecuentes entre los adultos mayores. No conduce a la pérdida total de la visión, pero la DME afecta la visión en el área central de la retina. El deterioro de la visión puede progresar y, finalmente, afectar la capacidad de una persona de conducir, leer e incluso reconocer rostros.

Hay diferentes tipos de DME, y su progresión puede variar según la persona. Para cualquier persona diagnosticada con DME o que cuida de alguien con DME, es esencial comprender más sobre la enfermedad y su impacto en la vida diaria. Estas son las respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes sobre la DME.

¿Qué es la degeneración macular asociada a la edad?

Si pensamos en el ojo como una cámara, la retina es como una película donde la luz se convierte en señales eléctricas que se envían al cerebro. La mácula es el área central y más vital de la retina. A medida que las personas envejecen, pueden desarrollar manchas en la mácula conocidas como drusas, que son similares a las manchas de la edad que se producen en la piel. Como resultado, la visión central se vuelve borrosa y pierde detalles, y las líneas rectas pueden parecer onduladas.

¿Cuál es la diferencia entre la degeneración macular relacionada con la edad húmeda y seca?

Existen dos tipos de DME: húmeda y seca. Todas las DME comienzan como del tipo seco. En la DME seca, que se caracteriza por los depósitos de drusas, los tejidos de la mácula se vuelven delgados a medida que las células desaparecen.

En la DME seca, la pérdida de la visión central se produce de manera lenta e indolora en el transcurso de años. Las personas con DME seca pueden presentar pocos síntomas o ninguno, pero cuando sí tienen síntomas, a menudo se dan en ambos ojos. A medida que la enfermedad progresa, suelen aparecer puntos ciegos centrales (escotomas) y, a veces, pueden afectar gravemente la visión.

Alrededor del 10 % al 15 % de las personas con DME seca pasan a tener DME húmeda. La DME húmeda se desarrolla cuando crecen vasos sanguíneos anormales debajo de la mácula dañada y pierden líquido y sangre (de ahí la descripción como "húmeda"). Los vasos sanguíneos anormales hacen que la pérdida de visión progrese rápidamente. Finalmente, se desarrolla un montículo de tejido cicatricial bajo la mácula. La forma húmeda se desarrolla en un ojo primero, pero finalmente puede afectar a ambos ojos.

¿Qué provoca la DME?

No hay una sola causa conocida de DME. Es una afección degenerativa que se desarrolla con el tiempo, con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años. Puede ser hereditaria, aunque tener antecedentes familiares no significa necesariamente que alguien la desarrollará.

Varios factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de padecer DME, entre ellos el tabaquismo, la mala nutrición, la presión arterial alta y las enfermedades cardiovasculares.

¿Se puede prevenir la DME?

Las mejores formas de reducir el riesgo de DME incluyen evitar fumar, controlar la presión arterial, mantenerse físicamente activo y comer una dieta saludable, en particular una dieta rica en ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el pescado y las verduras de hojas verdes oscuras.

No existen pautas de detección universales para la DME, pero las personas con antecedentes familiares deben realizarse un examen de fondo de ojo a partir de los 50 años aproximadamente. Además, cualquier persona con diagnóstico de DME debe consultar a un oftalmólogo de inmediato si nota algún cambio en la visión. Cuanto antes se detecte y se trate una transición a la DME húmeda, mayores serán las probabilidades de preservar la vista.

¿Cómo se trata la DME?

Para personas con DME intermedia o avanzada en al menos un ojo, se recomiendan ciertos suplementos dietéticos (basados en la fórmula AREDS2) para ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad.

En la forma húmeda de DME, se pueden inyectar medicamentos directamente en el ojo (inyecciones intravítreas) para detener las fugas de los vasos sanguíneos anormales. Estos tratamientos reducen de manera significativa el riesgo de pérdida de la visión e incluso pueden mejorar la visión de lectura en aproximadamente un tercio de los pacientes.

Para las personas con pérdida de visión grave por DME, los médicos también pueden hacer lo siguiente:

  • Administrar inyecciones adicionales en la parte posterior del ojo.
  • Usar tratamientos con láser o basados en la luz para sellar vasos sanguíneos anormales.
  • Recomendar herramientas de baja visión, como lupas, gafas de lectura especiales o dispositivos electrónicos.
  • En algunos casos, implantar un telescopio en miniatura dentro del ojo para mejorar la visión central.

¿Las personas con DME pueden seguir conduciendo?

Es muy frecuente que las personas con DME se preocupen por perder la capacidad de conducir, y es entendible. Poder conducir es fundamental para la independencia de muchos adultos. La buena noticia es que la mayoría de las personas con DME seca mantienen la visión suficiente para seguir conduciendo de forma segura y para leer, en especial en las etapas más tempranas. Sin embargo, la DME es una afección progresiva, por lo que es importante realizar un control regular para detectar cualquier cambio en la visión.

Para los cuidadores, una guía útil es la siguiente: si se siente inseguro como pasajero mientras un familiar con DME conduce, es hora de recomendar una evaluación con su oftalmólogo.

Más allá de conducir, la DME puede afectar muchas actividades diarias, pero hay excelentes herramientas y recursos para la baja visión disponibles para apoyar la visión tanto de cerca como de lejos. El primer paso es reunirse con un oftalmólogo, que puede recomendar los recursos adecuados o la atención especializada en función de la visión actual de la persona.

Este es un campo que avanza rápidamente. Constantemente surgen nuevos tratamientos y tecnologías. Incluso con la pérdida de la visión, hay una razón real para no perder las esperanzas.

Para obtener más información sobre la DME, visite la página de los Manuales o la de Datos breves sobre el tema.