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La vasa previa puede causar un sangrado masivo en el feto y en la madre cuando se rompen las membranas que rodean al feto, por lo general justo antes de que comience el parto.
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Para confirmar el diagnóstico, los médicos insertan un dispositivo ecográfico en la vagina para verificar la existencia de vasos sanguíneos sobre la abertura del cuello uterino o cerca de la misma.
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Si una mujer sufre vasa previa, los médicos controlan la frecuencia cardíaca del feto con frecuencia después de las 28 semanas de embarazo para determinar si existe sufrimiento fetal.
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Se requiere parto por cesárea, que a menudo se realiza entre las semanas 34 y las 37 o, si se presentan problemas, incluso antes.
Las complicaciones del embarazo, como la vasa previa, son problemas que aparecen solo durante el embarazo. Pueden afectar a la mujer, al feto o a ambos y presentarse en diferentes momentos del embarazo. Sin embargo, la mayor parte de las complicaciones del embarazo se pueden tratar con buenos resultados.
Esta afección está presente en aproximadamente 1 de cada 2500 a 5000 partos. Es más probable que ocurra cuando existen otras alteraciones de la placenta.
Normalmente, los vasos sanguíneos entre el feto y la placenta están en el cordón umbilical. En la vasa previa, algunos de estos vasos sanguíneos se encuentran en las membranas que rodean al feto, en el área entre el feto y la abertura del cuello uterino. Cuando las membranas se rompen (rotura del saco de las aguas), por lo general un poco antes de que comience el parto, estos vasos sanguíneos se pueden romper. Como resultado, el feto puede perder una cantidad considerable de sangre Si el sangrado es intenso, el feto puede morir y la madre puede sufrir complicaciones debidas a la pérdida masiva de sangre.
Síntomas
Diagnóstico
Los médicos pueden sospechar vasa previa cuando una ecografía rutinaria realizada en un momento previo del embarazo detecta ciertas anomalías en la placenta o cuando la frecuencia cardíaca del feto es anormal. La ecografía, que por lo general se realiza con un dispositivo introducido por la vagina (denominada ecografía transvaginal), puede mostrar los vasos sanguíneos que atraviesan la abertura del cuello uterino o que están ubicados cerca de esta y, por tanto, confirmar el diagnóstico.
Tratamiento
Si la vasa previa se diagnostica antes del parto, los médicos suelen hacer una cardiotocografía en reposo, dos veces a la semana para verificar el bienestar del feto. La monitorización comienza por lo general entre las 28 y las 30 semanas de embarazo. También pueden recomendar la hospitalización de las mujeres alrededor de las 30 a 32 semanas de gestación o antes, con objeto de monitorizar muy atentamente el feto.
Se suelen administrar corticoesteroides a la madre para ayudar a que los pulmones del feto maduren.
Si vasa previa no causa complicaciones, los médicos a menudo programan el parto entre las 34 y 37 semanas de gestación. Sin embargo, el parto se puede adelantar si la madre o el feto están en peligro.
El parto es siempre por cesárea.
El parto de emergencia mediante cesárea suele ser necesario si