La causa más frecuente de la tortícolis congénita es
La tortícolis que aparece durante los primeros días o semanas de vida puede ser consecuencia de
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Un hematoma (una acumulación de sangre) en los músculos del cuello
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Fibrosis (un engrosamiento anormal del tejido)
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Contractura (rigidez) del músculo esternocleidomastoideo (uno de los músculos del cuello)
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Síndrome de Klippel-Feil (fusión de las vértebras del cuello, cuello corto y nacimiento del pelo muy hacia abajo)
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Fusión atlanto-occipital (fusión de la primera vértebra con la parte inferior del cráneo)
Para diagnosticar el defecto, el médico realiza una exploración clínica. También pueden realizar pruebas de diagnóstico por la imagen para buscar problemas óseos.
Cuando la tortícolis se debe a una lesión en el momento del nacimiento, el tratamiento consiste en girar la cabeza y estirar el cuello. Cuando la tortícolis es difícil de tratar, los médicos inyectan toxina botulínica en el músculo del cuello que está rígido. Las inyecciones relajan el músculo rígido.